Lo más preocupante de que un equipo de fútbol tenga que meterse en casa durante diez días es que ha de cortar su ritmo de manera repentina. Los futbolistas pasan de mantener una actividad propia de un deportista profesional a ser ermitaños que no salen de las cuatro paredes de su hogar. Dejan de entrenar y dejan de jugar, por lo que pueden reaparecer en su lugar de trabajo un tanto oxidados o trabados. Lo normal, al haber sido tan pocos días, es que tampoco necesiten demasiado tiempo de adaptación, pero lo malo es que el primer partido una vez recuperada la normalidad viene demasiado pronto y sin apenas tiempo de adquirir de nuevo la temperatura correcta. Sin embargo, el racinguista puede estar tranquilo. Tanto por lo que se ve en las primeras sesiones tras el confinamiento al que se han sometido los futbolistas como por lo que ellos mismos dicen, están bien, como si nada hubiera pasado. «No se ha notado mucho el parón», admite Nana. Es algo que habrá que comprobar cuando empiece el fuego real.

El medio centro ghanés, que ya tuvo que vivir el duro confinamiento de primavera manteniendo en todo momento la actividad física con sus compañeros de entonces porque a la salida del mismo les esperaba un playoff, reconoce que los entrenamientos de la semana pasada por ‘Zoom’ les han venido «muy bien a todo el mundo». «Se ve que todos hemos estado muy implicados», afirma Nana. A eso ayudaba, como él mismo confiesa, que durante esas sesiones virtuales estuvieran «el míster y el cuerpo técnico siempre pendientes». «Todo el mundo ha actuado con responsabilidad, físicamente nos encontramos bien y por eso estamos seguros de que vamos a estar a la altura en estos dos partidos que nos vienen y que los vamos a afrontar muy bien físicamente para poder competir y ganar».

Reconoce el centrocampista verdiblanco, que ha sido uno de los jugadores más utilizados en las seis jornadas ligueras disputadas a pesar de haberse quedado fuera de la convocatoria en el mejor partido hasta la fecha del Racing, que el confinamiento de diez días incluso se le ha hecho «más corto de lo que esperaba». «Pensaba que se iba a hacer largo meterse otra vez en casa, pero entre los entrenamientos que hemos hecho tanto cada uno como en grupo por ‘Zoom’, pienso que nos lo hemos ido montando muy bien», apunta el jugador llegado del Cornellá el verano pasado. Con todo, y a pesar de que diez días encerrados en casa no se han hecho tan duros como podían prever cuando comenzó el encierro, había muchas ganas de volver a la rutina y eso se vio en el primer entrenamiento tras superar el túnel, que fue el del pasado domingo: «Todo el mundo estaba con ganas y eso se veía en la cara de felices que tenían por poder volver. Esperemos que no nos pille otra vez».

Esas sesiones hogareñas en las que había que cumplir con la tabla de ejercicios encomendadas por Manuel Ruiz Cueli eran muy exigentes, lo que les ha venido bien a la hora de volver con los mecanismos aún engrasados. «Nos mete mucha caña», confiesa Nana. Pero éste tiene claro que está «muy bien para todos». Sobre todo, teniendo en cuenta que pasado mañana ya tendrán un encuentro a vida o muerte y que después, sin apenas descanso, tendrán que jugar en Getxo. Recuerda el centrocampista del Racing que serán «dos partidos difíciles y, además, fuera de casa». Por eso tuvieron muy clara desde el principio la necesidad de «volver muy bien para ganar esos partidos». «Nos ha metido caña pero ha merecido la pena porque ahora vemos en los entrenamientos que la gente ha llegado muy bien», subraya.

El positivo de Jon Ander fue el primero detectado en la primera plantilla verdiblanca. Más tarde o más temprano, todo equipo es consciente de que le puede tocar y que incluso es probable que le toque alguna vez a lo largo de la temporada. En el Racing, como sostiene Nana, lo llevan con «tranquilidad». «Todo el mundo intenta cuidarse y seguir los protocolos siempre con precaución», afirma. Dichos protocolos se han reforzado a partir de esta semana para intentar que no toda la plantilla sea considerada contacto directo si se detecta otro positivo y los jugadores, como reconoce el jugador africano, los cumplen sin problema. Son obligaciones del guión en tiempos extraños.

