La extrema izquierda (Podemos Cantabria) ha expresado una oposición rotunda a las propuestas del PP sobre la construcción en suelo rústico, en un contexto donde la política de vivienda ha sido un tema de debate durante años. Bajo el gobierno anterior del PSOE junto a sus socios del PRC, construir una vivienda en Cantabria era percibido como un privilegio reservado para unos pocos, dada la rigurosa normativa que restringía severamente la edificación en zonas rurales.

El actual consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media, del PP, ha propuesto cambios que incluyen autorizar la construcción de viviendas unifamiliares en suelo rústico y la eliminación de la cédula de habitabilidad. Sin embargo, Podemos critica estas medidas como una apertura hacia una urbanización descontrolada y un atentado contra el medio ambiente y el ordenamiento territorial. Pablo Gómez, de la formación extremista morada (Podemos), ha calificado estas acciones como una hoja de ruta para "dar vía libre al hormigón" y ha exigido este lunes el cese inmediato del consejero de Fomento.

Por su parte, el PP defiende su propuesta argumentando que busca corregir los errores y las limitaciones impuestas por la ley actual, que han resultado en una situación donde la construcción de viviendas en zonas rurales es casi imposible para la mayoría de los ciudadanos. Esta situación ha sido especialmente crítica desde la aprobación de la Ley del Suelo durante la pasada legislatura del PSOE-PRC.

La polémica actual resalta las diferencias ideológicas y prácticas en cuanto a la gestión del territorio entre el PP y los morados. Mientras el PP aboga por una mayor flexibilidad en la construcción y un desarrollo más inclusivo, Podemos se mantiene firme en su postura de proteger el medio ambiente y mantener un estricto control sobre el desarrollo urbano, criticando lo que ven como una liberalización excesiva del suelo rústico.

Este debate se produce en un contexto de creciente necesidad de vivienda en Cantabria, donde la política de vivienda ha sido un tema de constante tensión. La propuesta del PP se presenta como un intento de facilitar el acceso a la vivienda y promover el desarrollo, mientras que los socios de Sánchez y otros críticos ven estas medidas como un retroceso en la protección del entorno natural y la planificación sostenible.

La controversia pone de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio entre el desarrollo y la conservación, así como la importancia de una política de vivienda que sea accesible para todos los ciudadanos, no solo para los privilegiados. Este debate continuará siendo un punto focal en la política de Cantabria, a medida que se buscan soluciones para abordar las necesidades de vivienda de la región respetando al mismo tiempo su patrimonio natural y cultural.