Tras permanecer varios meses en silencio, y con España en colapso, los sindicatos han salido este miércoles a la calle para pedir medidas contra el precio de la energía que, en cualquier caso, no pasan por una bajada de impuestos. En un intento de esconder su inacción frente a la grave crisis económica que azota a los españoles y que ha provocado ya el estallido social con la huelga del transportes y la masiva manifestación del mundo rural.

El presidente y el consejero de Industria de eventos sociales

Mientras los sindicatos se manifIestan, los transportistas en plena huelga por la subida desproporcionada del carburante y muchas empresas de la región están paradas, con cierres o pensando en los despidos de sus trabajadores, el presidente regional Miguel Ángel Revilla y su consejero de Industria, Javier López Marcano, estaban en diferentes eventos sociales. Al primero le hemos visto, inaugurando, una obra en la catedral de Santander y en el Parlamento disfrutando del humor gráfico de Ansola, un artista vinculado a un medio socialregionalista. Al segundo y no menos importante, el responsable de Industria, que debería estar trabajando por el mantenimiento de las empresas de Cantabria, presentando un libro en la sede del Gobierno de Cantabria. Mientras que llegamos ayer al décimo día de huelga y el Gobierno de Sánchez, sus socios, se reunirán hoy con los transportistas de CNTC y no con los huelguistas, a los que sigue sin reconocer, «para abordar las medidas definitivas».

GRAVE SITUACIÓN EN CANTABRIA. La situación que ya amenaza seriamente con distorsionar el mercado interior, «dificultar su abastecimiento y hundir las exportaciones españolas». El Gobierno volverá a reunirse hoy con los transportistas de Comité Nacional del Transporte por Carretera, no con los convocantes del paro (Plataforma en Defensa del Sector del Transporte de Mercancía) a los que sigue sin reconocer, para «abordar de forma concreta y medidas definidas eficaz con la firme voluntad de alcanzar un acuerdo».

Mientras tanto, los convocantes del paro están organizando una manifestación en Madrid para el próximo viernes que reunirá a transportistas de distintas provincias españolas.

Aquí en Cantabria, los transportistas, que mantienen desde hace diez días una huelga indefinida por el aumento del precio de los carburantes, están «expectantes» ante la nueva reunión convocada para mañana entre el Gobierno de España y el Comité Nacional del Transporte por Carretera.

Frente al convencimiento del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que se pueda resolver esta semana el conflicto, el presidente de la Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías por Carretera de Santander y Cantabria (Asemtrasán), José Andrés Cianca, ha trasladado su cautela hasta conocer qué medidas «concretas» se pondrán encima de la mesa, «si es que existen». «No puedo ser optimista ni pesimista, dado que después de tres semanas de negociaciones con el Gobierno la situación nos hace ser realistas», ha sostenido.

Según Cianca, la mayoría de los miembros de esta asociación, que abarca a 470 empresas y un millar de camiones en la región, tienen «claro» que si no se adoptan «medidas urgentes» y «directas» seguirán en la situación de paro en la actividad. Y ha añadido que serán los socios de la asociación quienes decidirán si aceptan estas soluciones o no. Todo ello para salir «cuanto antes» de esta situación «en las mejores condiciones posibles», ha apostillado. Respecto a la situación en las carreteras, la delegación del Gobierno en Cantabria ha informado que no se ha producido «ningún incidente» en las últimas horas relacionado con piquetes de transportistas.

En este sentido, siguen desarrollándose con «normalidad» los convoyes de camiones de todas las empresas que solicitan una escolta policial para mover con «seguridad» sus mercancías.

Por su parte, la CEOE y CEPYME han criticado la «inacción política» y han exigido al Gobierno «que clarifique y detalle con la máxima urgencia» las medidas que va adoptar para frenar los costes energéticos y ante al bloqueo de las carreteras que ocasiona ya desabastecimientos y paraliza la actividad económica.

Las patronales indican en un comunicado tras la Junta Directiva de este miércoles que el paro de transportistas «está ocasionando ya desabastecimientos a la población y paralizando la actividad económica, y que, como resultado, amenaza con una gran crisis económica y social».

La huelga de transportes sigue en pie, después de que los camioneros no aceptaran los 500 millones de bonificaciones del Gobierno. Este paro ya no solo afecta al desabastecimiento de los supermercados, las gasolineras, los bares y los concesionarios.

Algunas marcas importantes como Nestlé, que se están viendo «seriamente afectada» o Cementos Alfa que tiene problemas en distribuir su material.  El desabastecimiento y la inminente ruptura de suministros que puede provocar el paro en cuestión de horas puede llevar a una grave crísis social y económica, si el Gobienro no toma las medidas que den salida a una situación que lleva ya hoy once días sin encontrar salida.