27.04.2024 |
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Suecia se une oficialmente a la OTAN tras dos años de la invasión de Ucrania

Suecia se une a la OTAN en Washington, marcando un cambio significativo en su política exterior tras la invasión rusa en Ucrania

Un grupo de soldados participa en un ejercicio de la OTAN. / Kay Nietfeld
Un grupo de soldados participa en un ejercicio de la OTAN. / Kay Nietfeld
Suecia se une oficialmente a la OTAN tras dos años de la invasión de Ucrania

Suecia formalizó su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mediante la entrega oficial del documento de acceso en Washington, en un movimiento estratégico que marca un hito en su política exterior. Este paso significativo se produce poco más de dos años después de la invasión rusa de Ucrania, que ha alterado las percepciones de seguridad en Europa y ha llevado a una reconsideración de las alianzas militares por parte de varios países.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, encabezó la delegación que entregó el instrumento de acceso al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en una ceremonia que simbolizó el compromiso de Suecia con la seguridad regional y la cooperación internacional. La incorporación de Suecia como miembro de pleno derecho de la OTAN marca un cambio significativo en la política exterior del país escandinavo, que ha mantenido una tradición de neutralidad militar durante más de dos siglos.

El proceso de adhesión de Suecia a la OTAN ha sido objeto de debate y escrutinio público en el país, especialmente en medio de la creciente tensión en la región del Mar Báltico y el Ártico, donde las actividades militares rusas han generado preocupación en los países vecinos. La invasión rusa de Ucrania en 2014 fue un punto de inflexión crucial en este sentido, llevando a Suecia y otros países de la región a reevaluar su seguridad y sus opciones de defensa.

Antony Blinken, en su discurso durante la ceremonia de entrega del documento de acceso, destacó la importancia estratégica de la inclusión de Suecia en la OTAN, señalando su contribución en áreas clave como el Ártico y el Mar Báltico. Además, resaltó el cambio de percepción en Suecia hacia la membresía en la Alianza Atlántica, que pasó de ser un tema controvertido a contar con un amplio apoyo público después de la invasión rusa de Ucrania.

El primer ministro Kristersson describió el día como «histórico» para Suecia, subrayando la importancia de completar la inclusión de los países nórdicos bajo el paraguas de la OTAN y consolidar la seguridad en la región del Mar Báltico. Expresó su gratitud hacia el apoyo bipartidista en el Congreso de EE. UU. y hacia los miembros de la Alianza, comprometiéndose a cumplir con las responsabilidades y expectativas como nuevo miembro.

Este paso hacia la membresía plena en la OTAN marca el final de dos siglos de política de no alineación militar para Suecia y refleja un cambio significativo en su postura política exterior. Desde el final de la Guerra Fría, Suecia ha ido dando pasos gradualmente hacia una mayor cooperación con la OTAN, como su participación en la iniciativa Asociación por la Paz de la Alianza y la contribución de tropas a misiones internacionales. La decisión de unirse a la OTAN ha sido objeto de debate y análisis en Suecia, con argumentos a favor y en contra sobre los beneficios y riesgos de la membresía en la Alianza Atlántica. Sin embargo, el amplio apoyo público y el respaldo político han allanado el camino para la adhesión oficial de Suecia, que se compromete a contribuir a la seguridad y estabilidad regional como miembro de pleno derecho de la OTAN.

La ceremonia de entrega del documento de acceso en Washington marca un hito en el proceso de integración de Suecia en la OTAN, consolidando su compromiso con la seguridad colectiva y la defensa común en Europa y el Atlántico Norte. Este paso histórico refleja la evolución de la política exterior sueca en respuesta a los cambios en el panorama de seguridad internacional y subraya su compromiso con la cooperación multilateral y la defensa de los valores democráticos y la paz.

El ingreso de Suecia en la OTAN también tiene implicaciones significativas para la seguridad regional en el Mar Báltico y el Ártico, donde las tensiones han aumentado en los últimos años debido a la actividad militar rusa y las preocupaciones sobre la estabilidad y la seguridad energética. La inclusión de Suecia en la Alianza Atlántica refuerza la cooperación entre los países nórdicos y bálticos en materia de defensa y seguridad, fortaleciendo la resiliencia y la capacidad de disuasión frente a posibles amenazas.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, celebró este jueves que Suecia ya sea de manera oficial miembro de la Alianza y aseguró que Estocolmo hace que la organización transatlántica sea «más fuerte». En un mensaje en la red social X, también precisó que el próximo lunes tendrá lugar la ceremonia en la que se izará la bandera de Suecia en la sede de la OTAN, en Bruselas.

«Es oficial. Suecia es ahora el trigésimo segundo miembro de la OTAN, ocupando su legítimo lugar en nuestra mesa. La adhesión de Suecia hace a la OTAN más fuerte, a Suecia más segura y a toda la Alianza más segura. Estoy deseando izar su bandera en la sede de la OTAN el lunes», escribió el político noruego. Delante del edificio de la organización transatlántica en la capital belga están colocadas en círculo las banderas de todos los Estados miembros de la OTAN. Entre ellas, se incluirá el lunes la sueca. La bandera se colocará a la vez en los mandos de la OTAN en Europa y Norteamérica. En un comunicado, Stoltenberg calificó este jueves de «día histórico» y agregó que a partir de ahora Estocolmo tendrá la misma voz que los demás miembros de la OTAN a la hora de dar forma a las políticas y decisiones de la Alianza.

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