En una jugada maestra que ha sacudido el mundo del automovilismo, Madrid se ha proclamado como la nueva capital de la Fórmula 1 en España, dejando a Barcelona y su icónico circuito de Montmeló en el espejo retrovisor. La capital española albergará el Gran Premio de España de Fórmula 1 desde 2026 hasta 2035, inaugurando una nueva era para este deporte en el país.

El anuncio oficial, que ha sido calificado como el "secreto peor guardado de la historia", fue hecho esta mañana en una ceremonia que contó con la presencia de figuras clave como Stefano Domenicalli, CEO de la F1, y las autoridades locales, incluyendo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde José Luis Martínez-Almeida.

El nuevo circuito, que abarcará una distancia de 5.474 metros, promete ser una maravilla del diseño moderno. Evitando atravesar los pabellones de Ifema como se rumoreaba, el circuito se desplegará desde la puerta principal del recinto ferial, bajando hacia la zona de las Cárcavas y trazando un recorrido que incluirá la Ciudad Deportiva del Real Madrid, antes de regresar a Ifema. Con trece curvas y una recta relativamente corta, el diseño sugiere un circuito que favorecerá las habilidades técnicas de los pilotos sobre la velocidad pura.

La presentación fue todo un espectáculo, con una guitarra adornada con trazos flamencos abriendo el evento. José Vicente de los Mozos, presidente de Ifema, resaltó el carácter innovador y el compromiso con la experiencia única para los aficionados que este Gran Premio traerá. "Será el gran premio mejor conectado por transporte público a la ciudad y un circuito híbrido, tanto de espectáculo para el espectador como para la televisión", aseguró.

El diseño del circuito, obra de Jarno Zaffelli de Dromo, promete un trazado espectacular y seguro, con un tiempo por vuelta estimado de 1 minuto y 32 segundos, cuatro puntos de adelantamiento y un total de 20 curvas.

Este histórico anuncio no solo representa un cambio en la geografía del deporte motor en España, sino también un hito en la historia de Madrid, que se posiciona firmemente en el mapa mundial de la Fórmula 1. Con este gran premio, la ciudad no solo se enriquecerá con el prestigio y el glamour asociados a la F1, sino que también experimentará un notable impacto económico y turístico.

La espera para ver los monoplazas rugir por las calles de Madrid comienza ahora, marcando el inicio de una emocionante década para los aficionados al motor en España y en todo el mundo.