La declaración de Luis Rubiales ante el Juzgado de Instrucción nº4 de Majadahonda ha sido un acontecimiento de gran relevancia en el ámbito del fútbol español. El ex presidente de la Federación Española de Fútbol compareció durante más de cuatro horas ante la jueza, enfrentándose a interrogantes relacionados con su gestión durante el período comprendido entre 2018 y 2023. Desde su llegada al filo de las 9:30 de la mañana hasta su salida pasadas las 2:30 de la tarde, Rubiales se mostró seguro y decidido, respondiendo con claridad y determinación a todas las preguntas planteadas en el interior del juzgado.

El caso Brody, que investiga presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales durante su mandato, ha puesto bajo escrutinio la actuación de Rubiales al frente de la federación. A pesar de las acusaciones, Rubiales mantuvo su postura de inocencia, afirmando categóricamente que nunca ha habido irregularidades en su gestión ni recepción de dinero de manera ilícita.

Tras la larga sesión de interrogatorio, Rubiales salió del juzgado para enfrentarse a la prensa, que había estado aguardando desde las primeras horas de la mañana. Aunque no aceptó preguntas, Rubiales reiteró su posición, enfatizando que está dispuesto a colaborar plenamente con la justicia y que desea que todo se esclarezca cuanto antes.

Uno de los puntos centrales de su declaración fue el contrato de la Supercopa, que llevó el torneo a Arabia Saudí. Rubiales defendió la legalidad del contrato y señaló que fue fundamental para la estabilidad financiera del fútbol español, especialmente en un contexto marcado por la crisis provocada por la pandemia. Afirmó que gracias a su gestión, la facturación aumentó significativamente, alcanzando los 400 millones de euros, y que su trabajo contribuyó a que España obtuviera la asignación para el Mundial de 2030, aunque estas afirmaciones están sujetas a comprobación.

En relación con el contrato con Arabia Saudí, Rubiales mencionó a Kosmos y algunos departamentos de la Federación, sugiriendo que el contacto inicial no fue establecido por la entidad que presidía, sino por Gerard Piqué. Rubiales aseguró que el contrato fue aprobado por el comité ético y el departamento de cumplimiento normativo de la Federación, reforzando su argumento sobre la legalidad de sus acciones. Al salir del juzgado, Rubiales se enfrentó a la prensa, sin admitir preguntas pero reafirmando su posición: "Jamás ha habido dinero que haya llegado de manera irregular".

Al concluir su declaración, Rubiales expresó su satisfacción por los logros alcanzados durante su mandato, destacando los avances tanto en el ámbito deportivo como en el económico. A pesar de las adversidades y las querellas, Rubiales afirmó su convicción de que se hará justicia "soy el primer interesado en que todo se aclare" y reafirmó su compromiso con la legalidad y la transparencia en su actuación como presidente de la Federación Española de Fútbol.