El acusado de dejar tuerto a un hombre con una botella rota ha reconocido los hechos en el juicio celebrado este martes por la sección primera de la Audiencia de Cantabria, en el que la fiscalía ha rebajado su petición de pena a nueve años de cárcel.

El hombre, que se enfrentaba a una petición de diez años de prisión de la fiscalía por el agravante de reincidencia al haber sido ya condenado por lesiones, ha explicado que, antes de que ocurrieran los hechos, el otro hombre le había pegado cuando ambos estaban en la calle Cervantes de Santander.

Y ha relatado que después, cuando este hombre volvió al mismo lugar a buscar una mochila que había olvidado, rompió una botella y le cortó la cara con ella, lo que le produjo heridas que le han hecho perder la visión total del ojo derecho.

«Sí le corte un poco en la cara», ha admitido el acusado, que está en prisión por estos hechos y que ha asegurado que no había ningún tipo de problemas previos entre los dos.

El acuerdo entre las partes ha producido la renuncia al testimonio de la víctima, que también está en prisión en Zaragoza, pero sí han declarado los médicos forenses que han confirmado que este hombre ha perdido la visión total del ojo derecho.

Tras los testimonios, el ministerio fiscal ha mantenido la calificación de los hechos como un delito de lesiones agravadas, por inutilidad de órgano o miembro principal, pero ha reducido la petición de pena a nueve años de cárcel.

Por el contrario, ha mantenido la solicitud de que le prohíba comunicarse o acercarse a la víctima durante un periodo superior en seis años a la pena de prisión e indemnice con 106.000 euros al agredido por las lesiones sufridas y las secuelas que le quedan. Después, el acusado ha renunciado a su turno de última palabra y el juicio ha quedado visto para sentencia.