Irán ha sorprendido al tomar una nueva postura en relación con el ataque sufrido en Damasco, el cual atribuyen al Ejército israelí y que resultó en la muerte de siete altos rangos de la Guardia Revolucionaria iraní. A pesar de las proclamas incendiarias de los últimos días, donde se llegó a sugerir ataques contra las delegaciones diplomáticas israelíes en el extranjero, Irán ha anunciado que no responderá al ataque en Siria si Israel acepta implementar un alto el fuego en la Franja de Gaza.

Esta nueva posición contrasta con las amenazas previas, como las expresadas por un asesor militar del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, quien había insinuado ataques contra las embajadas de Israel como represalia. Sin embargo, el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, ha afirmado durante una visita a Damasco que el régimen israelí será castigado y recibirá la respuesta necesaria.

La propuesta de Irán habría sido comunicada a través de canales intermediarios a Estados Unidos, principal aliado de Israel en la región, con la esperanza de que Washington pueda contribuir a contener la situación. Esto coincide con la reanudación de las conversaciones entre Israel y Hamás en Egipto, con el objetivo de lograr una tregua que permita la liberación de los rehenes en manos de la milicia islamista.

Las negociaciones no muestran avances significativos hasta el momento, lo que genera preocupación. Mientras tanto, en Israel, las manifestaciones frente al Parlamento exigen más acciones para garantizar la liberación de los rehenes. Estas protestas reflejan las tensiones internas en Israel, exacerbadas por el conflicto en Gaza y los desafíos políticos que enfrenta el primer ministro Netanyahu, incluyendo decisiones del Tribunal Supremo que desafían su coalición de gobierno. En este contexto, el Ejército israelí ha retirado sus tropas del sur de la Franja de Gaza, a la espera de posibles desarrollos en la situación.