Parones como el que ha sufrido el Racing van a obligar a lo contrario en semanas posteriores. Es decir, a tener que acumular muchos compromisos en pocos días. Esta misma semana, esa acumulación viene por diferentes motivos, como es la aparición de la Copa del Rey 72 horas antes de uno de los desplazamientos ligueros más complicados de toda la temporada. Hay quien cree que Rozada se puede plantear reservar piezas importantes en Mutilva pensando en Gobela, pero Nana ya adelanta que ni mucho menos piensan en «primar ningún partido por encima del otro». «Sabemos dónde estamos», asegura. «Somos el Racing y eso exige ganar siempre, ya sea fuera o en casa y ya sea en una competición o en otra», sostiene. Es algo que, como reconoce el jugador ghanés, tienen «clarísimo todos los jugadores cuando firman con el Racing». Son conscientes, según afirma, de la «responsabilidad» que conlleva.

Además, el medio centro verdiblanco destaca que ganar y superar la eliminatoria el próximo jueves puede traer consigo «un premio muy bonito» en forma de un rival especialmente atractivo en la siguiente ronda. De ahí que estén «con ganas de afrontar el partido del jueves y de acabar bien el domingo en el último partido del año, que también hace falta».

La posición. Nana ha jugado como interior, por delante de un único pivote, cada vez que ha tenido que jugar con el Racing a excepción de en Leioa, cuando ejerció él ese primer rol que aquel día le colocó por detrás de Martín Solar y Benktib en la sala de máquinas. Es donde más a gusto está. Cuando se presentó como jugador verdiblanco, confesó que donde «más cómodo» se encontraba y donde más le habían colocado los entrenadores a lo largo de su carrera era «de seis o en el doble pivote». Con todo, tiene claro que es algo que ya «sabe» el cuerpo técnico y que, a partir de ahí, el técnico es quien elige. Sabe que Rozada cree que también puede aportar como interior y él está de acuerdo. De hecho, él estará de acuerdo en jugar donde sea con tal de hacerlo y poder «aportar al equipo». Incluso en banda si hace falta.

Lo malo para sus intereses particulares fue que, justamente cuando por fin pudo jugar de pivote, el equipo encajó su única derrota de la temporada. Lo bueno es que, ni siquiera habiendo parado dos fines de semana, el Racing ha pegado un bajón clasificatorio. Aprovechando que tenían que estar en casa y que, más allá de las obligaciones que les ponían los técnicos, tampoco había mucho que hacer, ha estado viendo los partidos de los que «están ahí arriba» o de los que, dicho de otro modo, pueden ser sus rivales directos. Y lo cierto es que los resultados de esos equipos les han venido «bien» porque apenas han ganado. De todas maneras, Nana recuerda que nada de eso habrá servido de nada si ellos no hacen su «parte» del trabajo, que es ganar los partidos pendientes que tienen. «Tenemos que centrarnos en lo nuestro porque somos el Racing y por eso nuestra obligación es siempre ganar todos los partidos», concluye.

«Ascender» para escapar de la hierba artificial

Una de las grandes dificultades o complicaciones que va a tener esta extraña semana de dos partidos en 72 horas con la que el Racing va a terminar el, a su vez, año más raro de todos, está en que va a tener que jugar a domicilio en dos campos complejos, extraordinarios y, para colmo, de hierba artificial. No va a ser excusa. Menos aún, para Nana. «Yo nunca me voy a quejar del campo», aseguró ayer. Y no lo dice por decir: «Vengo de otra parte del mundo en donde me ha tocado jugar en campos peores. En Ghana lo he hecho incluso sobre arena y la temporada pasada jugaba en un equipo que jugaba sus partidos en casa sobre hierba artificial y, además, de la dura». Todo un baño de realidad la afirmación de Nana, que ya advierte de que, si le toca «salir a competir», lo hará «igual  que si lo hiciera en casa sobre un campo natural». «Cuando haya que ir al suelo iré al suelo y cuando haya que saltar saltaré para darlo todo por el equipo», aseveró el medio centro verdiblanco. Y tiene claro que lo harán «igual todos los compañeros». Lo que sí recuerda Nana es que el Racing, le guste o no, está en «segunda B» y si los futbolistas quieren escapar de campos con hierba artificial, «lo que hay que hacer es ascender lo antes posible». «A día de hoy, estamos donde estamos y toca mentalizarse de la situación para competir al máximo y ganar», resalta. La mera experiencia del presente curso, por corta que haya sido hasta la fecha, ya les deja claro que ninguna plaza es fácil y que nunca van a ganar «sólo por ser el Racing». «Hay que competir y ser mejor que el rival para ganarle. Nosotros estamos preparados para ello y con esa intención iremos el jueves para pasar de ronda», concluyó.