El Gobierno español resta pujanza a la recuperación de la economía para este año. La vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, ha rebajado este viernes la previsión de crecimiento del PIB español al 6,5%. La cifra supone dar un paso atrás en el optimismo desplegado por el Ejecutivo desde hace seis meses, cuando proyectó un alza del 7,2% que aspiraba a elevar al 9,8% gracias al impulso de las ayudas europeas. Durante la presentación del nuevo escenario macroeconómico, Calviño ha admitido que los primeros tres meses han sido peores a lo esperado. “La recuperación se ha ralentizado en este inicio de 2021 con un primer trimestre por debajo de lo que esperábamos en octubre.

La realidad ha dejado obsoletas esas expectativas, sobre las que se cimentan los Presupuestos. Ni la actividad ha arrancado el año como se esperaba, ni las subvenciones comunitarias van a poder ejecutarse a la velocidad que intuía Moncloa. Aunque los datos de empleo de marzo fueron positivos, las restricciones por la tercera ola hicieron mucho daño en los dos primeros meses. Los repuntes de la enfermedad tras la Navidad, agravados por la parálisis derivada del temporal Filomena, tiraron por tierra la idea de que el año nuevo fuera también tiempo de vida nueva en lo económico. Lejos de producirse la anhelada ruptura, el aroma a 2020 también impregnó febrero. Ese mes, el avance de la afiliación en la Seguridad Social fue el menor de los últimos ocho años, lo que terminó de convencer al Gobierno de que sus predicciones habían quedado desfasadas.