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El Diario de Cantabria

GABRIEL CAGIGAS TORRE

«Creo que mi techo está por llegar, sobre todo ahora que he recuperado sensaciones»

El jugador de Ambrosero es feliz con una bola en las manos. / Hardy
El jugador de Ambrosero es feliz con una bola en las manos. / Hardy
«Creo que mi techo está por llegar, sobre todo ahora que he recuperado sensaciones»

La gran afición de sus dos tíos cuando tenía cinco años le fueron envenenando poco a poco. Uno hacía la función de monitor y  el otro le plantaba los bolos en la bolera de Beranga. Con toda seguridad, podemos afirmar que nuestro protagonista de hoy ha llegado a los bolos de élite gracias a los consejos, dedicación, y sabiduría de Marcos y Carlos Torre. Como casi siempre ocurre, fue cocinero antes que fraile, simultaneando su faceta de pinche cuando jugaba la Peña Beranga, con su aprendizaje en la escuela de bolos. Pronto comenzaron a darse cuenta de que aquel niño prometía y que debía tomarse en serio los bolos. Su paso por la Escuela de Hazas de Cesto no hizo sino confirmar la progresión meteórica de Gabriel Cagigas Torre (Ambrosero, 25 de mayo de 1993) que con tan sólo 18 años ya jugaba en la máxima categoría. Además de ser dominador absoluto de las categorías menores, con nada más y nada menos que seis títulos de campeón de España, infantil, cadete, dos veces en juveniles, de Tercera y de Segunda; a la edad de 19 años conquistaba el Campeonato de España sub-23 y asombraba al mundo de los bolos, erigiéndose claramente en el jugador del futuro por aquellos años. Han pasado ocho ‘primaveras’ más y a juicio de muchos aficionados, Gabriel Cagigas ha ido alternando momentos muy brillantes, con otros más oscuros, pero siempre poniendo en evidencia su calidad indudable; como, por ejemplo, sucedió la pasada temporada en La Bolerona de Puente San Miguel, donde en la final de la Copa Presidente, resultó ser el mejor jugador sobre la arena, siendo además determinante con su emboque en el chico de desempate.

Hoy charlamos de manera distendida con Gabriel Cagigas, que nos recibe en su casa de Ambrosero, con su amabilidad acostumbrada y dispuesto a rememorar pasajes de su historia deportiva.

PREGUNTA: Tras dos meses de parón, El Pendo ya comenzó la pretemporada.

RESPUESTA: Sí, ya hemos arrancado la semana pasada, comenzando a tirar desde tiros cortos de momento. Hace mucho frío aún y además queda mucho para que esto arranque, no hay que forzar para nada, puesto que la temporada de bolos se prevé que puede ser muy larga.

P: ¿Tus dos tíos son culpables de que Gabriel Cagigas se haya hecho un nombre en este deporte?

R: Totalmente. Marcos Torre me enseñó a dar mis primeros pasos, mi monitor, y Carlos Torre me plantaba los bolos. La verdad es que si no fuera por ellos, hoy no jugaría a los bolos.

P: Siguiente paso: EB Hazas de Cesto.

R: Eso es. Allí de la mano de Marcos Torre y siguiendo sus consejos, empecé a darme cuenta de que los bolos se me dan bien, me entró el gusanillo, empecé a ganar trofeos, y hasta hoy. Mi tío Marcos es el presidente de la Peña Beranga y recuerdo que era en el año 2000

P: Y de Beranga a Noja.

R: Eso es. En 2005 me fichó Hermanos Borbolla siendo alevín y gané el Campeonato Regional. Tres años más tarde me cedieron a la Peña SolCantabria, eso era el año 2008, y estuve tres años allí. Fueron unos años inolvidables, puesto que ascendimos todos los años, desde Segunda, hasta llegar a la máxima categoría. Con Federico Díaz, Mario Ríos, Cristian Velo y Guillermo Borbolla, como compañeros, llegamos a ser terceros en una Liga por detrás de Puertas Roper y Hermanos Borbolla.

