En una decisión que ha tomado a muchos por sorpresa, Vox Cataluña encuentra motivos para la celebración interna después de que Junts haya colocado en el centro del debate político catalán la cuestión de la inmigración irregular. Este giro inesperado se produce como resultado de la cesión de competencias sobre el "flujo migratorio" por parte de Junts, a cambio de la abstención de Vox en una serie de decretos ley propuestos por el Gobierno de España.

Fuentes dentro de la formación liderada por Ignacio Garriga en la región consideran este hecho como un "regalo" estratégico, ya que coloca en la palestra política su principal apuesta de campaña en un momento en que se vislumbra la posibilidad de un adelanto electoral para 2024. Este movimiento estratégico se presenta como un momento clave para Vox, que ha estado preparando cuidadosamente su argumentario sobre la inmigración en el Parlament durante varios meses.

Las exigencias planteadas por los nacionalistas para la votación de tres decretos han desencadenado la apertura de un debate que preocupa a un considerable 35% de la población catalana, quienes sostienen que los inmigrantes no se adaptan a sus "costumbres". La cuenta oficial de Vox no tardó en capitalizar el momentum, publicando un mensaje que proclama: "La izquierda y el separatismo van camino de convertir a Cataluña en un Califato Islámico por culpa de las políticas de fronteras abiertas y permisividad con el islamismo. Vox es más imprescindible que nunca en Cataluña y en toda España".

A pesar de considerar que la cesión del PSOE a Junts se llevó a cabo de manera problemática en términos de forma, Vox destaca la legitimación que representa para sus posturas. Argumentan que el control de la inmigración corresponde al ámbito del Estado y no a la Policía regional catalana. Sin embargo, la esencia de la situación reside en que el debate sobre la inmigración ya está sobre la mesa, un terreno en el cual Vox se desenvuelve con soltura.

Un aspecto particularmente destacado en la estrategia de Vox es la utilización de cifras para respaldar su posición. Por ejemplo, se hace referencia a datos proporcionados por THE OBJECTIVE en septiembre, donde se revela que el 30 de agosto pasado, los presos extranjeros superaron por primera vez a los españoles en las cárceles catalanas, representando el 50,11% del total.

Vox utiliza esta información para señalar una correlación entre la inmigración descontrolada y la delincuencia, una narrativa que refuerza su posición en el debate en curso. Además, la formación política busca destacar un aparente "apagón informativo" alrededor de cuestiones específicas, como la nacionalidad de los detenidos por delitos sexuales o los beneficiarios de ayudas económicas para el alquiler, preguntas a las cuales la administración catalana se niega sistemáticamente a responder.

Las expectativas electorales de Vox en Cataluña se centran en consolidar el sorpasso al Partido Popular, un hito que ya lograron en las autonómicas de 2021. Miembros de la formación señalan que un nuevo adelanto electoral podría posicionar a Vox como el "partido de referencia del constitucionalismo en Cataluña". Aunque las encuestas actuales no reflejan este escenario, Vox mantiene su postura optimista.

En este contexto, cabe mencionar las elecciones municipales de Barcelona en mayo, donde el Partido Popular liderado por Daniel Sirera superó significativamente a Vox, liderado por Gonzalo de Oro-Pulido. Sin embargo, Vox argumenta que las claves electorales eran diferentes en ese momento, centradas en temas como seguridad, grandes proyectos y recortes de gasto ideológico.

Las preocupaciones actuales de Vox y su supuesta convergencia con el Partido Popular se centran en la inseguridad. Mientras que ambas formaciones comparten inquietudes en este sentido, Vox se presenta como más contundente, abogando por medidas como la expulsión inmediata de imanes radicales y la ejecución de las penas de delincuentes inmigrantes en sus países de origen.

En resumen, Vox se encuentra en una posición estratégica única tras la cesión de competencias por parte de Junts, utilizando esta oportunidad para consolidar su presencia en el debate político catalán y posicionarse como una fuerza determinante de cara a un posible adelanto electoral en 2024.