La derrota en Langreo mete en problemas a la Gimnástica
La Gimnástica salió derrotada de su visita a un Langreo que enlazó su tercera victoria consecutiva por 1-0. La falta de pegada, un nuevo error en defensa y la actuación del portero local fueron las causas de que el conjunto cántabro perdiera en el Nuevo Ganzábal y se coloque en una situación clasificatoria que empieza a preocupar seriamente. Un gol encajado mediada la primera parte condenó a una Gimnástica que suma ya nueve partidos consecutivos sin conseguir dejar su portería imbatida.
En el primer tiempo la Gimnástica repitió el patrón visto las últimas semanas. El conjunto blanquiazul no fue inferior a su rival, dispuso de ocasiones claras para marcar, pero acabó viéndose condenada por una nueva imprecisión defensiva en una de las pocas oportunidades de su oponente. Estos primeros 45 minutos resultaron bastante igualados, con algunos minutos de control del Langreo y un tramo final, tras el gol local, de absoluto dominio de la Gimnástica.
Las primeras llegadas correspondieron al equipo langreano, con sendos remates de Ángel y Steven que salieron muy cerca de la portería defendida por Sotres. El primer aviso serio de la Gimnástica llegó a través de una jugada individual de Tobar que fue bien respondida por Adrián Torre, que con sus paradas resultó decisivo en la victoria de su equipo. En el minuto 33 tuvo lugar el gol del Langreo.
Steven aprovechó un error defensivo de la Gimnástica en una acción a balón parado para adelantar a su equipo. El cuadro blanquiazul supo reaccionar bien y tuvo dos oportunidades muy claras para haber conseguido empatar el partido antes de llegar al descanso, pero Álex Basurto y Tobar se toparon, respectivamente, con Nacho López, que despejó el balón en la misma boca de gol, y Adrián Torre, que sacó una meritoria mano para evitar el tanto.
El segundo tiempo fue un querer y no poder de la Gimnástica ante un Langreo muy serio atrás que tuvo sus opciones al contraataque. El conjunto cántabro tuvo el balón y buscó continuamente el área local, pero, al igual que le sucedió ante el Valladolid Promesas siete días atrás, no fue capaz de batir la portería de Adrián Torre. Todos los intentos de la Gimnástica resultaron baldíos.
Tobar hizo trabajar a fondo al portero y a sus marcadores, Pol Bassa se hartó de poner balones desde la banda, Álex Basurto lo probó de todas las maneras posibles. Los minutos fueron pasando y las posibilidades se iban esfumando. La Gimnástica lo intentó hasta el pitido final, pero el cuadro blanquiazul se encuentra inmerso en una dinámica complicada de explicar y la derrota resultó inevitable.