P: De nuevo arribada a Noja donde estás una temporada.

R: Correcto. Allí estuve el año 2012 y ganamos la Liga y la Copa. Además de ganar junto a Jesús Salmón un Campeonato de España de peñas por parejas, la verdad es que resultó una temporada increíble, para enmarcar.

P: Háblame de tus cinco temporadas en Puertas Roper y ¿por qué razón no triunfas en Maliaño?

R: Era muy joven y me metí mucha presión a mí mismo. Venía de ganarlo todo en Noja, en Maliaño las cosas no funcionaban, no me supe adaptar y no le echo la culpa a nadie. No pude superar la presión, y a pesar de todo la Directiva me solicitó que me quedara otra temporada más, pero necesitaba un cambio de aires, por eso salí rumbo a La Cavada. No te digo más que la presión llegó a superarme de tal manera, que me afectaba hasta en mi vida diaria. No podía seguir así ni un minuto más.

P: Ya estamos por tanto en la Peña Riotuerto Sobaos Los Pasiegos.

R: Fueron dos años muy buenos, donde estuve muy bien tratado y valorado. Necesitaba sentirme importante y en esa peña lo conseguí. Me sirvió para coger impulso y volver a reencontrarme con mi juego y si a eso le unes el cariño que me demostraron en La Cavada, hace que tenga un grato recuerdo de mi paso por esa peña.

P: Ya estamos en Maliaño, otra vez, en esta ocasión con El Pendo y una Liga muy mala sin duda la pasada temporada, maquillada con la consecución de la Copa Presidente.

R: Cierto que no pudo ser peor. Yo diría que horrorosa, la peor clasificación en toda su historia, una Liga para olvidar sin duda. Menos mal que en la Copa desconectamos un poco y conseguimos ganarla nada más y nada menos que a la Peña Peñacastillo, que el año anterior se llevó todo.

P: ¿Cómo se siente un jugador cuando al día siguiente todos los medios informativos le consideran como el mejor jugador de la final de la Copa Presidente y encima decisivo con su emboque en el chico de desempate?

R: Te lo puedes imaginar. Es el día que quieres estar bien, es el mejor escaparate sin duda. Pero tengo que decirte, que estoy muy satisfecho de como he jugado la última Liga, a pesar de la mala clasificación.

P: Con 17 años ganas los cinco Campeonatos, una pasada ¿no?

R: Ese año resultó ser fenomenal. Gané los dos de juveniles, los dos de Segunda, y el de parejas. Algo muy difícil de lograr, estaba jugando muy bien, y no se quedó ahí la cosa, porque ascendimos a División de Honor con la peña de Sarón. Siempre recordaré ese año.

P: Ganas el Campeonato de España sub-23, dos años más tarde, el último de momento.

R: Efectivamente. Se lo gané a Toñín Sagredo. Espero que haya más, no seas gafe, por favor.

P: A partir de ese momento, pasas por una crisis importante, los peores días sin duda de tu vida deportiva, llegas con malas sensaciones a Orejo donde se disputa el Regional individual y... sorpresón.

R: Es verdad que lo estaba pasando mal. Nunca estuve tan mal como en aquella época, tenía la moral por los suelos, no me salían las cosas, pero cuando menos lo esperaba me salió una tarde histórica que no olvidaré nunca. Llegué con la intención de meterme entre los cuatro primeros, y tras las dos primeras tiradas Jesús Salmón me sacaba muchos bolos, pero hice dos concursos de 304 bolos en cuartos de final y semifinales, que me metieron en la final. Antes de empezar la misma tenía mucha ventaja de bolos y le acabé ganando. Era lo soñado, aquello por lo que sueña un jugador de bolos, y desde luego mi mejor momento desde que juego a los bolos.

P: Me hablas del mejor día, ¿el peor?

R: El peor, sin duda, le tuve en el primer Campeonato Regional que jugué en Maliaño. Era en el año 2012 y en el desempate para jugar la final, tenía que hacer 21 bolos en la última tirada; me faltaban dos bolos para empatar y tres para pasar, y con la última tan sólo pude derribar uno. Estuve muy tocado por aquella pifia, pero todo te sirve para madurar y darte cuenta que éste es un deporte difícil.

