Lo normal a estas alturas de la historia es que falte alguien. Pedir voluntarios para ir al frente y que haya varios que ni siquiera puedan levantar la mano porque están en la enfermería, lesionados, con molestias o sancionados, ya que la temporada se va haciendo larga y se acumulan las amonestaciones. Sin embargo, al Racing le van tan bien las cosas que sigue luciendo un traje bien planchado y limpio en plena jungla. Ni suda, es todo clase. El curso le va rodado, todo le sale cara y en pleno mes de abril va a poder afrontar su próximo partido con todos sus jugadores a su disposición. A falta de saber lo que sucede en los próximos entrenamientos, Guillermo Fernández Romo podrá alinear ante la Unión Deportiva Logroñés a quien le dé la gana.

Esto quiere decir que Pablo Torre se ha recuperado y que podrá vestirse de corto el próximo sábado tras haberse quedado en casa el pasado fin de semana. El canterano sí se calzó las botas en la mañana de ayer para entrenar con sus compañeros y lo hizo con aparente normalidad, por lo que, teniendo en cuenta que aún era martes y que quedaba buena parte de la semana por delante, su disponibilidad para jugar contra el mejor de los dos Logroñés que hay en la categoría parece asegurada.

En el fondo, esto último era lo que pretendía el cuerpo técnico, según dijo el propio Fernández Romo, al reservar a Pablo Torre en el partido contra el Dux. A pesar de que no se había detectado ninguna lesión, el viernes seguía teniendo molestias y, a pesar de la importancia que tiene en los esquemas del equipo, optaron por mantenerle en entre algodones con la intención de que estuviera a plenitud de condiciones esta semana. Y parece que la hoja de ruta se está cumpliendo.

Ayer Pablo Torre actuó con aparente normalidad. Estuvo con los demás en la primera parte del entrenamiento, la más larga. Tras el pertinente calentamiento y algunos ejercicios, el equipo pasó a disputar un partidillo a campo reducido sin porterías para, por encima de todo, trabajar la posesión. El canterano actuó con total normalidad y mostrándose aparentemente recuperado. Aún mantiene alguna pequeña molestia en esa parte alta de aductor que temió haberse roto pero todo apunta a que podrá seguir progresando adecuadamente en los próximos días.

En la última parte del entrenamiento, quienes fueron titulares en el encuentro del pasado domingo dejaron de trabajar y pasaron a seguir el resto de la sesión sentados en el banquillo. En ese momento, Pablo Torre no se reunió con ellos y tampoco lo hizo con los suplentes, sino que pasó a realizar trabajo individualizado con el recuperador. Todo parece que va bien y que el susto podría quedar completamente superado hoy mismo. El ‘chico maravilla’, como le definió su entrenador tras el partido contra el Dux, está listo para volver.

Y lo mejor de todo es que todos lo están. No habrá nadie sancionado en el Racing y tampoco nadie en la enfermería tras abandonarla Pablo Torre. Buena noticia después de unas semanas en las que se han llegado a acumular cuatro bajas, buena parte de ellas en ataque. Cayeron Marco Camus, Arturo y Manu Justo y a éstos se sumó la aventura internacional del propio media punta de Soto de la Marina y a la posterior sanción de Pol Moreno, pero ya se han abierto las nubes para que vuelva a salir el sol. Se le complica el trabajo a Fernández Romo, al que le toca encontrar la manera de encontrar sitio para tanta gente.

Los tres futbolistas que sufrieron sendas roturas de fibras se fueron incorporando al trabajo de manera progresiva la semana pasada y, finalmente, acabaron teniendo minutos contra el Dux. De hecho, Arturo fue titular por banda izquierda. Cuando él se fue del terreno de juego, quien entró fue Marco Camus y, por último incluso entró en acción Manu Justo, que era quien menos había entrenado la semana pasada. De hecho, no se probó hasta el sábado. Y las sensaciones fueron tan buenas que no tuvo reparos el entrenador en ponerle en acción.

Si había algo que podía echar por la borda la buena dinámica que tenía el Racing y lo bien que se le han puesto las cosas era el estado de salud de su plantel. Podría suceder que dos o tres jugadores clave cayeran en desgracia y comenzara a haber dudas. Con todo, el equipo verdiblanco ha demostrado ya que es capaz de reponerse a cualquier ausencia sin que el nivel del colectivo se resienta demasiado y que está teniendo suerte con las lesiones desde principios de curso. Ha habido jugadores con problemas musculares y las habituales roturas pero no se han tenido que despedir de nadie de manera precipitada o por meses. A buen seguro que habrá que responsabilizar de ello a los preparadores físicos del mismo modo que habrían sido señalados si la situación hubiera sido la opuesta.

Ni siquiera en este tramo final del campeonato están sufriendo los futbolistas del Racing de manera especial la acumulación de partidos. Están llegando enteros e incluso están llegando bien, ya que están acabando los partidos mejor incluso que sus rivales. Así se explica que estén marcando tantos goles en los minutos finales o que un medio centro de contención como Fausto Tienza acabe el partido de Villaviciosa de Odón robando un balón en el borde del área rival. La buena dinámica ayuda en ese sentido, claro. Todos son más rápidos y más fuertes cuando están en una buena racha. Desde hace unas semanas, el cuerpo técnico ya ha cambiado su plan de trabajo diario y ha acortado aún más los entrenamientos teniendo claro que, a estas alturas, la prioridad es llegar bien a los partidos. Y lo están consiguiendo.

Ajenos a lo sucedido en Lezama

Haber ganado el pasado fin de semana en Villaviciosa de Odón está permitiendo al Racing observar con tranquilidad todo lo que está pasando en torno a su más inmediato perseguidor, que sigue siendo el Deportivo. El club gallego acusa al Bilbao Athletic de alineación indebida por haber contado el pasado domingo con Diarra y Artola, que habían visto la quinta amarilla en su anterior partido. Lo que sucede es que en medio estuvo la jornada que debían haber disputado contra el Extremadura y en el club bilbaíno interpretaron que el castigo se cumplió ese día. Deberá tomar una decisión el juez único de Competición y, a pesar del empate en Lezama, en el caso de dar la razón al conjunto coruñés, la ventaja del Racing quedaría como está, que ya es mucha a falta de sólo seis encuentros (nueve puntos). En el caso de que diera la razón al Bilbao Athletic, aumentaría hasta once. Con todo, la historia amenaza con ir para largo y que podría acabar incluso en el Tribunal de Arbitraje Deportivo. Se puede acabar decidiendo dentro de varios meses. De este modo, viendo cómo avanzan las cosas, el mayor contratiempo que puede provocar al Racing es que llegue un momento en el que no sepa si puede celebrar ya el ascenso o no. Con todo, el mensaje que sale desde dentro es de total indiferencia sobre lo que esté pasando sabiendo que tienen el objetivo en su mano. Por eso prefieren centrarse en ellos mismos.