En el Racing ya tienen claro que no van a esperar a que desde la Federación les den luz verde para comenzar el trabajo. Jugadores y técnicos tenían previsto comenzar el pasado lunes pero, aunque no han puesto una nueva fecha, posiblemente sea a finales de este mes cuando vuelva la actividad a las instalaciones Nando Yosu para que Javi Rozada y el resto del cuerpo técnico puedan garantizarse una pretemporada de al menos seis semanas, que es lo mínimo que entienden necesario para completar una puesta a punto que incluso será más importante que cualquier otro año por la necesidad de estar bien desde el primer día.

Todo se va a retrasar alrededor de un mes y eso relajará los ritmos. Desde el club aseguran que ya no habrá prisa por cerrar la plantilla y, sobre todo, para cerrar las operaciones importantes de los jugadores llamados a marcar diferencias. A la hora de elegirlos, los responsables del proyecto deportivo a buen seguro tendrán muy en cuenta en qué grupo va a caer el Racing. Todavía no hay nada cerrado al respecto pero José Ángel Peláez, presidente de la Federación Cántabra y de la Comisión de Segunda B de la Española, dejó caer ayer en la cadena Ser que lo más lógico sería que tanto el equipo santanderino como el Laredo quedaran encuadrados con los equipos vascos, riojanos, navarros y aragoneses. Es algo que queda consensuar pero, teniendo en cuenta que este año se va a mirar aún más que de costumbre la cercanía geográfica, ni mucho menos resultaría descartable.

De confirmarse esto, los dos equipos cántabros se medirán a nueve equipos vascos (Bilbao Athletic, Real Sociedad B, Alavés B, Amorebieta, Barakaldo, Arenas, Real Unión, Leioa y Portugalete), cuatro navarros (Mutilvera, Osasuna B, Izarra, Tudelano); tres riojanos (UD Logroñés, Haro, Calahorra) y otros tantos aragoneses (Ejea, Tarazona y Ebro). Esto quiere decir que todos ellos formarían uno de los dos grupos de 21 que tendrá que haber el próximo curso en la categoría de bronce al dar cabida, finalmente, a 102 equipos. En principio, uno de los subgrupos que disputarían la primera fase lo formarían vascos y cántabros y riojanos, navarros y maños el otro.

Todo está a falta de consensuar, que tampoco será fácil porque los ‘gallos’ querrán evitarse para tener cuantos menos problemas mejor a la hora de superar el primer corte, que es el que da acceso a seguir luchando por el ascenso y no quedarse apeado tras sólo 18 partidos. El cuerpo técnico tendrá seguramente en cuenta que no es lo mismo jugar contra equipos asturianos y gallegos y en sus campos que hacerlo contra los vascos.

Como el resto de clubes, el Racing hizo saltar sus propias alarmas cuando comenzó a trasladarse la noticia de que la competición podía retrasarse al 2021, por lo que se tranquilizaron cuando la Federación negó la mayor. Con todo, su director general reconoció ayer en Onda Cero que están ante «un panorama difícil» porque, ya de por sí habría sido «compleja» en una situación de normalidad por los pagos que hay que afrontar. Además de las nóminas de sus profesionales, ha de abonar un nuevo plazo del concurso de acreedores a finales de año y eso, con la actividad futbolística paralizada, habría puesto la viabilidad de la entidad en un serio compromiso. «Los máximos accionistas tendrían que haber realizado una nueva aportación», señaló Víctor Alonso. Sin embargo, no cree que vaya a ser necesario y que bastará con sacar «máximo rendimiento de los ingresos del club para, a partir de ahí, establecer una hoja de ruta».

Todo ello, dentro de un panorama repleto de «incertidumbres y una situación compleja y preocupante». Como el resto, está a la espera de conocer si van a poder entrar los aficionados a los campos y cuántos. De hecho, entiende que esa incertidumbre también está haciendo que la opción favorita de los racinguistas a la hora de recuperar lo no disfrutado el curso pasado esté siendo el de solicitar la devolución del dinero.