Guillermo Fernández Romo terminó el encuentro «satisfecho» y valorando en su justa medida el triunfo conseguido, que no había sido fácil. Sobre todo, por haberse quedado con los tres puntos en un contexto de «partidos ajustados» a lo lago y ancho de toda la jornada, lo que entiende lógico porque los equipos aún se están haciendo. Ni siquiera le cogió por sorpresa las lagunas que pudo ofrecer el Racing en su juego creativo porque, como recordó, «para jugar bien no sólo tienes que ser tú capaz de hacerlo, sino también tener un rival que lo permita». Y el Tudelano no es de los equipos que permite nada.

«Ellos han hecho un trabajo defensivo muy bueno, han estado a una buena altura e impedían que tuviéramos una buena circulación», explicó Fernández Romo en sala de prensa. Lo bueno es que se produjo de pronto la conexión entre Pablo Torre y Cedric, lo que consideró una suerte pero, en concreto, «una suerte trabajada y provocada por tener la intención desde el primer minuto».

Llamó el entrenador a «analizar todas las cosas» que habían pasado durante el encuentro a lo largo de la semana porque la intención es «ser el mejor equipo posible para ganar cada partido y ser cada semana mejor». Con todo, precisó que, seguramente, él se quedaba con cosas con las que no se quedaban aficionados o periodistas, como son «las voluntades, las intenciones, la intensidad emocional de hacer las cosas o insistir». Y cree que la suma de todo eso fue lo que llevó a conseguir el gol en el 87, ya que sus hombres mostraron la intención de «querer ir a por el partido».

Recordó el entrenador del Racing que es «imposible» dar a estas alturas «el nivel al que queremos estar en marzo o en noviembre». Su intención es estar «lo mejor posible esta semana para sacar también el próximo partido adelante». Con todo, también consideró que nada de eso ha de ser «una excusa para no estar ajustados, para no exigirse o para no hacer las cosas lo mejor posible». Lo que, de partida, ha de ser una alegría es comenzar con vitoria por la certeza de haber sacado «un partido difícil que ha costado mucho».

No estuvo de acuerdo el entrenador madrileño en que su equipo hubiera estado espeso en la creación porque, como recordó, tuvo «muchas llegadas y cercanía en el área en la primera parte». Admitió que había faltado «finalizar» pero valoró esa capacidad de jugar en el área contraria porque «cuesta mucho». Sobre todo, ante un equipo con la disposición del Tudelano. Reconoció que había sido fundamental que se encontraran Pablo Torre y Cedric pero lo contextualizó, ya que entiende que «el acierto individual depende siempre de los procesos colectivos».

Extrañó que Íñigo comenzara en el banquillo y Fausto Tienza lo hiciera sobre el césped. Y explicó Fernández Romo que lo hizo porque entendía que al equipo le podía ir mejor con el que elegido para estar en el once. «Ellos son muy físicos, practican un juego directo e intentan contraatacar, por lo que Fausto entendía que da un poso importante para quitar la pelota y tener después continuidad en la circulación», recalcó el técnico verdiblanco. Éste insistió en que los partidos suelen ser «largos y van cambiando», por lo que tiene claro que Íñigo, cuando entró, se vio «favorecido por el trabajo anterior de otro compañero». Del canterano, eso sí, destacó su «energía y claridad y disposición para tener la pelota» que el grupo agradeció.

Pablo Torre, uno de los nombres propios del partido, no iba a haber jugado por un esguince de grado I-II que había sufrido ocho días antes y que suele demandar un mínimo de un par de semanas para recuperarse. Sin embargo, jugó media hora. Explicó Fernández Romo que ni mucho menos entendían que podía suponer un riesgo, sino que el primero que lo ha decidido fue el propio futbolista y que, los demás, los médicos y los técnicos, habían tomado la decisión final. «Para eso hay un servicio médico», recordó.

El mercado se cierra esta semana y el mensaje en el Racing sigue siendo el mismo que en los últimos días. Y Fernández Romo no descartó nada porque es consciente de que puede «haber sorpresas de última hora más allá de que el mensaje general es el de que estamos satisfechos con lo que tenemos, con lo que somos y con lo que queremos ser». Entiende, eso sí, que puede haber «circunstancias de mercado que igual se pueden aprovechar». Atentos habrá que estar, por lo tanto, a lo que pase en las próximas horas.