El fiscal ha solicitado una pena de seis años de prisión para el conductor implicado en el trágico incidente que resultó en la muerte de un ciclista en Torrelavega, ocurrido en febrero de 2023. El acusado enfrenta cargos por homicidio por imprudencia y por abandonar el lugar del accidente.

El Ministerio Público también ha pedido cinco años y seis meses de suspensión del derecho a conducir para el acusado. El incidente tuvo lugar en la carretera CA-334, que conecta Sierrapando con Zurita (Piélagos), cuando el conductor invadió el carril contrario y chocó frontalmente con el ciclista, un hombre de 66 años de edad y residente en Torrelavega, quien resultó gravemente herido y falleció mientras era trasladado al Hospital Valdecilla.

Según el informe del accidente, ocurrido aproximadamente a las siete y media de la mañana del 11 de febrero, el conductor, un joven de 20 años en ese momento, circulaba a una velocidad que oscilaba entre los 57,89 y los 69,53 kilómetros por hora, yendo en dirección contraria al sentido de la vía. Tras el choque, el conductor se dio a la fuga, dejando al ciclista herido en la carretera.

A pesar de su intento de escapar, el conductor fue identificado gracias a diversas investigaciones policiales. La geolocalización de su dispositivo móvil y algunos vídeos obtenidos en el proceso de investigación ayudaron a localizarlo. Además, se encontraron restos del vehículo implicado, un Seat Ibiza de color gris claro, así como de su matrícula en el lugar del siniestro. Se observó una huella de neumático que sugería un derrape del coche, pero no se encontraron indicios de maniobras evasivas por parte del conductor o del ciclista.

El hecho de que otro conductor pasara poco después del accidente y solo encontrara al ciclista y a su bicicleta en la carretera, sin ver ningún otro vehículo, fue crucial para la investigación. Este conductor fue quien alertó a los servicios de emergencia.

El acusado fue localizado en su domicilio horas después del accidente, alrededor de las dos de la tarde del mismo día. Presentaba pequeñas lesiones en la nariz que eran compatibles con el accidente. Sin embargo, inicialmente se negó a declarar, aunque más tarde, ante el juez instructor, afirmó no recordar nada sobre el incidente, indicando haber consumido una cantidad considerable de alcohol, alrededor de diez copas.

Según su testimonio, cuando recobró el conocimiento, se encontraba en su casa con barro en sus zapatos, pero no recordaba cómo había llegado allí ni qué había pasado con su coche. Afirmó haberlo estacionado en el Barrio Pesquero de Santander y que este había sido robado. Sin embargo, el vehículo fue encontrado más tarde en Santiago de Cartes, con daños y desperfectos.

El caso ha generado gran conmoción en la comunidad, especialmente entre los ciclistas y sus familias, quienes demandan justicia para la víctima y medidas más estrictas para prevenir accidentes de este tipo en el futuro. El juicio está programado para una fecha posterior, donde se espera que se haga justicia para todas las partes involucradas en este trágico suceso.