El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha impuesto una pena de siete años y tres meses a un hombre acusado de violar a una joven y de haber abusado sexualmente de otra mujer mientras dormían en un hostel de Ibarrangelu (Bizkaia), tras la celebración de la fiesta de Madalenas en 2019.

La sentencia, fechada el 9 de febrero y recurrida por el condenado ante el Tribunal Supremo, confirma una resolución previa de la Audiencia de Bizkaia de diciembre de 2022 que le imponía una pena de 6 años como autor de un delito de abuso sexual con acceso carnal por la violación a la primera joven, y otro año y tres meses más por haber abusado de la segunda joven.

Además, se le prohíbe acercarse a ambas mujeres y se le impone una medida de libertad vigilada durante los 5 años posteriores al cumplimiento de la pena, todo ello en base al Código Penal vigente a la fecha de los hechos, que fueron anteriores a la ley del solo sí es sí, aprobada este año.

Así, el TSJPV ha condenado al acusado tras estimar probado que ese hombre de 26 años, con antecedentes penales, acudió el 23 de julio de 2019 a un hostel ubicado en la localidad vizcaína de Ibarrangelu, donde solían alojarse personas que participaban en cursos de surf.

Ese individuo "se introdujo subrepticiamente y, con ánimo de satisfacer su deseo sexual," se acercó a la litera ocupada por una joven de 18 años, "profundamente dormida debido a la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas que había efectuado hasta las cuatro de la mañana de ese día en las fiestas locales".

El hombre subió a la litera y desnudó a la joven y la violó. Transcurrido un rato, repitió la penetración, si bien la joven logró apartarle antes de que eyaculara y pudo huir al cuarto de baño, donde se encerró y permaneció un rato.

Entonces, el hombre acudió a otra litera donde dormía una joven de 26 años, a la que realizó tocamientos mientras él se masturbaba, hasta que la mujer comenzó a gritar, por lo que el individuo salió huyendo.

A consecuencia de esas agresiones, la primera víctima sufrió lesiones físicas en la zona genital y estrés postraumático, por lo que ha tenido tratamiento psicológico, y la segunda chica padeció ansiedad.

El TSJPV ha desestimado el recurso del hombre a la sentencia inicial y ha concluido que, a la vista de los relatos de las víctimas y de varios testigos de los hechos, el relato del acusado, quién había asegurado que las relaciones con ambas fueron consentidas y que incluso una de ellas había tomado la iniciativa, no tenía credibilidad alguna.

El tribunal ha considerado que ese individuo, que reconoció que la relación sexual fue sin preservativo, era plenamente consciente de que ambas jóvenes estaban dormidas, y una de ellas con bajo nivel de consciencia después de haber bebido durante las fiestas, y se aprovechó de esa circunstancia para cometer ambos ataques.

Las pruebas de ADN confirmaron que los restos de semen hallados en el cuerpo y la ropa de ambas mujeres coincidían con el perfil genético del ahora condenado.

Además, el tribunal ha considerado como atenuante de la pena la reparación económica de 32.000 euros que ha pagado el condenado a las víctimas, según lo que había solicitado la acusación.

El condenado recurrió ante el Supremo el pasado mes de abril y ese tribunal deberá determinar si acepta el recurso, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.