El periodista Rodrigo Terrasa (València, 1978) repasa en el libro 'La ciudad de la euforia', publicado por Libros del K.O., algunos de los casos de corrupción más sonados que se produjeron a lo largo de dos décadas en la Comunitat Valenciana. El autor describe en la obra los personajes tragicómicos y excesivos de una época, pero también las consecuencias, personales y colectivas, de "una fiesta que se fue de madre".

La trama Gürtel, las ramificaciones de Brugal en Alicante, el tratamiento a las víctimas del accidente del metro de València de 2006 el desvío de fondos a la cooperación o el 'yonqui del dinero' son algunos de los protagonistas y causas judiciales que se rememoran en el volumen, que abarca el período desde mediados de los 90 a 2015, bajo los gobiernos de los 'populares' Eduardo Zaplana y Francisco Camps.

No obstante, Terrasa precisa que no es un libro sobre el PP, sino una reflexión sobre cómo toda una sociedad, cada uno en su medida y papel, participó de un momento en el que la Comunitat Valenciana "parecía Jauja" y se desató una especie de "orgullo fake".

Eran los años 90, momento de grandes eventos como Barcelona 92, la Expo de Sevilla, la capitalidad cultural de Madrid y el PP supo "detectar y utilizar electoralmente de una manera brillante" el "sentimiento de agravio" que existía en Valencia respecto a otros lugares de España. A partir de ahí, "se inoculó el virus de que 'éramos los mejores'", con citas como la Fórmula 1 o la America's Cup, "en el que acabamos creyendo todos".

"El libro es la crónica de una fiesta que se fue de madre y que duró veinte años. Evidentemente, ese PP fue el principal responsable pero todos participamos. Era una fiesta en la que nadie se atrevía a apagar la música y a encender la luz. Solo cayó el gobierno valenciano cuando la crisis económica se combinó con todas estas celebraciones, con el triquini, con el político que contaba billetes...", asevera el periodista en una entrevista concedida a Europa Press.

Terrasa, que se trasladó en 2015 a Madrid para trabajar en la redacción en esta ciudad de 'El Mundo', asegura que durante aquellos años eran muchos quienes se preguntaban desde fuera de la Comunitat Valenciana "qué clase de guionista maquiavélico" diseñaba los casos de corrupción que se iban conociendo.

En este punto, el autor considera que la corrupción no es diferente según territorios, --"muchas de las cosas que han pasado en la Comunitat Valenciana han pasado también en Madrid o Andalucía", apunta--, pero sí ve "un componente cultural valenciano".

Precisamente por este carácter caricaturesco y, en ocasiones, hasta humorístico de algunos de los personajes --"cuando la Gürtel se instala en València mandan a alguien como 'El Bigotes'", recuerda Terrasa--, ha querido que la lectura fuera amena, pero que a la vez refleje el precio que se paga por este tipo de conductas. "No quería que 'La ciudad de la euforia' fuera frívolo", ha remarcado el autor, que para ello intercala entre los capítulos dedicados a los diferentes casos testimonios muy duros de denunciantes protegidos.

"Son personas que han sufrido acoso laboral, amenazas de muerte y han tenido que recibir tratamiento porque se les ha hecho la vida imposible por no querer participar de todo esto", subraya.

"BENDITA IRRELEVANCIA"

Preguntado por si cree que el nombre de la Comunitat Valenciana está aún ligado a la corrupción, Rodrigo Terrasa afirma que su sensación es que no. "Creo que no, hemos dejado de ser el hazmerreír nacional por los escándalos, pero ahora hemos pasado a la irrelevancia, aunque a veces pienso que bendita irrelevancia", dice entre risas. Pone el ejemplo de que la Comunitat Valenciana sigue esperando una financiación que merece pero "continúa siendo ignorada por el poder central".

"La justicia tarda y los ciudadanos también pero el PP lo pagó y esta bien que cualquier partido que cometa excesos lo pague, es una buena lección", añade Terrasa, que opina que "esa época está muerta afortunadamente para los 'populares' y sus votantes". Invita, además, a los miembros de ese partido a leer el libro y a hacer "autocrítica y una reflexión necesaria que deberíamos hacer todos", insiste.

CARRETERO Y FARIÑA, "EJEMPLO Y REFERENCIA"

Para crear 'La ciudad de la euforia', que lleva el subtítulo 'Una hipótesis de la mafia', Terrasa ha tenido como "ejemplo y referencia" la labor de Nacho Carretero en 'Fariña', donde narraba el ambiente de la Galicia en tiempos de los grandes narcos y su frecuente connivencia con el poder.

"Le dije a la editorial que podía hacer una 'Fariña' a la valenciana. Nacho ha abierto a un camino que muestra cómo hay nuevas maneras de hacer un periodismo fantástico y multiformato mediante libros podcast...".

Prueba de ello es que 'Fariña' ha trascendido las páginas impresas y se ha convertido en serie y en obra de teatro. En estos momentos, se está negociando por parte de Producciones del KO --creada por al editorial para gestionar derechos audiovisuales-- el desarrollo y coproducción para convertir en serie 'La ciudad de la euforia', avanza su autor.

Rodrigo Terrasa es periodista del diario 'El Mundo' desde hace20 años. Su primer trabajo como periodista fue en el diario deportivo valenciano 'Superdeporte', desde el que pasó a la delegación de 'El Mundo' en València. En 2007 asumió la coordinación de la edición digital en la comunidad y en 2015 se trasladó a Madrid, donde desarrolla nuevas narrativas de información política en el mismo periódico. Escolaborador habitual del suplemento 'Papel'.