Los carteros de Correos reciben directrices de sus superiores para priorizar la entrega de paquetería y cartas fechadas, que son controladas por la empresa alemana Spectos y determinan los índices de calidad del Servicio Postal Universal (SPU). Esta medida busca cumplir con los parámetros establecidos para evitar sanciones económicas, ya que el incumplimiento puede resultar en una reducción en los ingresos de Correos como operador designado para el SPU.

Javier González, empleado de Correos y representante del sindicato CGT, denuncia que se da preferencia a cartas fechadas mientras que otras, como las del SEPE, citas médicas, aguinaldos y tarjetas postales, no reciben la misma consideración. Este enfoque, según González, no está respaldado por la ley postal, que no establece prioridad entre los distintos tipos de envíos.

La falta de control por parte de las jefaturas sobre los panelistas encargados de verificar el cumplimiento del SPU ha llevado a estas prácticas. González critica las condiciones laborales, incluyendo plantillas al 50-60%, aumento de personal a media jornada y secciones de trabajo sobrecargadas. Además, destaca la priorización de paquetería de empresas como AliExpress y Amazon, que debería ser manejada por Unidades de Servicios Especiales (USE), pero estas unidades están siendo reducidas.

Esta situación genera retrasos en las entregas no prioritarias, afectando servicios esenciales como citas médicas y cartas del paro. González acusa a ciertos sindicatos de complicidad con la empresa, alegando que han firmado convenios colectivos que perjudican a los empleados y critica la precarización del trabajo en Correos.