La Guardia Civil de Cantabria ha protagonizado una intervención crucial al rescatar a un velero en peligro de colisión contra las rocas, tras haber perdido el control por la rotura del cable del timón. El suceso, que tuvo lugar cerca de la Península de la Magdalena, puso en riesgo la vida de la única persona a bordo.

El alerta se dio poco antes de las 12.30 horas del 17 de marzo, cuando el Servicio Marítimo de la Guardia Civil recibió una llamada de emergencia. El velero, incapaz de gobernarse, estaba en peligro inminente de chocar contra los acantilados de la zona.

Con rápida respuesta, una patrullera de la Guardia Civil llegó al lugar, donde los agentes observaron el velero realizando maniobras circulares en un desesperado intento de evitar el impacto contra las rocas. La situación requería de una acción decisiva para prevenir un posible desastre.

La mano extendida de los guardias civiles fue acogida por el tripulante, quien lanzó un cabo a la patrullera, permitiendo que la embarcación a la deriva fuera asegurada y remolcada fuera del peligro. Con el velero ya a salvo y sujetado al costado de la patrullera, se procedió a llevarlo hasta el Puerto Deportivo Marina del Cantábrico, donde quedó atracado y a salvo de cualquier peligro.

Este rescate destaca no solo por la pericia y valentía de los agentes de la Guardia Civil sino también por la importancia de la coordinación y la respuesta rápida en situaciones de emergencia marítima. Un final feliz para lo que podría haber sido una tragedia en las aguas de Cantabria.