La borrasca ‘Patricia’ ha obligado a la flota pesquera cántabra a amarrar durante estos días por el mal estado de la mar, en plena costera del bonito.

La Agencia Estatal de Meteorología ha activado la alerta naranja en la costa de Cantabria y del País Vasco, ya que se prevé mar combinado del noroeste, con olas de 5 a 6 metros.

Debido a estas condiciones, la mayoría de los barcos de la región llevan días amarrados a la espera de una mejora de las condiciones, explica el secretario general en Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Carlos Gutiérrez.

En plena costera se ha agotado el 58 % de la cuota de pesca de bonito, apunta Gutiérrez, de modo que se espera que la temporada se alargue hasta septiembre.

La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) es que el próximo lunes, 7 de agosto, pase la borrasca y la región entre en una semana de tiempo estable y «bastante» veraniego con muchos días seguidos de sol.

Respecto al impacto económico del temporal, Gutiérrez admite que «sería mejor estar en la mar» pero señala que «lo primero» es la seguridad de los pescadores. «A veces la mar tiene una semana mala», apunta el representante de los cofrades.

La presencia de una borrasca, nombrada Patricia por los meteorólogos franceses, provocará una bajada de temperaturas que se notará en buena parte de la península y Baleares los dos próximos días, con un descenso de unos diez grados aproximadamente en relación a los días anteriores y precipitaciones en la franja cantábrica y puntos del noreste peninsular.

La diferencia de presión atmosférica entre el anticiclón de Azores, en el Atlántico, y la influencia de la borrasca Patricia generará la entrada de vientos del noroeste, provocando un descenso de temperaturas que, a pesar de ser mayor en el norte peninsular, dejará valores más cálidos en el resto del territorio, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Las temperaturas máximas en el norte descencieron ayer y alcanzaron valores entre 21 y 25 grados en ciudades como Oviedo (21), Vitoria, Lugo, Pamplona y Santander (22), Bilbao, Pontevedra y León (24) y Logroño (25 grados).

Las mínimas descendieron hasta los 9 grados en León, y no muy lejos estarán Burgos (11), Palencia y Vitoria (12), Ávila, Lugo, Pamplona, Valladolid y Zamora (13) y Pontevedra, Salamanca y Soria (14).

Según la Aemet, hoy viernes la situación será similar, con probabilidad de chubascos y tormentas localmente fuertes en el nordeste de Cataluña y en Baleares y de precipitaciones intensas y/o persistentes en la cornisa cantábrica.

Además, serán probables chubascos dispersos en el sudeste y Comunidad Valenciana, así como precipitaciones débiles en Málaga. Las temperaturas el primer viernes de agosto ascenderán en el tercio oeste peninsular y se registrarán descensos en el resto del país, que será notables en el interior sudeste peninsular, Ibérica oriental y Pirineos.

En el valle del Guadalquivir y en Huelva es probable que se superen los 35 grados.

El viento soplará de componente norte en gran parte de la Península, con intervalos de fuertes en los litorales y será de poniente rolando a levante en el Estrecho. En Canarias habrá alisios, con intervalos de fuerte.

De cara al fin de semana, la temperatura volverá a subir, con valores más propios del verano y un ascenso de entre 6 y 8 grados en la mitad norte peninsular en relación a los valores del viernes.

En Andalucía, Extremadura, este de Castilla-La Mancha las temperaturas serán altas y podrán superar los 40-42 grados en los valles del Guadiana y del Guadalquivir, según la Aemet.

La borrasca ‘Patricia’, que estos primeros días de agosto ha llegado a Cantabria con una bajada de temperaturas y lluvias, dará paso a partir del próximo lunes, 7 de agosto, a una semana de tiempo estable y «bastante» veraniego con muchos días seguidos de sol.

El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cantabria, José Luis Arteche, ha explicado que la borrasca ‘Patricia’ ha provocado estos días un descenso de las temperaturas por la llegada al país de vientos del noroeste generados por la diferencia de presión atmosférica entre el anticiclón de las Azores, situado en el Atlántico, y la borrasca.

«Esta situación todavía mañana viernes va a seguir, con un poco nublado y con alguna precipitación suave. El sábado hará mejor tiempo pero el domingo puede haber alguna precipitación débil», ha señalado Arteche.

El delegado de la Aemet ha apuntado así que, aunque el sábado el tiempo será más estable y hará mejor, el domingo todavía pueden entrar nubes del mar que dejarán alguna precipitación en la región con un tiempo que es una «anomalía» para estos meses de verano.

Arteche ha asegurado que una borrasca en pleno mes de julio y agosto «no es extraño» porque ya ha ocurrido en alguna otra ocasión pero «no es normal».

«La semana que viene el tiempo es más estable y bastante veraniego, habrá muchos días de sol seguidos, lo que entendemos aquí en el norte por tiempo veraniego», ha añadido el delegado de Aemet en Cantabria