12.05.2024 |
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Un duelo con los ojos vendados

Romo debe preparar el partido de mañana con la incertidumbre que provoca haber estado 20 días sin competir y sin conocer al técnico rival  | Tenemos que centrarnos en lo nuestro», destaca

El entrenador del Racing, Guillermo Fernández Romo. / Hardy
El entrenador del Racing, Guillermo Fernández Romo. / Hardy
Un duelo con los ojos vendados

El de mañana es el partido de las incertidumbres. En primer lugar, porque, tras más de dos semanas sin competir, un equipo siempre reaparece en escena sin saber muy bien cómo va a responder. En segundo lugar, porque todos los apuntes que había recolectado Fernández Romo sobre el Badajoz no le valen de nada después de que el club pacense haya cesado a su entrenador, a su ayudante y a su director deportivo y allí se esté hablando de todo menos de fútbol. Es una incógnita cómo va a responder un rival en esas circunstancias y, por todo ello, da la sensación de que el conjunto cántabro va a salir a jugar con los ojos vendados. Aún así, le apetece. «Estamos todos con muchas ganas de competir porque entrenar está muy bien, pero al final lo bueno es que tengamos un partido porque así también es más fácil regular el trabajo que toca hacer», reconoce el entrenador verdiblanco. Asume que están ante un reto «difícil por las circunstancias nuevas que ellos traen» pero es el toro que ha tocado lidiar. De nada sirve quejarse.

Volver a jugar es positivo no sólo por reactivar la máquina, sino para ver por fin cómo se desenvuelven en un campo de fútbol los dos jugadores que han llegado nuevos en el mercado invernal. A Fernández Romo le gusta lo que ha visto en los entrenamientos pero sabe que su verdadero rendimiento se demostrará en los partidos. «Es algo que marca la competición», recalca. Ha comprobado que han caído bien en el grupo pero ahora queda comprobar «cómo van encajando futbolísticamente hablando». De lo que es conscientes antes de que pongan un pie sobre el verde de Los Campos de Sport es de que «van a necesitar continuidad porque vienen de no jugar muchos partidos en sus equipos». Esto quiere decir que habrá que tener paciencia. Suele suceder con los fichajes invernales.

Lo que no le gusta a Fernández Romo es que alguien insinúe que Javi Vázquez tiene un perfil similar al de Simón Luca. Si así fuera, sería menos justificable aún su contratación desde un punto de vista de proyecto de club que vende interés por su cantera. «Son completamente diferentes», sentencia el entrenador verdiblanco. Éste explica que su intención al contratarle fue «tener uno más en esa posición porque era la única que no doblaba». Con esa afirmación, deja claro que nunca se tomó en serio la posibilidad de que el defensor cántabro tuviera continuidad en el primer equipo porque, contándole a él, sí tenía dos laterales. Sólo fue un parche puntual hasta que llegaran los refuerzos.

Como el Racing no sabe ahora mismo qué Badajoz se va a encontrar porque no hay precedente alguno del equipo pacense con su nuevo entrenador, Fernández Romo cree que han de centrarse en ellos mismos más que nunca. «No sabemos cómo defienden el balón parado en córner o en faltas laterales ni tenemos regularidades en su juego. Lo que sí sabemos es que los jugadores son los mismos y por eso nos hemos centrado en recordar cómo son esos jugadores y cómo se pueden manifestar en el campo», explica. «Todo ello -añade-, partiendo de lo que somos nosotros y por dónde queremos llevar el partido». Sabe bien que «todo afecta» a un equipo de fútbol y más aún lo que hay a su alrededor.

Es probable que mañana sean titulares los dos recién llegados. Es lo habitual cuando hay fichajes invernales. Si un entrenador se mueve para reforzar su equipo con ellos, lo hace para jugar. Al menos, de partida. El último encuentro del Racing, que fue ante el Racing de Ferrol hace ya dos semanas y media, fue Yeray quien jugó por banda derecha mientras que Soko comenzó en el banquillo. Esto ya invita a pensar que, por mucho que el camerunés siga siendo el máximo artillero del equipo y que esté totalmente recuperado del Covid, puede ser Arturo quien comience en banda derecha. Fernández Romo, como en el caso de Javi Vázquez y Simón, asegura que el murciano es muy diferente al canterano. No le queda otra para justificar la operación sin parecer que está tapando la progresión de otro hombre de la casa.

Para empezar, destaca que el jugador murciano es diestro mientras que Yeray es zurdo. A esto hay que sumar «la experiencia, la edad, su zona de influencia y su manera de desmarcarse». Su prioridad ha sido en todo momento «tener más alternativas» para, a partir de ahí, ir tomando decisiones. «Cuando traigo a un jugador, en mi cabeza no está quitar a uno para poner a otro. En la plantilla tiene que haber 22 jugadores de máximo nivel más otros que vengan apretando por detrás. Y, en ese sentido, tenemos que estar muy satisfechos», recalca.

«Se han dicho muchos disparates»

Le preguntaron ayer a Fernández Romo por las reacciones que se habían generado a partir de que él mismo anunciara dos semanas antes que habían pedido el aplazamiento del partido contra el Deportivo. Y fue tajante: «Se han dicho muchos disparates». A partir de ahí, pasó a destacar que no había sido una decisión suya por no querer ir a Riazor con cuatro bajas fundamentales, sino que él sólo ejerció de «portavoz». «Yo ni solicito ni ejecuto nada, sino que hay unos servicios médicos y una Federación Española» que, según dijo, son los que tomaron las decisiones. Con todo, dejó bien claro que la motivación fue «proteger la salud de todos» y que lo hecho fue «un acto de responsabilidad». Destacó «el riesgo» que hay cuando una expedición entra a un autobús con posibles infectados porque a él mismo le sucedió en el Cornellá. Además, precisó que «no es lo mismo» detectar un positivo a principios de semana, como fue el de Parera, cuando después hay tiempo para seguir haciendo tests antes del partido, que detectarlo a finales de semana sin saber a ciencia cierta si ha dado lugar a un brote o no. «Por eso, en ese sentido, el área médica actuó con responsabilidad». Lo que quiso descartar es que pidieran el aplazamiento por la acumulación de bajas. Considera que pensar de ese modo era «un disparate» porque todo entrenador está acostumbrado a librar con bajas por diferentes motivos. «No tiene nada que ver. Fue un acto de responsabilidad como el que ha hecho y está haciendo todo el mundo», quiso zanjar el entrenador del Racing, a quien se le vio molesto con la cuestión.

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