Cantabria ha ensayado este martes en el centro de atención a la dependencia de Cueto, en Santander, el protocolo de vacunación de la covid-19, que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, espera que arranque, «casi con toda seguridad», el domingo. El objetivo de este ensayo, que también ha presenciado la titular de Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, es «comprobar in situ» que el protocolo se puede aplicar en la práctica y que no va a haber ningún problema para llevarlo a cabo.

Se pretende además enfrentar situaciones que puedan no estar previstas en el protocolo, ya «que si surgen hay que darles solución», ha subrayado el consejero da Sanidad. «Está todo previsto y milimetrado para que no haya ningún problema», ha agregado. Rodríguez ha destacado el «gran trabajo» de los profesionales para llevar a cabo esta campaña porque la logística de la vacuna es «muy compleja».

Cantabria busca así tener «todo preparado» para que el domingo, si finalmente se puede empezar la vacunación, los profesionales tengan la «agilidad y soltura» que necesitan, porque el manejo de la vacuna «es complicado», ha insistido.

Equipos. En principio, a cada residencia se desplazará un equipo de enfermería -un conductor y dos sanitarios- que irá escoltado por la policía para que lleguen «en perfecto estado».

Y ha explicado que la vacuna se conserva a -80 grados en congeladores, aunque las dosis se descongelan con prontitud. Eso sí, una vez que se sacan, hay que aplicarlas como máximo en cinco horas porque después pierden su efectividad.

De cada vial hay que extraer cinco dosis y además se administran con disolución en suero salino. «La logística es complicada. Están preparados (los profesionales), pero tienen que hacer la práctica», ha enfatizado Rodríguez.

Así, se citará a los residentes para administrarles la vacuna, que quedará registrada en su historial clínico. Para este proceso valdrá con el consentimiento verbal de la persona en cuestión, siempre que tenga la capacidad. En caso de que no, se requerirá el permiso del tutor. Además, las personas que no quieran vacunarse quedarán también recogidas en un registro. Rodríguez ha explicado además que el protocolo prevé la vacunación de quienes ya han pasado la enfermedad porque todavía «no hay mucha evidencia de en qué medida están protegidas y cuanto les va a durar la protección» ante el virus.

En caso de que haya personas que estén en la fase aguda de aislamiento por ser positivo o contacto estrecho con alguien con covid, tendrán que esperar a finalizar ese proceso para ponerse la vacuna. La consejera de Políticas Sociales ha recordado que los dependientes de las residencias tienen distintas características, sobre todo de movilidad, por lo que su departamento ha trabajado con el de Sanidad para saber, por ejemplo, a cuantos usuarios hay que administrar la vacuna en su habitación, que son «una minoría».

«Es fundamental ver que lo que se ha hecho desde un punto de vista totalmente técnico y un protocolo pintado en papel, es efectivo en el simulacro», ha añadido.

La vacunación se va a llevar a cabo en todos los centros de mayores, aunque todavía no se puede saber en qué plazos, ya que estarán condicionados por la llegada de las dosis.

El Ministerio de Sanidad ha confirmado que, a partir del lunes, la periodicidad de entrega de las vacunas será semanal y, por lo tanto, a medida que vayan llegando las vacunas se irán administrando a los residentes, según ha dicho Rodríguez, quien ha puntualizado que el número exacto de dosis que llegarán durante las doce primeras semanas se sabrá mañana, miércoles.