Seis incendios forestales permanecen activos en Cantabria, localizados en Soba (2), Selaya (2), San Roque de Riomiera y Arredondo.

Además, hay otro incendio ya controlado por el operativo del Gobierno autonómico en el Alto de Estraguada, en Miera, ha informado el Ejecutivo regional.

Los incendios se están localizando principalmente en las comarcas Pisueña-Miera y Asón, en zonas altas con matorral y herbáceas, y en muchos casos en áreas inaccesibles para el personal o con riesgo por la caída de piedras.

En lo que va de enero se han registrado un total de 70 incendios en Cantabria, que mantiene activado el nivel 2 del operativo de lucha contra incendios en nueve comarcas forestales.

En el operativo participan más de 200 efectivos de 30 cuadrillas forestales y más 115 agentes del medio natural, tres emisoristas y dos técnicos. Entre los medios materiales, el Ejecutivo cuenta con 13 autobombas más el helicóptero Maya Dama.

Cantabria registró el año pasado 792 incendios forestales, 166 menos que en 2022, con una superficie afectada de 10.071,7 hectáreas, frente a las cerca de 12.120 de hace dos años.

Por meses, la mayor incidencia se alcanzó en marzo, con 397 fuegos, seguido de febrero (183) y abril (116), mientras que los meses con menores registros fueron noviembre, que no contabilizó ningún incendio, julio (1), diciembre (4), septiembre (7) y junio (9).

En cuanto a los territorios más afectados, de las 13 comarcas forestales, la mayor concentración se registró en Pisueña-Miera y Pas, con 179 y 174 incendios, respectivamente. Por el contrario, las comarcas de Liébana Oriental (6), Campoo (14), Los Valles (18) y Costera Centro (21) fueron las que registraron una menor incidencia.

Estos datos los ha dado conocer el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia, con motivo de la 10ª reunión de la Mesa para la Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales en Cantabria, la conocida como ‘Mesa del Fuego’, ha informado el Gobierno.

Palencia ha considerado «imprescindible» potenciar y priorizar el sector primario para contribuir a prevenir los incendios; una actividad preventiva que ha vinculado a un abordaje multifactorial que también incluya el impulso de la ganadería extensiva y el mayor protagonismo de las entidades locales y de la sociedad a través de la educación ambiental.

Una batería de medidas, ha dicho, que permita actuar «no solo de una manera punitiva, sino también de una manera preventiva».

Palencia ha centrado los esfuerzos en la necesidad de lograr una combinación entre la actividad forestal, ganadera y de pastoreo que permita reducir la quema de matorral. A nivel social, también se ha referido a la importancia de trabajar en el cuidado y limpieza de los montes de utilidad pública.

El titular de Desarrollo Rural también ha puesto en valor el papel de la ‘Mesa del Fuego’ y ha destacado el interés de la reunión para debatir e intercambiar opiniones y experiencias, planificar actuaciones e impulsar la coordinación entre los organismos y profesionales implicados en la prevención y extinción de incendios forestales.

La ‘Mesa del Fuego’, integrada en el Plan Estratégico de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales en Cantabria (PEPLIF), es un órgano de carácter asesor y consultivo en el que están representadas, además del Gobierno regional, diferentes organizaciones profesionales agrarias y medioambientales, la Guardia Civil, la Universidad de Cantabria, representantes de los propietarios de los montes públicos, ayuntamientos, colegios profesionales y asociaciones forestales, entre otros colectivos.