Sheila Castro y Javier Menchaca son dos vecinos de Reinosa que han recordado cómo vivieron en primera persona las inundaciones que sufrió esta localidad en el año 2019, dejando a su paso «muchísimas pérdidas» y viviendo momentos muy, muy duros».

Así lo han señalado Castro y Menchaca en una entrevista realizada por el diario ALERTA, en la que ambos han mostrado su desacuerdo con la gestión de la limpieza de los ríos Ebro e Híjar, algo que según han coincidido fue el principal motivo por el cual ocurrió esta catástrofe natural.

«Madre mía, aquello fue casi algo que no quieres recordar. Se vivió con mucha impotencia, porque veías como el río Ebro iba subiendo. Iba de campo colorado hacia la zona del lavadero. Luego veías el Híjar por el otro lado pasar el puente y decías: «Aquí no podemos hacer nada». Yo no pensé nunca que iba a entrar el agua de esa manera», ha dicho la afectada.

«Los vecinos temen que se repita. La zona del río Ebro sigue siendo conflictiva»

Sheila Castro (Reinosa, 1979), propietaria del restaurante ‘El Montañés’, sufrió «un montón de pérdidas» en su local. Según ha explicado, el paso del agua se llevó consigo las cámaras de refrigeración, las freidoras, las sillas y las mesas, además de las puertas, que «al principio parecía que se podían salvar, pero luego se empezaron a hinchar y se tuvo que cambiar todo». «Nos entró 1,10 metros de agua. Salvamos muchas cosas de la luz, porque el local al ser viejo tiene los enchufes arriba, pero muy muy mal», ha dicho Castro, quien ha subrayado que esas inundaciones «no habían pasado nunca». «Nos pilló a los vecinos desprevenidos. Yo creo que estuvimos toda la tarde sacando agua del restaurante, pero es que era imposible. Tú veías que eso no paraba y seguía lloviendo y lloviendo y el nivel seguía subiendo. Yo creo que los vecinos se quedaron un poco rollo: «¿Qué está pasando?”. No nos había pasado nunca y no sabíamos muy bien cómo reaccionar.

«Las inundaciones fueron por la falta de limpieza y de mantenimiento»

La gente solamente miraba cómo subía el río. No recuerdo estas inundaciones así en Reinosa», ha recordado emocionada Castro. Respecto a la limpieza del río, la afectada se ha mostrado muy crítica y ha asegurado que se encontraba «de aquella manera», lo que suponía una «dejadez, que en lugar de un río parecía que pasaba por encima de una selva». En ese sentido, Castro ha señalado que cuando habla con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) les achaca que el río cuando pasa por Zaragoza pasa está «completamente limpio», porque es núcleo urbano, un estado que tendría que ser «exactamente igual» en Reinosa. «Cuando el río pasa por núcleo urbano tiene que pasar limpio y completo, no tiene que haber nada que obstaculice para que pueda seguir corriendo. Ahora, si tenemos montañas y montañas de posos y de sedimentos, pues el río tiene que salir y pasar», ha criticado la campurriana. «Si yo siego un jardín queda muy bien, pero si luego no lo vuelvo a segar pues ahí crece de todo. Pues esto es igual. Si lo hacemos ahora perfecto, pero si luego no lo mantenemos vamos a seguir igual», ha dicho Castro sobre las actuaciones que tiene previsto realizar el Gobierno de Cantabria en la zona.

«Esperemos que sea así en agosto y que no sea algo precampaña electoral», ha añadido. «La verdad es que nos ha costado que entraran a ayudar y a darse cuenta de que son necesarias las actuaciones, pero desde luego ha habido más apoyo del Gobierno regional que de la Confederación», ha subrayado Castro, quien considera que es «necesaria una cooperación» entre Ayuntamiento, Ejecutivo de la comunidad y Confederación para llevar a cabo el mantenimiento del río todos los años. «Los vecinos temen que se repitan estas catástrofes si no se limpia la parte del Ebro porque sigue siendo un embudo. Este año no ha habido muchas lluvias ni mucha nieve, pero claro si nieva, deshiela y empieza a llover… La zona del Ebro sigue siendo conflictiva», ha dicho Castro, quien cree que estas catástrofes son «solo por la limpieza y no por el cambio climático».

