La gastronomía de Cantabria es un festín para los sentidos, que ofrece una amplia variedad de sabores y productos auténticos. Desde las profundidades del mar Cantábrico hasta los valles montañosos, la región ofrece una rica diversidad culinaria que refleja su herencia cultural y sus recursos naturales. Aquí te presento una selección de los platos típicos, y no tan típicos, que no puedes dejar de probar cuando visites Cantabria:

1. Anchoas del Cantábrico: Estas anchoas, conocidas como las de Santoña, son un verdadero manjar. Su elaboración, que se remonta al siglo XIX, combina un excelente producto marino con un aceite de oliva virgen extra y un saber hacer artesanal. Además de Santoña, otros pueblos marineros como Castro Urdiales y Laredo también producen anchoas de alta calidad.

2. Nécoras de Noja: Noja, un pueblo costero con playas espectaculares, es famoso por sus exquisitas nécoras. Estos crustáceos, que viven en los roquedales de la zona, son un manjar apreciado por su sabor único y su textura delicada. Durante las jornadas gastronómicas en Noja, varios restaurantes ofrecen diferentes preparaciones de nécoras para deleitar a los comensales.

3. Queso Nata de Cantabria: Cantabria es famosa por sus quesos, y el queso Nata es uno de los más destacados. Elaborado con leche entera de vaca frisona, este queso se distingue por su sabor característico, que proviene de la calidad de los pastos de la región. Con una historia que se remonta al siglo X, el queso Nata es un verdadero tesoro gastronómico de Cantabria.

4. Queso Picón de Bejes-Tresviso: Este queso azul, protegido con Denominación de Origen Protegida, se elabora en el valle de Liébana con leche cruda de vaca, oveja y cabra. Su sabor intenso y ligeramente picante lo convierte en un manjar para los amantes del queso. Tras un período de maduración en cuevas de la región, el queso Picón de Bejes-Tresviso desarrolla su distintivo aroma y sabor.

5. Carnes y embutidos: Cantabria ofrece una amplia variedad de carnes y embutidos, amparados bajo la Indicación Geográfica Protegida. Las razas de vacuno típicas de la región, como la Tudanca y la Monchina, producen carnes de alta calidad gracias a su vida en libertad y su alimentación basada en los pastos de las montañas.

6. Vermut La Solía: Este vermut suave y aromático, creado por el bartender de la Taberna La Solía en Liaño de Villaescusa, es un auténtico deleite para el paladar. Elaborado con una cuidada selección de botánicos y macerado con té, el vermut La Solía es una muestra del talento y la creatividad de los productores locales.

7. Sobaos pasiegos: Estos dulces tradicionales, originarios de los Valles Pasiegos, son un auténtico símbolo de la gastronomía cántabra. Elaborados con ingredientes simples como leche, mantequilla, huevos y harina, los sobaos pasiegos son un manjar reconfortante que refleja la riqueza de la herencia culinaria de la región.

8. Orujo Los Picos: El valle del Liébana es famoso por su orujo artesanal, destilado en alquitaras de cobre según métodos tradicionales. Las marcas como Orulisa y Justina de Liébana son reconocidas por la calidad de sus productos, que capturan el espíritu de la región en cada botella.

9. Quesada pasiega: Este postre típico de Cantabria, elaborado con leche de vaca cuajada, huevos, miel, harina y otros ingredientes, es una delicia para los amantes de los dulces. Con su sabor único y su textura cremosa, la quesada pasiega es una auténtica joya de la repostería cántabra.

Al explorar la gastronomía de Cantabria, te sumergirás en un mundo de sabores auténticos y tradiciones culinarias centenarias. Cada plato cuenta una historia única y refleja el carácter y la identidad de esta hermosa región del norte de España.