El portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santander, Javier Ceruti, ha descartado que haya «riesgo para la seguridad» del edificio de la esquina de Calvo Sotelo con Isabel II, que tuvo que ser desalojado el pasado jueves al detectarse un problema en un pilar. «No hay ningún riesgo de seguridad con el edificio», ha señalado Ceruti a preguntas de los periodistas y ha añadido que, por ello, se va a proceder a retirar los precintos que se pusieron alrededor del edificio. Además, ha destacado que la situación de riesgo se vivió únicamente en las horas iniciales.

«Parece que el peligro pasó en la tarde en que se descubrió el problema», ha explicado el concejal de Ciudadanos, precisando que, entonces, «hubo un momento de mucha tensión en el que se dudaba sobre la capacidad de sustentación de la estructura, pero eso ya pasó». Ceruti ha valorado el trabajo realizado, «en una situación de incertidumbre», durante la loche del jueves al viernes, en la que se apuntaló el pilar que se encontró dañado y los de los pisos superiores, hasta conseguir que quedara «garantizada la estabilidad del edificio».

Además, Ceruti ha subrayado que antes de que se descubriera el «muy mal estado» en el que se encontraba ese pilar, «no había sensación de que hubiese riesgo para la estructura, aunque se sabía que estaba en mal estado y que era necesario reformarla». «La cosa se precipitó porque al encamisar este pilar con una estructura metálica había que picar un poco el muro lateral y se detectó que éste había empezado a asumir carga por el mal estado en el que se hallaba el pilar», ha relatado Ceruti. En cuanto a la solución prevista, ha indicado que, «pasa por lo que ya estaba en marcha, una operación de refuerzo de la estructura», pero, que se tendrá que llevar a cabo con «medidas distintas» a las previstas inicialmente, porque «antes de encorsetar los pilares que se van a reforzar, se tendrán que apuntalar las vigas y muros de alrededor».

INSPECCIONES EXIGENTES. A preguntas de los periodistas, el portavoz de Ciudadanos ha opinado que «se debe ser más exigente» con las inspecciones de los edificios. No obstante, ha subrayado que el Ayuntamiento de Santander está cumpliendo con todas la exigencias legales y «se están haciendo las inspecciones». Aún así, Ceruti invita a que «se mire con más precaución», porque, en su opinion, hay que ser «especialmente cuidadosos», si se conoce cómo se construyó en Santander después del incendio que asoló la capital cántabra en 1941.

«Las mezclas con las que se hicieron las estructuras de hormigón armado no eran las mejores, por la escasez de materiales y al haber poco cemento se suplía añadiendo arena de la playa, lo que es poco recomendable», ha relatado Ceruti. Y ha aludido también a la «picaresca» con la que se eludía entonces el número máximo de alturas a construir, que aunque era de cinco pisos, se sobrepasaba incluyendo un entresuelo y un principal.

A lo que luego se sumo que otros edificios añadieron alturas. Por ello, Ceruti invita a la reflexión y a la prudencia y a que «se vaya más allá de lo que la ley exige», en aras de una mayor seguridad, con la comprobación de los edificios de Santander que pudieran encontrarse en las mismas circunstancias. En cuanto a los plazos previstos para que los vecinos del edificio dañado puedan volver a sus viviendas, Ceruti ha dicho que, «extraoficialmente», se baraja que «en un par de semanas se pueda considerar la posibilidad de que vuelvan».