La polémica en el mundo de la restauración llegó a su punto álgido en Barcelona, cuando el restaurante Topik, conocido por su cocina de mercado de alta calidad, se vio envuelto en un episodio que ha generado un gran revuelo en las redes sociales.

El conflicto comenzó cuando un cliente y su pareja decidieron almorzar en el restaurante Topik, llevando consigo a sus dos hijos pequeños. El almuerzo, que parecía un día normal en el establecimiento, se convirtió en un incidente que el restaurante no tardó en compartir en las redes sociales.

El restaurante, ubicado en el corazón de la ciudad condal, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter que ha captado la atención de miles de usuarios. En el mensaje, el dueño del restaurante expresó su indignación de manera directa y sin rodeos: "En los restaurantes damos de comer, no enseñamos educación, no somos una escuela", declaró. El comentario se tornó aún más tajante al concluir con una frase contundente: "A la pareja que ha venido hoy con dos niños a comer al mediodía, enseñad educación a vuestros hijos, una silla de piel a txpc [tomar por el culo]".

En los restaurantes damos de comer , no enseñamos educación, no somos una escuela .
A la pareja que han venido hoy con dos niños a comer al mediodía, enseñad educación a vuestros hijos, una silla de piel a txpc. pic.twitter.com/o1ot29rF8h

— Topik Restaurant (@topikrestaurant) October 14, 2023

El mensaje fue acompañado de dos imágenes impactantes. En la primera, se podía ver la esquina de una silla tapizada de piel marrón con graves daños, y en la segunda, un primer plano del suelo mostraba los restos del tejido de la silla. En menos de 24 horas, la publicación se viralizó con más de 47,200 visualizaciones y numerosos comentarios.

Los internautas expresaron diversas opiniones sobre el incidente. Algunos preguntaron si el restaurante había cobrado a los clientes por los daños, a lo que el local respondió que se habían marchado antes de que se les hiciera responsable. Otros señalaron que la tapicería de la silla dañada parecía ser de polipiel en lugar de piel y sugirieron que la culpa podría no recaer enteramente en los niños. También hubo quien trató de añadir humor a la situación preguntando si los clientes tenían niños o velocirraptors.

Sin embargo, los propietarios del restaurante no dudaron en defender su posición, argumentando que el restaurante no es adecuado para niños debido a su cocina elaborada y que la responsabilidad recae en los padres, no en los niños. El incidente ha provocado un debate en línea sobre la conducta de los niños en restaurantes y la responsabilidad de los padres en la supervisión de sus hijos en lugares públicos.