P: Con 27 años es evidente que aún te queda tiempo para progresar.

R: Claro que sí. Me quedan muchos aún, tienes que tener en cuenta que ha habido jugadores como Ángel Lavín y Raúl de Juana, que ganaron Campeonatos de España con 40 años. Por eso creo que mi techo está por llegar, sobre todo si tengo en cuenta que estos tres últimos años he recuperado  sensaciones y me voy encontrando a gusto en la bolera.

P: ¿El mayor enemigo eres tu mismo?

R: Rotundamente sí. Estoy empezando a tomarme los bolos como un hobby, una diversión, y hasta ahora me lo tomaba como un trabajo, y me azotaba a mí mismo, lo he pasado fatal.

P: ¿Te arrepientes de algo?

R: Deportivamente no, en otro orden de cosas puede ser que sí, soy joven todavía y es lógico que en algunas cosas me haya equivocado.

P: Por ejemplo, ¿de tu expulsión en Treceño?

R: No. Es un tema que quiero dejar aparcado, pasó y ya está. En su momento pensé que tenía razón, he corregido cosas desde aquello, y he aprendido mucho, solo puedo decir que tengo buena relación con Jesús Fernández. No quiero darle más vueltas al asunto, es pasado y debo olvidarlo.

P: Una tarde en La Cavada, los aficionados casi te sacan a hombros.

R: Uff, calla, calla. No ocurre todos los días aquello. Jugábamos contra la Peña Los Remedios y en el último chico íbamos a 53 bolos, yo cerraba y llevábamos tan sólo 5 bolos. Se jugaba a la mano y con emboque de valor 20, y emboqué con la primera. Empezaron las dudas entre los compañeros sobre si la segunda debía tirar a embocar o no, porque había que birlar 25 bolos, y Chín Velasco me dijo que tirara a dar al primero y de nuevo emboqué. Los aficionados puestos en pie me dedicaron una gran ovación.

P: La Mateo Grijuela ha sido escenario de grandes gestas de Gabriel Cagigas, en especial una tirada de 30 bolos sin emboque en un concurso.

R: Una gran tarde la verdad. Siempre se me ha dado bien esa bolera y esa tarde en la primera tirada subí 13 bolos, sin emboque, y birlé 17. Creo que nadie lo ha conseguido, al menos no me consta por el momento, pero no creas que siempre sale. Te puedo contar cientos de fiascos y además en momentos comprometidos, bien sea con la peña o individualmente

P: Si te pregunto por el mejor compañero que has tenido, te vas a negar, seguro.

R: Por supuesto que sí. Si de algo me congratulo es de haber tenido siempre grandes compañeros, por ejemplo, Jesús Salmón, los hermanos Rodriguez, Raúl de Juana, y te puedo decir muchos más, pero no quiero ser injusto. He jugado con los mejores jugadores, excepto con Víctor González, que espero jugar algún día con él, me encantaría.

P: Tuviste la oportunidad de jugar un concurso por parejas en Ajo con Tete Rodríguez, que siempre había sido tu ídolo.

R: Ya lo creo. Y no he jugado más nervioso en mi vida, guardo un recuerdo especial de aquella tarde. Era mi primer año en Primera y coincidía con su retirada de los bolos, era un concurso por invitación, y quedamos los últimos. Pero tener la oportunidad de jugar con el más grande de la historia de los bolos, es algo que no voy a olvidar nunca.

P: Jugabas en categoría infantil una tarde en la bolera de La Rasilla, en Los Corrales de Buelna, y sin dejar ninguna bola de pegar, el birle resultó ser un espectáculo.

R: Veo que estás muy bien informado, me imagino la persona que te lo ha contado. Es cierto que no tenía ninguna bola cerca, a un metro de los bolos, por ejemplo, y birlé 19 bolos, dos bolas de seis, y una de siete. La verdad es que en esas categorías jugué maravillosamente, no tenía presión ninguna y disfrutaba mucho, más tarde me sucedió todo lo contrario, que el disfrute se convirtió en sufrimiento.

