28.04.2024 |
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SALUD

Un milagro en Unquera: La coordinación que salvó una vida

A la historia de vida de Eduardo H.A., hay que incluir el susto que vivió él y su familia cuando sufrió un ataque cardíaco en su casa. La rápida actuación de familiares y médicos le salvaron la vida

Un hombre caminado para entrar en el centro de salud de Unquera. / ALERTA
Un hombre caminado para entrar en el centro de salud de Unquera. / ALERTA
Un milagro en Unquera: La coordinación que salvó una vida

En el bucólico escenario del pueblo de Unquera, Cantabria, una familia se vio envuelta en una trama que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un conmovedor testimonio de esperanza, resiliencia y una coordinación asombrosa.

La narradora de esta epopeya, Verónica Herrero de la Gala, se nos cuenta los detalles de la extraordinaria experiencia que se desplegó el pasado 30 de octubre, cuando su padre, el señor Eduardo H.A., de 73 años, que sufrió un inesperado ataque cardíaco en la quietud de su hogar.

La mañana transcurría de manera apacible cuando Eduardo, tras una charla telefónica rutinaria con su familia, se disponía a salir a disfrutar de un sosegado vermut. No obstante, lo que parecía ser un día ordinario tomó un giro trágico y sobrecogedor.

Según el relato de Verónica, la madre de la familia, Arsela G.C., escuchó un estruendoso portazo proveniente de la cocina.  Alarmada, se precipitó hacia el baño, solo para encontrarse con la puerta cerrada, algo inusual ya que su esposo no solía cerrarla. Intuyendo que algo grave ocurría, abrió la puerta para encontrarse con una escena escalofriante: Eduardo yacía en el suelo, con el rostro amoratado y sangre en la cabeza.

PRIMEROS AUXILIOS. Sin perder un solo instante, Arsela inició los primeros auxilios, presionando el pecho de su esposo y solicitando ayuda a gritos.  La fortuna jugó a su favor, pues el centro de salud de Unquera se ubicaba justo debajo de su residencia. Un vecino, alertado por los desgarradores gritos, corrió hacia el centro de salud para pedir asistencia. El personal médico respondió con celeridad, ascendiendo con un desfibrilador y el equipo necesario para el soporte vital. Durante aproximadamente una hora, llevaron a cabo maniobras de reanimación, administrando hasta cinco descargas con el desfibrilador.

La actuación diligente y rápida del personal médico, a pesar de los recursos limitados, resalta la importancia crucial de la preparación y la habilidad en situaciones críticas.

Ante la gravedad de la situación, se solicitó la intervención de una Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) móvil, que trasladó a Eduardo a Valdecilla.

Allí, fue entubado y permaneció en coma inducido durante 72 horas antes de que comenzara el proceso de reanimación.

A pesar de la incertidumbre acerca de posibles secuelas debido al tiempo sin oxígeno, los médicos describieron el milagro que tuvo lugar: Eduardo se salvó sin ninguna secuela.

La familia expresa su profundo agradecimiento al servicio de atención, desde Unquera hasta Santander, destacando el esfuerzo conjunto que literalmente salvó la vida de Eduardo.  Se realizaron pruebas exhaustivas para determinar la causa del ataque cardíaco, pero hasta ahora sigue siendo un misterio.

Aunque Eduardo tiene un corazón débil, los médicos decidieron implantarle un desfibrilador interno como medida preventiva por si se produjese esta situación nuevamente.

EN RECUPERACIÓN. En la actualidad, Eduardo se encuentra en proceso de recuperación, superando el susto y asimilando todo el proceso.

Este relato de vida, repleto de giros inesperados, destaca la importancia de la respuesta rápida y coordinada de los servicios de emergencia, demostrando que la esperanza puede surgir incluso en los momentos más oscuros.

TESTIMONIO DE SUPERVIVENCIA. La historia de Eduardo H.A. no solo es un testimonio de supervivencia, sino también un recordatorio elocuente de la importancia vital de la preparación y la colaboración en situaciones críticas, resaltando la admirable labor de los profesionales de la salud que, con recursos limitados, desempeñaron su papel de manera ejemplar.

En medio de la incertidumbre, la familia de Eduardo sostiene la llama de la esperanza, celebrando cada día como un regalo y valorando la vida de una manera que solo una experiencia tan intensa puede inspirar.

Un milagro en Unquera: La coordinación que salvó una vida
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