La Marina de la República Islámica de Irán anunció el jueves la incautación de un petrolero en el golfo de Omán, alegando "un fallo de la justicia". Según medios estatales, la agencia de prensa oficial Irna informó que la acción se tomó conforme a una decisión judicial, indicando que se trataba de un petrolero estadounidense. Sin embargo, el buque involucrado es el St. Nikolas, de propiedad griega y con bandera de las Islas Marshall.

La agencia de seguridad marítima británica (UKMTO) y la empresa privada Ambrey previamente informaron que hombres armados, vestidos con "uniforme militar negro" y máscaras, abordaron el St. Nikolas en el golfo de Omán frente a las costas de la ciudad de Sohar, en el norte del sultanato. Posteriormente, el petrolero puso rumbo a Bandar-e Jask, en la costa sur de Irán.

La compañía Empire Navigation, responsable del St. Nikolas, perdió contacto con el barco y su tripulación de 19 personas (18 filipinos y un griego). El petrolero había cargado alrededor de 145,000 toneladas de crudo en Basora, Irak, con destino a Aliaga, Turquía, a través del canal de Suez. Ambrey señaló que el barco tenía antecedentes legales, habiendo sido procesado y condenado a pagar multas por transportar petróleo iraní, acción que resultó en la confiscación del cargamento por parte de las autoridades estadounidenses.

La región del golfo de Omán ha sido escenario de incidentes y ataques en los últimos años, muchos de los cuales involucraron a Irán. El transporte marítimo en la zona ha sido afectado por conflictos geopolíticos, y esta incautación agrega una nueva capa de tensión. Estados Unidos ha exigido la liberación "inmediata" del petrolero, intensificando la presión en medio de las crecientes preocupaciones sobre la seguridad del transporte marítimo en aguas internacionales. La situación sigue siendo fluida y se espera que se desarrollen acciones diplomáticas en respuesta a este episodio.