TURISMO
¡Escudos con pináculos y santos! Los cubos heráldicos más extraños
Estas construcciones, típicas de la nobleza rural de los siglos pasados, conservan elementos distintivos como cercas con cubos heráldicos, que cuentan historias familiares y marcan la importancia social de sus antiguos habitantes.
Los cubos heráldicos del Palacio de Donadío y el Barrio de la Soledad
Entre las más destacadas de estas construcciones se encuentra el Palacio de Donadío, una casona que aún conserva sus cercas con cubos heráldicos, elementos que servían tanto como símbolos de poder y linaje como decoraciones arquitectónicas. Sin embargo, es en el Barrio de la Soledad donde se encuentran algunos de los cubos más interesantes y mejor conservados, que datan del siglo XVIII.
Estos cubos heráldicos están compuestos por dos cuerpos cilíndricos, siendo el cuerpo inferior ligeramente más ancho que el superior. La parte superior se corona con un remate semiesférico adornado con pináculos y la figura de un santo, aunque la erosión del tiempo ha causado un notable deterioro en esta representación.
El Humilladero
Uno de los cubos conserva una hornacina en el cuerpo inferior, con un arco de medio punto que se asemeja a los tradicionales humilladeros —pequeños altares colocados en los caminos para la oración de los transeúntes—. En el nicho avenerado central se aprecia una escena franciscana, rodeada por imágenes de gran valor religioso e iconográfico. A ambos lados del nicho central, bajo pequeños arcos de medio punto, se encuentran representaciones de la Virgen de Valvanuz y la Virgen de la Soledad, figuras profundamente veneradas en la comarca.
El arco central está rematado por una figura de Cristo Crucificado, mientras que las hornacinas laterales se adornan con dos águilas con las alas abiertas, símbolos de fuerza y protección.
El Escudo Heráldico
En el cuerpo superior del cubo se conserva un escudo heráldico, timbrado por un yelmo, que muestra los símbolos de poder y nobleza de las familias que habitaron la casona. Este escudo está cuartelado y porta las armas de los Sámano, Miera y Rebollar, tres linajes de gran relevancia en la región.
Destaca también la presencia de dos sirenas en la parte inferior del escudo, una figura mitológica que en la heráldica puede simbolizar seducción, misterio o poder en los mares. La representación heráldica en estos cubos tiene un claro fin decorativo, pero también muestra la riqueza y el prestigio de las familias que construyeron estas casonas en el siglo XVIII.
Patrimonio Heráldico de la Familia Sámano y Miera
Estos rollos heráldicos pertenecen a la casona de D. Agustín de Sámano y Miera, una destacada figura del linaje que, como otros nobles de la época, plasmó su escudo familiar en las construcciones de su propiedad. Estos elementos decorativos permiten fechar los cubos en torno a mediados del siglo XVIII, una época de gran auge para la arquitectura señorial en Cantabria.
Un legado de historia y nobleza en Selaya
Las casonas de Selaya no solo son un testimonio arquitectónico de la nobleza rural de Cantabria, sino también un legado histórico que conserva los símbolos de poder y linaje a través de los cubos heráldicos. Estos elementos, especialmente los conservados en el Barrio de la Soledad, son ejemplos fascinantes del arte heráldico y religioso de la época, manteniendo viva la memoria de familias como los Sámano, Miera y Rebollar. Para quienes visitan Selaya, estas construcciones son un recordatorio tangible del pasado y una invitación a explorar la rica historia de los valles cántabros.