Por otro lado, Javier Menchaca (Reinosa, 1950), un vecino de la ciudad que actúa como representante de una asociación de afectados por las inundaciones, ha recordado también en este periódico cómo vivió esta catástrofe de 2019, en la que el agua llegó en su domicilio hasta los 1,85 metros de altura, dejando a su casa como «una de las más afectadas». «Nos tuvimos que ir a la planta de arriba. Lo pasamos muy muy mal. Perdí los dos coches, toda la planta de abajo absolutamente todo, (cocina baño, televisión, sofá, muebles…), además de un pequeño patio con herramientas. Todo perdido», ha explicado Menchaca durante la entrevista concedida a este medio.

«Lo pasamos muy muy mal. Perdí dos coches, toda la planta de abajo de mi casa y un patio»

Al igual que Castro, Menchaca ha denunciado «el abandono que han sufrido los ríos durante muchísimos años», porque, entre otras cosas, «se han dejado crecer los árboles indiscriminadamente», lo que provocó «una serie de circunstancias en las que vino lo que tenía que venir, y pasó lo que pasó». «El río Híjar ha sufrido una cantidad de manipulación echando escombros y rellenos y no se ha mantenido absolutamente nada», ha continuado el representante de la asociación, quien ha dicho que el Ayuntamiento de Reinosa «no es capaz de realizar ese mantenimiento, porque no tiene la capacidad económica».

«Machacamos al Gobierno sobre el mantenimiento del río, a ver si saca una partida en los presupuestos para la limpieza», ha subrayado Menchaca, quien reconoce que el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa, ha sido «un hombre muy receptivo para este caso». «Gochicoa nos ha ayudado mucho. Se ha conseguido una cantidad de dinero y unas cosas que de otra manera no las podríamos haber conseguido. El Ayuntamiento ha hecho alguna cosilla, pero dentro de sus posibilidades, que son pocas», ha agradecido.

«Machacamos al Gobierno para que saque una partida destinada a la limpieza»

Contra sí quien carga es contra la Confederación Hidrográfica del Ebro, una institución «durísima» que según ha denunciado «no quiere saber absolutamente nada». «Parece que está en contra del río», ha añadido Menchaca. El representante ha opinado que las circunstancias del 2019 son, según su creencia, «muy difíciles de repetir», porque fueron «15 días constantemente de lluvias sin parar un solo minuto y 400 metros cúbicos por segundo, que es una burrada y una barbaridad». «Antes caían cuatro gotas y estábamos todos mirando al cielo e íbamos al río a ver cuánto subía. El pueblo estaba asustado y había estrés en cuanto llovía. La gente estaba preocupada. Ha sido duro, muy duro», ha recordado de manera emotiva.

Según Manchaca, «ahora mismo se aguantaría una buena riada», porque «se han quitado muchos cientos de miles de metros cúbicos, se analiza el ensanchado y se han hecho escolleras de repuesto», ha detallado el representante, quien ha celebrado que estas actuaciones «dan mucha seguridad a los vecinos porque la obra ha sido buena». «El cambio climático algo ha tenido que ver, porque la cantidad de agua que cayó en el 2019 no cayó todos los años. Ahora mismo no se comenta tanto, hace unos años se hablaba de las inundaciones», ha concluido el vecino campurriano, que quien junto con Sheila Castro, ha vivido cómo fueron las inundaciones históricas que sufrió Reinosa en el año 2019, una catástrofe que dejó más de 100 incidencias, 21 personas confinadas y cuatro evacuadas.