El rover Perseverance de la NASA ha alcanzado un hito significativo en la exploración de Marte. Los datos recopilados por el rover mediante un radar de penetración terrestre han confirmado la presencia de antiguos sedimentos lacustres en el cráter Jezero. Este descubrimiento es un avance crucial en la comprensión de la historia geológica de Marte y fortalece la hipótesis de que partes del planeta rojo estuvieron cubiertas de agua y podrían haber albergado vida microbiana.

El estudio, publicado en la revista "Science Advances" y liderado por equipos de la UCLA y la Universidad de Oslo, se basa en observaciones de radar subsuperficiales realizadas por el rover. Estos escaneos, llevados a cabo a lo largo de varios meses en 2022, permitieron a los científicos obtener una visión transversal de las capas de roca hasta una profundidad de 20 metros, similar a observar un corte de carretera.

Los resultados de estos análisis han proporcionado pruebas inequívocas de que los sedimentos fueron depositados por agua en el cráter Jezero y su delta, de manera similar a como ocurre en los lagos terrestres. Estos hallazgos no solo corroboran estudios previos y teorías sobre la presencia de agua en Marte, sino que también sugieren que el planeta, actualmente frío y seco, pudo haber sido cálido, húmedo y posiblemente habitable en el pasado.

Los científicos aguardan con expectación la oportunidad de examinar de cerca los sedimentos de Jezero, que se cree se formaron hace aproximadamente 3 mil millones de años, en muestras recolectadas por Perseverance para su futuro transporte a la Tierra. Mientras tanto, el estudio actual representa una validación bienvenida de que la misión geobiológica de Marte se emprendió en el lugar correcto del planeta.

Este descubrimiento también resalta la complejidad de la historia geológica de Marte. Aunque los análisis iniciales de las muestras perforadas por Perseverance cerca de su lugar de aterrizaje revelaron roca de naturaleza volcánica, los nuevos datos del radar RIMFAX han encontrado signos de erosión antes y después de la formación de capas sedimentarias en el borde occidental del cráter, lo que evidencia un pasado geológico más complejo.

El profesor David Paige, científico planetario de la UCLA y primer autor del estudio, destacó la importancia de estos hallazgos. "Aterrizamos en rocas volcánicas, pero ahora que hemos llegado al delta, estamos viendo evidencia de estos sedimentos lacustres, uno de los principales motivos de nuestra misión en esta ubicación. Esto representa una historia feliz en ese aspecto," afirmó Paige.

Este avance en la exploración de Marte abre nuevas puertas en la búsqueda de señales de vida pasada y en la comprensión de la evolución de este planeta vecino, aumentando la emoción y expectativa en la comunidad científica y el público en general.