Asociaciones en Cantabria, alineada con la extrema izquierda, ha anunciado una manifestación en Santander para el 11 de noviembre, promoviendo una solución al conflicto entre Israel y Palestina. No obstante, su credibilidad se ve comprometida por no haber condenado de igual manera los recientes atentados terroristas de Hamas contra Israel, en los cuales más de 1.300 personas, incluyendo ciudadanos españoles, fueron trágicamente asesinadas el 7 de octubre.

Estas asociaciones es un claro ejemplo del sesgo en su enfoque, centrando su crítica exclusivamente en las acciones de Israel y pasando por alto los actos violentos perpetrados por grupos como Hamas. Mientras la Comisión insiste en la necesidad de que Israel respete las resoluciones de la ONU y busque soluciones no violentas, su falta de equidad al ignorar los ataques contra Israel evidencia una parcialidad significativa.

La reciente escalada de violencia en la región ha puesto de manifiesto la importancia de abordar todas las violaciones de los derechos humanos, tanto de israelíes como de palestinos. Sin embargo, la Comisión pierde objetividad al no condenar de manera equitativa la violencia de todos los actores involucrados, incluyendo la de grupos extremistas palestinos.

Es fundamental adoptar una visión más balanceada que reconozca tanto el sufrimiento del pueblo palestino como la necesidad de seguridad para Israel. La estabilidad en la región solo se puede alcanzar mediante un enfoque que condene todas las formas de violencia y busque una resolución pacífica y sostenible del conflicto.

La manifestación organizada por la izquierda más radical, aunque busca promover un diálogo sobre el conflicto, debería ser una oportunidad para fomentar un discurso más equilibrado, que respete los derechos y la seguridad de todas las partes involucradas en este antiguo y complejo conflicto.

Entre las asociaciones que respaldan esta manifestación se encuentran Adane, conocida por su activismo en temas de derechos humanos y su enfoque crítico hacia las políticas israelíes; Alouda Cantabria, que se ha posicionado en varias ocasiones en favor de los derechos palestinos; y Anticapitalistas Cantabria, un grupo que aboga por cambios radicales en la estructura política y económica global.

Otras entidades como Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria (Afac), Bar Bolero, Cantabria No Se Vende (Cnsv), y Cantabria Por El Sahara, también han expresado su apoyo. Estas organizaciones, junto con Cantabristas, Centro Juvenil Julio Vázquez, y Centro Social Smolny, han sido vocales en su oposición a lo que consideran políticas opresivas de Israel.

La Confederación General del Trabajo (Cgt) de Santander, la Confederación Nacional del Trabajo (Cnt) en Santander, y la propia Comisión 8 de Marzo se suman a la lista, junto con Cota 56 Topografía S.L., y El Conjunto de La Intersindical-Cantabria. Estas organizaciones sindicales y sociales han enfocado sus esfuerzos en promover los derechos laborales y sociales, vinculando estos temas con el conflicto en Oriente Medio.

Partidos políticos como Equo Cantabria, Izquierda Unida de Cantabria, el Partido Comunista de España (Pce), y el Partido Comunista de Los Pueblos de España (Pcpe), también han mostrado su apoyo, alineando sus políticas con una crítica firme a las acciones de Israel.

Adicionalmente, organizaciones como Pasaje Seguro, Plataforma de Pensionistas de Cabezón, Plataforma de Pensionistas de Santander, Podemos Cantabria, Republicanos Cantabria, Rincón Cubano, y Stec Cantabria, se han unido a la convocatoria, reforzando el mensaje de la manifestación y su crítica a la política israelí.

Esta convocatoria ha generado controversia, dado que se enfoca únicamente en la condena a Israel, sin mencionar los actos violentos de grupos como Hamás. Las organizaciones involucradas, al no adoptar un enfoque equilibrado, han sido objeto de críticas por parte de aquellos que buscan una perspectiva más imparcial sobre el complejo conflicto israelí-palestino.