La pérdida de la independencia suele ser uno de los aspectos más dolorosos del envejecimiento, puesto que con la edad generalmente empezamos a necesitar la ayuda de otros para la realización de nuestras actividades cotidianas. No obstante, también existen herramientas que permiten que la gente mayor pueda realizar sus quehaceres diarios con autonomía y seguridad como, por ejemplo, los andadores caminadores. Por ello, a continuación, abordamos las ventajas del uso de estos. 

Mantenimiento de la autonomía 

El uso de andadores aporta a las personas mayores una mayor autonomía y seguridad en sus desplazamientos. De este modo, gracias a los andadores caminadores, la gente mayor puede moverse por sí sola con mayor facilidad.

Aumento de la actividad

Los andadores posibilitan que las personas mayores puedan mantener una vida activa, lo que promueve que las articulaciones no pierdan su elasticidad, permitiendo además que la musculatura se fotalezca y la circulación sanguínea mejore. Asimismo, la actividad física favorece la producción de vitamina D que, entre otros beneficios, fomenta que el calcio se fije a los huesos. 

Mejora del estado emocional

Las personas con dificultades de movilidad que apenas salen de casa presentan graves riesgos de padecer una depresión. Por esta razón, el uso de un caminador ayuda a mejorar el estado de ánimo de las personas, al permitirles realizar muchas más actividades y desplazamientos. 

Disminución de las preocupaciones

Generalmente, los seres queridos de las personas mayores están mucho más tranquilos cuando saben que su familiar se desplaza con seguridad gracias a un andador. Igualmente, la persona que lo utiliza también suele sentirse más segura a la hora de realizar cualquier actividad que implique algún desplazamiento.  Además, en este sentido, el hecho de que una persona mayor utilice un andador supone, en muchas ocasiones, una reducción del trabajo que tienen que asumir sus cuidadores. 

Incremento de la vida social

Cuando una persona ve mejorada su movilidad también ve incrementadas sus posibilidades de salir a la calle y, con ello, de mejorar su vida social. De este modo, gracias al uso de un andador, muchas personas mayores pueden volver a relacionarse con la gente, manteniéndose en contacto con la sociedad, lo que tiene repercusiones positivas en el plano psicológico. 

Pausas en las caminatas

El diseño de muchos andadores permite a las personas mayores hacer pequeños descansos durante sus caminatas. Esto se debe a que un gran número de modelos cuentan con un pequeño asiento, sobre el que las personas mayores pueden descansar cada vez que se cansen de caminar.

Mejora de la psicomotricidad

Las personas que utilizan un andador consiguen mejorar su psicomotricidad gradualmente. De esta forma, con el paso del tiempo, suelen lograr un mayor equilibro y estabilidad, tanto en posición estática como en movimiento. La mejora de la psicomotricidad tiene efectos positivos en la confianza y la autoestima de las personas. 

Activación mental

Al poder salir al exterior, las personas usuarias de andadores logran mantener activa y despejada su mente. Por ello, el hecho de contar con un caminador para sus desplazamientos, les permitirá entrenar sus capacidades intelectuales y mantenerlas en forma.