Unos diez metros de largo y entre seis y ocho toneladas de peso. Son las colosales dimensiones del cetáceo muerto que apareció varado a última hora del lunes en la playa de Marmadeiro, en la parroquia ferrolana de Covas, según publica La Voz de Galicía.

El 112 recibió aviso de la presencia del animal en la orilla del arenal pasadas las nueve de la noche y hasta el lugar se desplazaron voluntarios de Protección Civil de Ferrol y de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños, que procedieron a amarrarlo a tierra para evitar que el agua se lo llevase con la subida de la marea.

Se trata de un ejemplar juvenil de la especie Megaptera novaeangliae, también llamada yubarta, xibarte (en gallego) o ballena jorobada, una de las seis especies de ballenas registradas hasta la fecha por la en Galicia (las otras cinco son la común, aliblanca, azul, boreal y franca).  

Na noitiña de onte recibimos aviso dunha balea varada na praia de Marmadeiro.

En colaboración con @CEMMAcetaceos a nosa Unidade de Medioambiente (UMA) se desplaza ata a zona onde os biólogos proceden á toma de mostras e xestiona a retirada do animal. pic.twitter.com/wQlBuMVS4G

— Protección Civil Ferrol (@AVPCFerrol) June 27, 2023

Megaptera novaeangliae, también llamada yubarta, gubarte o ballena jorobada, es una especie de cetáceo misticeto de la familia Balaenopteridae (rorcuales). Es uno de los rorcuales más grandes, los adultos tienen una longitud de 12 a 16 m y un peso aproximado de 36.000 kg.

La especie posee una forma corporal distintiva, con aletas pectorales largas y cabeza nudosa. Es un animal acrobático que con frecuencia se impulsa sobre la superficie para luego golpear el agua. Los machos emiten un canto complejo, el cual dura de diez a veinte minutos y se repite por horas cada vez. El propósito del canto no es claro. Sin embargo, parece desempeñar una función en el apareamiento.

Se distribuye por todos los océanos y mares del mundo; normalmente migran hasta 25 000 km cada año. Las yubartas se alimentan solamente durante el verano en las regiones polares y migran a aguas tropicales y subtropicales para reproducirse y parir las crías durante el invierno polar. Mientras trascurre el invierno ayunan y subsisten gracias a su reserva de grasa. La especie se alimenta principalmente de kril y peces pequeños; posee un amplio repertorio de métodos para alimentarse, incluyendo la notable técnica de la red de burbujas. 

Al igual que los otros cetáceos grandes, la ballena jorobada fue objeto de caza. A causa de la captura excesiva, su población se redujo en un 90% antes de la moratoria implementada en 1966. Desde entonces la población se ha recobrado parcialmente; sin embargo, los enredos en elementos de pesca, las colisiones con buques y la contaminación acústica continúan siendo una fuente de preocupación.