En una escalada de tensiones políticas en España, el Partido Popular ha arremetido contra el PSOE por permitir que Pere Aragonès, presidente de la Generalitat de Cataluña, actuara como portavoz del Gobierno de coalición y expresara planteamientos relacionados con la independencia de Cataluña en una comparecencia en el Senado.

El desencadenante de esta crítica fue la comparecencia de Aragonès en el Senado, donde, ante la ausencia de representantes del Ejecutivo, reafirmó la defensa de la amnistía como punto de partida y anunció la intención de celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña. En su intervención, el presidente de la Generalitat argumentó que los españoles deben aceptar que España, un estado que considera opresor, persiguió injustamente a los líderes del proceso independentista de Cataluña en 2017.

Fuentes del Partido Popular han criticado estas declaraciones y han instado al PSOE a desmarcarse de estos planteamientos de manera inmediata. Han expresado su preocupación por permitir que un dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) como Pere Aragonès represente y comunique en nombre del Gobierno de coalición los puntos que están siendo acordados con el independentismo catalán.

Aseguran que Aragonès ha establecido la amnistía y el referéndum de independencia de Cataluña como condiciones imprescindibles para su apoyo al candidato socialista, Pedro Sánchez.

Las mismas fuentes del Partido Popular sostienen que ni España, ni sus instituciones, ni las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, ni el sistema jurídico español, ni los ciudadanos del país deben pedir disculpas a los independentistas por los eventos ocurridos en 2017 ni por la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, que contó también con el apoyo del PSOE.

La formación liderada por Alberto Núñez Feijóo lamenta la ausencia de los presidentes autonómicos socialistas y del Gobierno en funciones en el Senado, calificándola de una "ofensa al sistema parlamentario español".

Además, critican al presidente Pedro Sánchez por lo que consideran un "boicot" al Senado y destacan que el Ejecutivo central no se ha sometido a control parlamentario durante los últimos cinco meses, lo que aumenta la preocupación en el contexto político español. La tensión política entre el PSOE y el Partido Popular parece haberse incrementado en medio de esta controversia.