La cuadrilla número 16, de la localidad lebaniega de Cosgaya, que dirige Emilio Casares Alonso, ha vuelto a ser la que más jabalíes, -61- ha matado esta temporada que acaba de finalizar  en la Reserva Regional de Saja. En la anterior también logró ser la más destacada  al abatir 65 piezas. En capturas le ha seguido el grupo de Domingo Bueno, que logró 52 piezas.

La campaña se cerró, según nuestros datos, con 1.062 cerdos salvajes muertos. El record de la reserva cántabra le tiene la temporada de 201-2012 con 1.406 piezas.

Emilio Casares está al frente del equipo de jabalineros desde hace 4 años. Antes fue jefe  su padre durante más de treinta. Es uno de los grupos venatorios  más veteranos de Liébana.  Pertenece al municipio de Camaleño, al igual que el grupo número 52  de Santos del Hoyo

Sus 37 componentes, todos son  lebaniegos, aunque uno está empadronado en Los Corrales de Buelna. Acostumbran a buscar a los cerdos salvajes en los montes del término de  Camaleño.  Concretamente en Panda y Carrielda,  y La Roba y Subiedes. Antes, también, les gustaba cazar en Peña Salvorón , y en Canales y Valmayor, pero estos lotes están incluidos dentro del  territorio del Parque Nacional de los Picos de Europa y por tanto en ellos no se puede practicar el deporte venatorio. Bueno, cazar en esos lotes si lo están haciendo pero no con la cuadrilla 16, montean  con  un grupo del municipio, ya que la dirección de Parque concede autorización para efectuar batidas, con el fin de reeducir el censo y evitar daños.  Los 2 grupos locales están formados por  30 componentes cada uno.

En las 4 batidas desarrolladas en Panda y Carrielda la cuadrilla mató 32 suidos.

Los 10 guarros que tiene establecida la comarca de Liébana por montería le parece a Emilio Casares alto y por eso está en contra de que se eleve, como parece ser, tiene intención la Consejería de Desarrollo Rural. “Yo creo que 8 sería una cifra adecuada, como venimos pidiendo desde la Sociedad de Cazadores Picos de Europa”, dice.

“Hay que tener en cuenta que  en muchos montes de aquí se está notando que no hay mucha caza, por eso hay que controlar, porque cada año hay menos. No es cuestión de acabar con ella”, señala.

En su opinión, hay montes en los que se está notando la merma por haberse matados muchos jabalíes y por ello “hay que calibrar mucho para lograr buenos resultados”.

Muy bien le parece a Casares las medidas que adopta la Consejería para facilitar el acceso de los jóvenes al mundo venatorio. “Es lo mejor que puede hacer, porque la afición hay que fomentarla de pequeños”. “Cada vez quedan menos cuadrillas y con gente de avanzada edad, por eso, si no hay relevo generacional esto se acaba”.

En resumen, para los cazadores de Cosgaya  de la cuadrilla número 16 la campaña que ha finalizado ha resultado buena y han logrado situarse a la con 61 capturas  a la cabeza de los más de 80 grupos de jabalineros que  hay en la Reserva Regional de Saja.