Un verano más, Unión de Guardias Civiles – UniónGC se ve obligada a denunciar la alarmante falta de personal de la Guardia Civil en Cantabria. "Si ya el año pasado advertimos que la falta de reposición de las bajas por jubilaciones y paso a otros empleos y destinos, así como la creación de nuevas unidades, iba a hacer —como se pudo comprobar— que el servicio al ciudadano prestado por la Guardia Civil en Cantabria empeorara ostensiblemente, este verano directamente podemos poner el cartel del cerrado por vacaciones".

Hace muchos años que la Guardia Civil viene siendo maltratada en la oferta de empleo público, no solo de acuerdo a sus propias necesidades, sino también en comparación con la Policía Nacional, como se puede observar claramente en el gráfico siguiente:

Esta oferta de empleo público, que genera año tras año carencias de personal a nivel nacional, en el caso de Cantabria, comunidad pequeña y con poca influencia tanto política como delincuencial, la está abocando al cierre de la mayoría de las unidades, buscando potenciar la presencia de personal en la calle, para atender las demandas de los ciudadanos. Pero este verano, ni siquiera esa medida es suficiente para sacar la gente necesaria para atender las llamadas y requerimientos que la ciudadanía hace desde todos los puntos de Cantabria.

La mayoría de las llamadas que años atrás se atendían, relativas a ruidos y molestias vecinales, no se están atendiendo, dando prioridad a otros avisos más urgentes. El tiempo de respuesta ante hechos graves y realmente urgentes, ha subido de forma radical en muchos de los casos, viendo como se pasa de escasos cinco minutos hace años, a veinte o treinta en la actualidad, sobre todo por las noches que es cuando más incidencias graves hay, debido a las continuas fiestas patronales, y las aglomeraciones de gente en la vía pública. La presencia policial, cuando llega, es escasa para contener peleas o incidentes violentos, con el aumento del riesgo no solo para las víctimas, sino fundamentalmente para los guardias civiles que intervienen, que no pudiendo dar un paso atrás ante los hechos, carecen de apoyos cercanos para proteger su propia integridad física primero, y para dar una solución satisfactoria a las víctimas después

El verano no ha hecho nada más que empezar y las pocas patrullas existentes de Guardia Civil, están acudiendo con asiduidad a hechos distantes 25 kilómetros o más de su demarcación natural, de Santander a Santoña o a Cabezón de la Sal, de Ontaneda a Los Corrales de Buelna, de Santoña a Astillero. La Guardia Civil, ya «no tiene músculo» para absorber circunstancias sobrevenidas, como bajas, protección de víctimas de violencia de género con riesgo extremo, peleas multitudinarias, traslado de detenidos, etc. Muchas de las patrullas están prolongando sus jornadas laborales por la falta de relevos, lo que incrementa la problemática que afecta a los guardias civiles, que están reduciendo su descanso, incrementando la exposición física en las intervenciones, y sumando estrés psicológico por no poder trabajar de forma adecuada y con las garantías legales y físicas lógicas.

Desde Unión de Guardias Civiles tenemos claro que estamos ante un problema de difícil solución, pero se puede empezar por solicitar gente al Ministerio del Interior para dar un servicio al ciudadano medianamente aceptable, en vez de proclamar a los cuatro vientos el superávit de plantilla o los pírricos refuerzos de alumnos llegados desde las academias de formación, que lejos de ser refuerzos reales, son alumnos en prácticas que en parte van a unidades donde no son necesarios, y aún estar por formar como verdaderos guardias civiles. También se debería dejar de potencias las llamadas «unidades fantasma», mientras la Dirección General de la Guardia Civil no creara de forma legal sus catálogos, pues a día de hoy son parches alegales, necesarios, pero que causan un grave perjuicio a los puestos de seguridad ciudadana, que es de donde se nutren. La ciudadanía tiene que ser conocedora de la realidad actual de la Guardia Civil en Cantabria y ejercer sus derechos, pidiendo más Guardia Civil, pidiendo mas seguridad, pues la Guardia Civil ya no patrulla, se ciñe a acudir a demanda, como si de bomberos se tratase.