P: Hablando de bolas de siete y de nervios, retrocedo en el tiempo, y me voy al Campeonato de España de parejas que ganas junto a Jesús Salmón. Se jugaba la séptima mano, estaba la cosa muy ajustada, eras un flan, y…

R: Otro momento para la historia sí. Era mi primer Campeonato y jugaba la final, nunca en mi vida estuve tan nervioso. Como dices, en la séptima mano, subí un bolo, birlé uno con la primera bola, otro con la segunda, y con la tercera desde atrás a la esquina derribé siete, que al menos maquilló mi mala tirada. Recuerdo que en la última tirada mandamos a 38 bolos a Óscar González y Rubén Haya, y a pesar de embocar no los hicieron. Entonces Jesús Salmón me dio el abrazo más sincero que he recibido jamás en una bolera. Ya veo que me alegras mucho la tarde con estos recuerdos de mi vida deportiva.

P: Deben ser muy decisivas las séptimas tiradas de Gabriel Cagigas en muchos momentos de tus concursos, por ejemplo en Orejo, jugando las semifinales del Regional individual del año 2015 que acabas ganando.

R: Pura casualidad, otras veces me costaron la eliminación, nunca se sabe. Aquella tarde en semifinales, cuando tenía verdaderos problemas para meter las bolas al pulgar dentro de la caja, en la séptima mano subí 13 bolos. Lo que son los bolos, cuando menos confianza tenía, y me sirvió para añadir otros 12 bolos a la renta que tenía, y entrar en la final con mucha ventaja, y poder serenarme un poco, porque los nervios me comían. Como ves, hablo de nuevo de los nervios, que han sido un hándicap muy importante en mi carrera deportiva, veremos si consigo erradicarlos.

P: Llegar a la élite y no por casualidad. Me cuentan que algunos días en tu época de infantil, lanzabas diariamente en Beranga 168 bolas desde el tiro, y otras tantas desde el birle.

R: Sí. El equivalente a siete concursos, tres o cuatro por la mañana, y el resto por la tarde. A medida que iba progresando, y ganando, más me exigía a mí mismo. Lo siento por mi tío Carlos Torre, que me plantó miles y miles de bolas.

P: Pero lo peor de todo no ha sido tener que doblar los riñones para plantarte los bolos. Mucho más doloroso resultó tener que cortar el peral.

R: (Ríe) La bolera de mi tío sólo era apta para tirar como máximo de 16 metro, y había un peral justo a esa distancia que me impedía el poder entrenar de más atrás. Tras muchas deliberaciones, al final se cortó, y la verdad es que le dio muchísima pena. A partir de ese día se construyeron los cuatro tiros restantes, hoy en día se puede entrenar de 20 metros a la perfección.

P: Tengo mucho temor a que un jugador llamado Rufino se entere de lo que pasó en tu época de pinche.

R: Cosas de la edad. Había jugado la Peña rival de Beranga una tarde y Rufino me pagó los honorarios de pinche, acto seguido se marchó porque tenía prisa. A los veinte minutos, un compañero me preguntó si me había pagado Rufino, y le dije que no. Aquella tarde cobré dos veces, necesitaba ‘money’ para comprar golosinas y jugar al futbolín.

P: Tienes fama de buen imitador.

R: He imitado a todos los jugadores de antaño, sus estilos, sus posturas, sus gestos y sus movimientos. Había jugadores que antes de lanzar la bola se subían el pantalón, otros se colocaban el flequillo y otros se agachaban de una forma un tanto particular. A los actuales también les imito, sobre todo, a los que han jugado conmigo.

P: Ambrosero.

R: Mi pueblo.

P: Beranga.

R: Mi casa.

P: Marcos Torre.

R: Genio.

P: Carlos Torre.

R: Esencial.

P: Orejo.

R: Explosión.

P: Bolos.

R: Pasión.

«Creo que mi techo está por llegar, sobre todo ahora que he recuperado sensaciones»
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