Israel critica la reacción de España ante el ataque de Irán. El ministro israelí para la Diáspora y la Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, ha catalogado la respuesta del Gobierno español como "cero absoluto" frente al ataque con drones y misiles perpetrado por Irán contra poblaciones israelíes. Esta crítica surgió después de que Pedro Sánchez, en un primer mensaje publicado en redes sociales, eludiera condenar directamente el ataque y expresara su preocupación por la respuesta israelí, que incluyó ataques contra territorios controlados por grupos palestinos.

El conflicto escaló rápidamente luego de que Irán lanzara un ataque masivo con drones y misiles contra ciudades y poblaciones en Israel. Las autoridades israelíes, ante esta situación, esperaban un pronunciamiento claro y contundente por parte de España, uno de los principales socios europeos en la región. Sin embargo, el mensaje inicial de Pedro Sánchez, que fue publicado pasadas las doce de la noche, evitó condenar directamente a Irán y se centró en expresar preocupación por la escalada de tensiones en Oriente Próximo.

La reacción israelí no se hizo esperar. Amichai Chikli, representante del gobierno de Israel, fue enfático al calificar la respuesta de España como "cero absoluto", dejando claro el descontento de Israel ante lo que perciben como una falta de solidaridad y apoyo por parte de un aliado clave en Europa. Esta crítica marcó un punto de inflexión en la relación entre ambos países, que hasta entonces se había mantenido en un tono diplomático.

El mensaje inicial de Pedro Sánchez, aunque expresaba preocupación por la escalada de tensiones en la región, fue interpretado por las autoridades israelíes como una omisión inaceptable, especialmente en un momento de crisis como el que se vivía tras el ataque de Irán. La falta de una condena directa al ataque iraní fue considerada como una muestra de debilidad por parte del Gobierno español, que se vio obligado a emitir un nuevo comunicado horas después para rectificar su postura.

La rectificación del Gobierno español se produjo aproximadamente doce horas después del ataque de Irán. En un nuevo mensaje publicado en redes sociales, Pedro Sánchez condenó "toda forma de violencia" en una clara referencia al ataque iraní, aunque sin mencionarlo explícitamente. Esta rectificación buscaba calmar las críticas y el malestar expresado por Israel, así como restablecer la confianza en la relación bilateral.

La tensión entre España e Israel se ha incrementado en los últimos años, especialmente en lo que respecta a la política hacia el conflicto palestino-israelí. España ha sido históricamente crítica con las acciones de Israel en los territorios ocupados, abogando por una solución negociada y el respeto a los derechos humanos de la población palestina. Por su parte, Israel ha visto con recelo algunas posturas adoptadas por el Gobierno español, percibiéndolas como parciales y desequilibradas.

El ataque de Irán contra Israel ha puesto a prueba una vez más las relaciones diplomáticas entre España e Israel. Si bien ambos países mantienen lazos de cooperación en diferentes ámbitos, como la seguridad y la economía, las discrepancias en cuestiones políticas y regionales han generado fricciones en su relación bilateral. La falta de una respuesta contundente por parte del Gobierno español ante el ataque iraní ha abierto un nuevo frente de conflicto entre ambos países.

La comunidad internacional ha seguido con atención los acontecimientos en Oriente Próximo, especialmente después del ataque de Irán contra Israel. Si bien algunos países han expresado su solidaridad con Israel y su derecho a defenderse de ataques externos, otros han llamado a la contención y al diálogo como vías para resolver el conflicto. En este contexto, la postura de España ha sido objeto de debate y análisis, especialmente después de la rectificación del Gobierno español ante las críticas de Israel.

Las relaciones entre España e Israel han atravesado por altibajos en las últimas décadas, marcadas por momentos de cooperación y entendimiento, así como por episodios de tensión y desencuentro. La cuestión palestino-israelí ha sido uno de los principales puntos de fricción en la relación bilateral, con España defendiendo tradicionalmente la causa palestina y Israel rechazando cualquier injerencia externa en sus asuntos internos.

El ataque de Irán contra Israel ha vuelto a poner sobre la mesa las diferencias políticas y estratégicas entre ambos países. Si bien España e Israel comparten intereses comunes en materia de seguridad y estabilidad en la región, las discrepancias en cuestiones de política exterior han generado tensiones en su relación bilateral. La falta de una condena directa por parte del Gobierno español ante el ataque iraní ha abierto un nuevo capítulo en esta compleja relación.

La crisis desatada por el ataque de Irán contra Israel ha generado preocupación en la comunidad internacional, que teme una escalada de violencia en la región. Si bien Israel ha respondido con ataques contra objetivos iraníes en territorio sirio, la posibilidad de una confrontación directa entre Israel e Irán preocupa a los países vecinos y a la comunidad internacional en su conjunto. En este contexto, la postura de España ha sido objeto de atención y análisis, especialmente después de la rectificación del Gobierno español ante las críticas de Israel.

El papel de España en la resolución del conflicto palestino-israelí ha sido objeto de debate en los últimos años. Si bien España ha abogado por una solución negociada y basada en el respeto a los derechos humanos de la población palestina, su influencia en el proceso de paz ha sido limitada. En este sentido, la falta de una condena directa por parte del Gobierno español ante el ataque iraní ha generado críticas y cuestionamientos sobre su compromiso con la estabilidad en la región.