Laura Velasco, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Santander, ha expresado su profunda preocupación por lo que considera la falta de coherencia en el discurso y acciones del equipo de gobierno del Partido Popular (PP) en relación con la implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad. Velasco ha señalado que, a su parecer, el PP está asumiendo y promoviendo una agenda progresista en este contexto, lo cual contradice la plataforma política que el partido ha defendido tradicionalmente.

En un comunicado emitido después de que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento aprobara la licitación de la plataforma de gestión y control de la ZBE por un valor de 2,35 millones de euros, Velasco ha argumentado que estos pasos recientes representan un avance en la imposición de un proyecto totalitario que amenaza la libertad de circulación de los ciudadanos y que busca implementar políticas progresistas y globalistas en el ámbito de la movilidad urbana.

La portavoz de Vox ha expresado su preocupación por el hecho de que estos pasos se estén dando en ausencia de datos objetivos sobre las emisiones de contaminantes en la ciudad. Los sensores de calidad del aire recién instalados aún no han proporcionado resultados concretos y fiables que respalden la necesidad de la ZBE.

En cuanto a las implicaciones sociales y económicas de esta iniciativa, Velasco ha advertido que las familias de clase media y trabajadora serán las más afectadas, ya que la mayoría de ellas no tienen la capacidad financiera para adquirir un vehículo eléctrico, cuyos precios suelen superar los 70.000 euros. Además, ha señalado que las restricciones de acceso al centro de la ciudad también pueden afectar negativamente a las furgonetas de reparto, lo que podría tener un impacto en la economía local y resultar en la pérdida de empleos.

La portavoz de Vox ha argumentado que si el Partido Popular pretende proteger y fomentar el comercio local, no debería considerar el cierre del centro de la ciudad a la circulación, ya que esto podría tener un efecto devastador en un sector que ya ha enfrentado dificultades significativas en los últimos tiempos.

Además de las críticas sobre la implementación de la ZBE, Velasco ha cuestionado lo que ella percibe como un "doble juego" por parte del equipo de gobierno del PP. En ocasiones, han negado públicamente la intención de implantar la ZBE, mientras que en la práctica han avanzado en su ejecución, lo que ha generado confusión y desconfianza entre los ciudadanos.

Por último, la portavoz de Vox ha hecho un llamado al PP para que sea valiente, se desmarque de la agenda progresista y priorice el bienestar de los vecinos y el tejido comercial de Santander. Argumenta que, dado que la ciudad no enfrenta una crisis de contaminación extrema, no es necesario imponer medidas tan drásticas y restrictivas como la ZBE.

Velasco también ha lamentado la falta de consulta a los vecinos en la toma de decisiones, lo que, en su opinión, demuestra una falta de interés por parte de la alcaldesa, Gema Igual, y sus concejales hacia las preocupaciones de la comunidad. Afirma que estas decisiones parecen estar en línea con la imposición de una agenda progresista, como se ha visto en la peatonalización de calles y la adopción de la Ciudad 30.