Ni el cambio de escenario sirvió para romper el atasco como local de un Rayo Cantabria que empató sin goles ante la Mutilvera para alcanzar los cinco partidos sin ganar como anfitrión. Quizás fuese la poca efectividad que muestra el cuadro rayista como local lo que motivó que Ezequiel Loza buscase nuevas soluciones a las ya conocidas, probando a Mateo en punta de inicio, cuya rapidez y movilidad sumadas a las de Yeray y Saúl, hizo que el filial racinguista saliese con una marcha más que su rival, que tuvo que capear el temporal que se le vino encima en los primeros minutos.

Saúl tuvo la primera aproximación con peligro en una internada por la internada por la banda izquierda en la que llegó a línea de fondo y cedió atrás para que, en punto de penalti, Yeray rematase sobre la pierna de un defensor en una ocasión que olía a gol.

El centro del campo del conjunto rayista recuperaba una y otra vez la pelota aprovechando las impresiones de una Mutilvera, que respiraba aliviada por las imprecisiones de Mateo y Saúl en el último pase y que tardó 26 minutos en asustar a la zaga local. En una acción por la izquierda Sergio López cedió para la carrera de Iván Martínez, que tras entrar en el área y recortar a su defensor se sacó un lanzamiento con efecto al que respondió Germán con un paradón para desviar córner.

A la salida del saque de esquina, Etxeberria cabeceó solo en área pequeña en posición inmejorable, saliendo su testarazo muy desviado del portal de Germán.

Con un juego dinámico y vertical, con alguna que otra combinación al primer toque inusual en el primer equipo, transcurrió el resto de un entretenido primer tiempo en el que, como en ocasiones anteriores, la asignatura pendiente fue el gol.

Tras el paso por los vestuarios, el encuentro siguió caminando con la misma dinámica. Faltó un referente en los minutos iniciales. La Mutilvera tampoco pasaba muchos apuros, pero adolecía de presencia en campo contrario. Fue por ello por lo que ambos técnicos quisieron agitar el encuentro desde el banquillo. Con los cambios, el juego perdió vistosidad y calidad, con constantes disputas en balones divididos en el centro del campo, un escenario que benefició al cuadro navarro, más dominador pero sin precisión en el último pase. Germán atrapó antes de alcanzar la hora de partido un chut lejano de Sergio López.

Entre tanta pugna en la medular tuvo su opción el equipo de Ezequiel Loza para llevarse la victoria. En el 87, el revulsivo Dani Salas envió al limbo un remate cómodo tras un error de un defensor a la hora de medir el bote en un envío colgado al área.