El conjunto de Luis Fernández mostró dos caras: un notable primer tiempo en el que encarriló el triunfo con los tantos de Chus Villar y Cañizo, y un flojo segundo tiempo en el que el Valladolid Promesas apretó y terminó empatando el encuentro. Aún así, el cuadro aurinegro no se desmoronó y apretó en los últimos instantes para lograr un triunfo clave gracias al segundo tanto de la matinal de Cañizo tras una gran acción de Chus Villar, autor del 1-0, en el minuto 96.

Arrancó algo dormido el equipo cayonés, que intentó sorprender a su rival con la presencia de tres centrales y dos carrileros. El Valladolid Promesas rápidamente se hizo con el control del partido y a los tres minutos tuvo su primera ocasión en una jugada individual de Pozo, que dribló en la frontal del área para finalizar con un disparo raso al que tuvo que reaccionar con una buena estirada Galnares. El primer susto no terminó de despertar a un conjunto cántabro un tanto apático y de nuevo el cuadro pucelano tuvo la oportunidad de adelantarse en una falta lateral. Fue en un balón colgado al segundo palo. Allí apareció solo Cedric que no supo poner bien la cabeza y mandó el esférico por encima del larguero. 

Sin embargo, cuando peor lo estaba pasando el conjunto de Luis Fernández se encontró con un premio que nadie esperaba en el Fernando Astobiza. El 1-0 se originó en un centro desde la banda izquierda de Montiel. Chus Villar se elevó por encima de todos los defensores del conjunt blanquivioleta para mandar el cuero a la red con un certero cabezazo picado.

El gol liberó los nervios del Cayón. Se asentó mejor en el partido y tan solo cinco minutos después del primer tanto, el cuadro de Luis Fernández estuvo a punto de ampliar la ventaja en un balón que salió rebotado en el centro del campo y Dani Salas lo aprovechó para correr al espacio, driblar a su marcador y, en el mano a mano contra Rafús, estrelló el esférico en el larguero. Tras esta ocasión, el partido se convirtió en un toma y daca constante. Mucha intensidad y velocidad de ambos equipos y ahí el Promesas exprimió su calidad ofensiva. En un centro lateral, Dani Fernández se adelantó a la defensa del cuadro aurinegro y marcó. Sin embargo, el asistente señaló un fuera de juego muy protestado por el banquillo de Álvaro Rubio.

El filial no se encontró mal con el balón en los pies. Mostró, no obstante, una debilidad muy grande en los laterales, especialmente en el lado de Koke. De nuevo un centro por esa banda significó el segundo tanto del Cayón. Colgó el cuero Dani Salas y lo empujó a la red con la cabeza Cañizo. 

Con el resultado muy favorable para el equipo de Luis Fernández, el encuentro entró en una dinámica de parones y en una de esas faltas el cuadro vallisoletano salió beneficiado para que Pozo hiciera el 2-1. Realizó un golpeo magistral que entró por la mismísima escuadra. Un gol clave justo antes del descanso.

Tras el intermedio el encuentro se volvió más brusco. Mucho juego directo y pocas ocasiones de gol. El cuadro de Rubio se volcó a por el empate, pero pecó de ansiedad y precipitación en ataque. Se encontró con un regalo que no desaprovechó. Penalti de Mier. Llegó muy tarde al cruce en una jugada rápida y se llevó por delante a Frimpong. El árbitro no dudó y señaló la pena máxima. Chuky asumió la responsabilidad y batió a Galnares con un disparo fuerte y raso para establecer el 2-2.

Con el paso de los minutos, ninguno de los contendientes terminó por hacerse con el control del choque. Cada equipo tuvo sus momentos, pero falló el último pase y apenas hubo ocasiones de gol. El Cayón terminó el partido atacando, pero se encontró con una defensa del equipo blanquivioleta mucho más seria que la vista en el primer tiempo. Solidez que perdió en el último suspiro. Chus Villar realizó una cabalgada para acabar centrando al segundo palo donde apareció Cañizo para marcar a placer y desatar la locura por un triunfo que supone tres puntos de oro.