Bangkok, 28 dic (EFE).- El general golpista, la líder derrocada, y las víctimas de la represión fueron los principales protagonistas de la actualidad en Birmania (Myanmar) en 2021, marcada por un golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático que lideraba de facto Aung San Suu Kyi.

MIN AUNG HLAING, EL GENERAL GOLPISTA

El jefe del Ejército birmano, el general Min Aung Hlaing, acabó el 1 de febrero y sin disparar un tiro con la frágil e imperfecta democracia de Birmania a pocos meses de su décimo aniversario.

El general, que tenía previsto retirarse al cumplir 65 años el pasado julio, se hizo con el poder en febrero con un golpe de Estado, que ha arrastrado a Birmania a una situación de caos y violencia, desencadenada por la sangrienta represión contra la población que mayoritariamente se opone al Gobierno de los militares.

AUNG SAN SUU KYI, LA LÍDER DEPUESTA

La venerada líder birmana y premio nobel de la paz Aung San Suu Kyi fue detenida y depuesta durante la sublevación del Ejército, que ya la mantuvo quince años bajo arresto domiciliario cuando era la líder de la oposición.

Conocida en su país como "la dama", Suu Kyi, de 76 años, se enfrenta a varios oscuros procesos a puerta cerrada en los que se le acusa de una decena de variopintos delitos, como corrupción, saltarse regulaciones de telecomunicaciones o violar la ley de secretos oficiales.

MYA THWE KHINE, LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA REPRESION

Mya Thwe Thwe Khine, que con 20 años fue herida de un disparo en la cabeza durante una protesta pacífica contra el golpe de Estado en Naipyidó, falleció el 19 de febrero en el hospital, y se convirtió en la primera víctima mortal de la represión de la junta militar al movimiento de desobediencia civil.

Desde entonces, más de 1.300 civiles han muerto a manos de las fuerzas de seguridad.

EL NADADOR OLÍMPICO QUE DIJO NO A LA JUNTA

El nadador birmano Win Htet Oo decidió no acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio, para los que estaba clasificado, en protesta por el golpe de Estado de los militares y porque no quería "desfilar bajo una bandera empapada con la sangre" de sus compatriotas.

Win Htet Oo, de 26 años y que se mudó en 2017 a Australia para entrenar, se convirtió en el primer atleta de Birmania en calificarse para Tokio tras los Juegos del Sudeste Asiático de 2019 en la prueba de 50 metros libre.

DANNY FESTER, EL PERIOIDSTA DE EEUU DETENIDO

El periodista estadounidense Danny Fenster fue condenado a 11 años de cárcel por su trabajo en Birmania, aunque tras pasar seis meses detenido fue liberado y pudo volver a su país.

Desde el golpe de Estado de febrero, más de un centenar de periodistas han sido detenidos por las fuerzas de la junta militar y muchos otros han tenido que abandonar el país o viven en la clandestinidad.

MOVIMIENTO DE DESOBEDIENCIA CIVIL

El movimiento de desobediencia civil en Birmania fue impulsado a los pocos días del golpe de Estado por los trabajadores sanitarios que decidieron dejar de trabajar bajo un Gobierno militar.

El movimiento, al que se fueron uniendo profesores, estudiantes, trabajadores ferroviarios, de la banca y de diversos sectores privados, ha conseguido paralizar el país y poner contra las cuerdas a la junta militar que desde que se hizo con el poder ha visto como la economía birmana se han hundido.

EL GOBIERNO PRODEMOCRÁTICO PARALELO

El Gobierno de Unidad Nacional (NUG) de Birmania fue conformado en abril por políticos y activistas contrarios a la junta militar y cercanos a la líder electa Aung San Suu Kyi.

Este gobierno paralelo que vive en lugares clandestinos dentro del país o en exilio busca el, hasta ahora esquivo, reconocimiento de la comunidad internacional.

EL EMBAJADOR REBELDE

Kyaw Moe Tun, el actual embajador birmano ante la ONU -organismo que de momento no ha reconocido a la junta militar-, fue designado en 2020 por el depuesto Gobierno democrático y se mantiene fiel a la premio nobel de la paz y líder electa birmana, Aung San Suu Kyi.

El embajador continúa en su cargo a pesar de que fue suspendido por lo militares como representante birmano tras promulgar un emotivo discurso ante el organismo internacional donde censuró la actuación del mando castrense y reclamó el restablecimiento de la democracia. EFE

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