26.04.2024 |
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Equipo hecho excepto la izquierda

Solabarrieta tendrá que basar su once inicial del domingo en los nueve jugadores no confinados que tiene disponibles | Le faltan un lateral zurdo y un extremo que no podrán entrenar hasta mañana tras 8 días encerrados

Aritz Solabarrieta, a punto de rematar a portería un balón. / Hardy
Aritz Solabarrieta, a punto de rematar a portería un balón. / Hardy
Equipo hecho excepto la izquierda

Tras haber disfrutado ayer de un día de descanso, los únicos diez futbolistas del primer equipo que no están confinados, a parte de Villapalos, que está descatalogado hasta final de temporada por lesión, volverán a las instalaciones Nando Yosu para completar un entrenamiento que intentará tener todo el aspecto de normalidad que sus protagonistas puedan darle. Son muy pocos los efectivos de los que dispone Aritz Solabarrieta pero tiene la suerte de que son jugadores titulares. Al menos, todos ellos, a excepción de Álvaro Traver, partieron de inicio en Tarazona, por lo que se puede decir que el entrenador de Ondarroa tiene buena parte de su equipo hecho con vistas a la visita a Zaragoza del próximo domingo. El único problema lo tendría en la banda izquierda porque entre los jugadores que tendrá en la mañana de hoy consigo no hay ni un solo lateral izquierdo y el extremo zurdo del que dispone no podrá jugar el domingo al estar sancionado. De este modo, a la fuerza habrá jugadores en tierras manchegas que salgan a jugar con, a lo sumo, tres entrenamientos en sus piernas en dos semanas.

El técnico verdiblanco deberá elegir durante las horas previas al partido de Zaragoza si echar mano de lo que, a priori, parecería más seguro, que sería utilizar a los futbolistas que no han estado más de una semana encerrados en casa, o introducir variantes al equipo que jugó en Tarazona. Lo normal sería realizar unas cuentas porque, aunque ya queda lejos, el partido fue muy malo y lo justo habría sido que el equipo cántabro hubiera sido incluso goleado por un rival que, por ejemplo, el sábado pasado se mostró muy inferior al Laredo en San Lorenzo. Sin embargo, la situación que atraviesan sus futbolistas le acortan el margen de maniobra. Antes de ver con quién puede contar de verdad o con quién no, tendrá que ver en qué estado vuelven los confinados a la actividad.

Probablemente, eso es algo que sucederá mañana. El último contacto de los confinados con el jugador que dio positivo fue el lunes de la semana pasada y los diez días se cumplirían mañana a mediodía. En los planes del club, fundamentados en lo que, a priori, les ha trasladado el departamento de Salud, pasan por que los jugadores, si siguen sin presentar síntomas, pasen un test de saliva por la mañana y por la tarde puedan estar ya a plena disposición de su entrenador si todos los resultados resultan negativos. Es por eso por lo que, en principio, la sesión de mañana está prevista para las cinco de la tarde. Es entonces cuando los jugadores del Racing confían en verse de nuevo para contarse las aventuras de la última semana, volver a correr y pensar ya de lleno en el compromiso liguero del domingo, que bien podría dejar visto para sentencia su clasificación para Primera RFEF o, en el peor de los casos, para meterse en problemas.

Serán tres los entrenamientos de los que disponga un grupo de futbolistas que habrá estado metido en casa más de una semana y que no entrena desde diez días antes. A todo esto hay que sumar que el sábado hay que hacer frente a un viaje nada despreciable hasta Zaragoza, por lo que las piernas de todos esos futbolistas no estarán en el mejor de los estados. Por eso se antoja poco probable que Solabarrieta no vaya a contar con alguno de los jugadores que han podido librarse del confinamiento. Lo que sucede es que le faltan dos piezas.

No tiene lateral izquierdo porque Isma López fue el primero que se fue fuera tras el mal partido que estaba protagonizando, al igual que sus compañeros, en Tarazona. Como no salió a jugar tras el descanso, al día siguiente entrenó en el grupo de los suplentes y, por lo tanto, pudo tener contacto con Pablo Andrade. Él es el único que tiene claro que va a jugar de inicio en Zaragoza a pesar de haber estado confinado porque el otro lateral izquierdo del equipo es el único que está pasando la enfermedad y que, además, no cuenta para nada para el entrenador. De hecho, éste a buen seguro que situaría a Óscar Gil en el puesto del tres antes que al brasileño, como ya hizo en varios partidos durante el mes de enero.

El otro problema lo tiene por delante. Solabarrieta sólo cuenta con Álvaro Traver para jugar en banda porque Bustos, el otro extremo que se ha librado del encierro, no puede jugar por tener cinco cartulinas amarillas acumuladas. Debía haber cumplido sanción el domingo pasado contra Osasuna B pero, al no disputarse ese partido, el castigo pasa a la siguiente jornada. De este modo, el técnico tendrá que elegir una opción de entre los jugadores que están confinados. En el caso de que Soko, como parece, haya dejado atrás el esguince que, precisamente, le hizo retirarse a los veinte minutos del partido de Tarazona, será seguramente la opción elegida porque la otra es Marco Camus. Éste ya ha dejado atrás su lesión pero lo último que le hacía falta para adquirir el ritmo de competición que necesita es un parón de una semana como el que está teniendo que soportar.

Gerson. De este modo, Solabarrieta podría tener ya el equipo hecho en el caso de que entienda que puede ser precipitado poner a más de dos jugadores que han estado confinados sobre la cancha. Así, Lucas Díaz estaría en portería, Ceballos en el lateral derecho e Isma López en el izquierdo con Mantilla y Lars Gerson en el centro de la retaguardia. Ninguno de los dos centrales estuvo bien en Tarazona y cabría la posibilidad de que Óscar Gil, que estaba rindiendo a un buen nivel hasta que el entrenador decidió probar al luxemburgués, pudiera entrar por alguno de ellos, sobre todo este último. Sin embargo, todo dependerá del estado en el que vuelvan del confinamiento.

Nana y Riki son los jugadores que han podido entrenar estos días con cierta normalidad y que posiblemente ocupen la sala de máquinas, Traver podría ocupar el extremo izquierdo, Soko el derecho, Pablo Torre la media punta y Cedric la delantera. De esta manera, el Racing apenas tendría la excusa del confinamiento porque sólo dos o, si Solabarrieta lo estima oportuno tres, habrían pasado ese ‘castigo’. A lo largo del día de hoy intentará empezar a preparar el partido más en detalle con esos pocos jugadores que tendrá hoy disponibles pero que serán los que, mayoritariamente, formen el once inicial del próximo domingo, por lo que se pueden hacer cosas. Sobre todo, conocerse bien las formas del Ebro, un equipo de los que intenta jugar y tener la pelota, por lo que, viendo los precedentes, lo más seguro es que al conjunto cántabro le toque correr detrás de ella. Renuncia a la posesión cuando hay alguien que la quiere y, a partir de ahí, sólo le queda estar acertado cuando logre robar. Lleva tiempo el equipo jugando a pequeño y en Zaragoza, además, contará con la excusa de venir de dos semanas complicadas.

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