27.04.2024 |
El tiempo

NAVIDAD

Navidad agridulce en Jerusalén: Comercios cerrados y peregrinaciones canceladas en medio del conflicto

La basílica del Santo Sepulcro, recientemente restaurada, debería brillar con esplendor, pero las angostas calles hacia la Vía Dolorosa están vacías y los puestos cerrados
El nacimiento montado esta Navidad en una iglesia de Belén, en Cisjordania. / EFE
El nacimiento montado esta Navidad en una iglesia de Belén, en Cisjordania. / EFE
Navidad agridulce en Jerusalén: Comercios cerrados y peregrinaciones canceladas en medio del conflicto

En el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la majestuosa Puerta de Jaffa se erige como el acceso primordial a los Santos Lugares del cristianismo. Esta vía, flanqueada por la imponente Torre de David a la derecha y el Patriarcado católico a la izquierda, conduce a intrincadas callejuelas que desembocan en la célebre basílica del Santo Sepulcro. Sin embargo, en este período de Adviento, tras la reciente restauración de este sagrado lugar, las estrechas y bulliciosas calles de la Vía Dolorosa se encuentran desiertas y la mayoría de los puestos permanecen cerrados.

Atravesando la Ciudad Vieja, el constante trasiego de judíos ultraortodoxos rumbo al Muro de las Lamentaciones y de palestinos en dirección a la Explanada de las Mezquitas se ha visto sustituido por un silencio inusual. En esquinas estratégicas, como la cercana a la Hospedería Austriaca, patrullas de soldados llevan a cabo controles rutinarios, marcando una presencia militar intensificada.

La actividad persiste en la Explanada, donde el llamado al rezo por parte de los muecín se entremezcla con el tañer de las campanas del Monasterio de San Marcos y la Iglesia de la Condenación e imposición de la cruz. No obstante, la Hospedería, que solía exhibir su cartel de completo, enfrenta cancelaciones desde la trágica matanza perpetrada por Hamás el 7 de octubre. La mayoría de las aerolíneas, salvo El Al, han suspendido sus vuelos a Israel, desvaneciendo las peregrinaciones que solían recorrer el Vía Crucis por las estaciones de Jesucristo en la Ciudad Vieja.

Tras las milenarias murallas, las calles del barrio judío presentan una apariencia de normalidad relativa. Los ultraortodoxos, exentos del servicio militar, continúan acudiendo al Muro y a las yeshivas, mientras los puestos de comida y restaurantes cercanos al Cardo y la Gran Sinagoga ofrecen sustento gratuito a los soldados y reservistas movilizados. A pesar de las cancelaciones, la Casa de España, albergue para sefardís que visitan el Muro, mantiene cierta actividad, especialmente entre las familias que celebran los bar mitzvah.

Gil Gidron, presidente de la Cámara de Comercio España-Israel, destaca que, a pesar de la menguante economía israelí durante el conflicto, la experiencia prevé una recuperación a dos dígitos al finalizar la guerra. Sin embargo, para los comerciantes de la Ciudad Vieja, el consuelo es escaso en este recinto amurallado donde viven 35,000 personas.

Alrededor del Santo Sepulcro, las callejuelas albergan tiendecillas de figuras, crucifijos y rosarios tallados en madera de olivo, gestionadas mayoritariamente por cristianos palestinos. Paradojas de la temporada, estas tiendas permanecen cerradas en la antesala de la Navidad, su época de mayor afluencia.

En la entrada del Santo Sepulcro, la piedra de la unción, que solía rodearse de multitudes, ahora está desprovista de visitantes y largas colas. En la parte árabe de la Ciudad, la Puerta de Damasco, aunque menos bulliciosa, sigue siendo un punto neurálgico que ha visto reforzada su presencia militar. Al otro lado de la valla, en Belén, el campo de los pastores y la plaza de la Natividad reflejan la casi completa ausencia de puestos de objetos religiosos.

En este contexto, la esperanza compartida entre judíos, cristianos y palestinos es que la paz llegue, marcando la Navidad con el anhelado bullicio de las calles llenas y el sonido de prosperidad. Un deseo compartido, especialmente para los recién nacidos, que rezarán para que, al cumplir los 18 años, la paz haya llegado y no tengan que enfrentarse al servicio militar en un Israel dividido.

Navidad agridulce en Jerusalén: Comercios cerrados y peregrinaciones canceladas en medio del conflicto
Comentarios