Carles Puigdemont cerró su participación en el Parlamento Europeo de Estrasburgo con un discurso enérgico y repleto de críticas dirigidas hacia Pedro Sánchez y su gestión como presidente del Consejo de la Unión Europea. Sin rodeos, el expresidente catalán expresó abiertamente su descontento y desacuerdo con varias decisiones y omisiones durante la presidencia española.

De manera directa, Puigdemont señaló la ausencia del catalán como idioma oficial en la Unión Europea, argumentando que esta situación priva a los catalanes de ejercer plenamente sus derechos fundamentales en su lengua materna.

Criticó la supuesta exclusión de los "millones de catalanes europeos" de la "Europa de las personas" proclamada por Sánchez, destacando que la Unión Europea no los considera al expresarse en catalán.

El líder catalán recordó las promesas iniciales de un proyecto ambicioso durante el inicio de la presidencia española en la UE, subrayando su percepción de que dichas promesas no se han cumplido. Puigdemont advirtió sobre la desconfianza que podría surgir debido a estas discrepancias y afirmó que la falta de inclusión del catalán como lengua oficial podría poner en peligro el proyecto sólido de la Unión Europea.

Con dureza, Puigdemont acusó a Sánchez de haberle mentido acerca de la inclusión del catalán como lengua oficial en la UE, destacando la falta de cumplimiento de las promesas que, en un principio, se habían asegurado al comienzo de la presidencia del Consejo de la UE hace seis meses.