02.05.2024 |
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«Tenemos que seguir buscándonos», arenga Romo

El entrenador del Racing adelanta que Mboula tendrá minutos mañana para ayudar a derribar a una defensa ovetense «sin fisuras»

Fernández Romo, junto a su ayudante David Paredes y el preparador físico, Xavi Arnedo. / RRC
Fernández Romo, junto a su ayudante David Paredes y el preparador físico, Xavi Arnedo. / RRC
«Tenemos que seguir buscándonos», arenga Romo

El Oviedo no es ningún desconocido. De hecho, hace exactamente tres semanas que pasó por Los Campos de Sport para disputar su último partido de pretemporada contra el Racing. Éste se presentó ante su afición con necesidad aún de completar el plantel con algunos jugadores «de peso», como les gusta decir a Mikel Martija y a Fernández Romo. Apenas unas horas antes había llegado Germán Sánchez y, desde entonces, también ha recalado Jordi Mboula, que, en palabras del entrenador verdiblanco, es muy posible que se le vea en acción durante el encuentro de mañana. Es poco probable que sea de inicio pero tampoco es algo que se pueda descartar. En lo que todo el mundo coincide es en la necesidad de sumar artillería arriba porque, hasta la fecha, el conjunto cántabro ha dado la sensación de salir al campo de batalla con armas de fogueo.

Sostiene Fernández Romo que su nuevo extremo «ha venido bien» y, sobre todo, con muchas ganas de jugar desde ya, tal y como especificó en su presentación oficial. Y el técnico madrileño considera que han de «aprovechar la energía positiva» que su nuevo jugador ha traído consigo. «Lo único que necesita es competir porque el trabajo a nivel individual y de entrenamiento lo tiene hecho, pero cuando no has estado en la dinámica competitiva del equipo estás un poco fuera de una manera más mental que física», explica el entrenador del Racing.

Así, considera el preparador madrileño que Mbolua tiene «tantas posibilidades de jugar como el resto de compañeros» pero a buen seguro que lo hará porque, como él mismo reconoce, «ahí arriba estamos necesitados de algún jugador específico como es él». Ya el pasado fin de semana puso a jugar a Germán a pesar de haberse pasado todo el verano sin entrenar con un grupo aunque pudiera parecer precipitado con el fin de meterle cuanto antes en la dinámica del equipo y, con semejante precedente, es fácil intuir que verdaderamente saldrá al césped.

El Oviedo ha cambiado menos desde aquella primera aparición veraniega por Santander. Todos le conocen más por aquel amistoso y porque ya se han disputado dos jornadas de liga en las que se han puesto todas las cartas sobre la mesa. «Nos vamos a encontrar con el equipo que, en esencia, pudimos ver en el partido de pretemporada con la exigencia añadida que da la competición y con el bagaje que te da haber jugado dos partidos», explica Fernández Romo. Para colmo, el último de ellos lo ganó y eso supone un plus para los hombres de Bolo «porque siempre que consigues ganar un partido añades una emoción un poco más positiva».

De este modo, se puede esperar un Oviedo al que le cuesta ver puerta pero muy difícil de ganar porque, como recalca el técnico verdiblanco, es «un equipo con pocas fisuras atrás, con una línea de cuatro muy convincente y sin lagunas». A todo ello, hay que sumarle la artillería que tiene arriba con hombres como Borja Bastón, Sergi Enrich o Flores. «Son un equipo completo y difícil que nos va a exigir al máximo para poder encontrar ventajas y para que el domingo (por mañana) consigamos el primer triunfo», recalca.

Es posible que haya cambios en el Racing para intentar poner por fin en marcha su contador de puntos. Se enfrenta a un rival eminentemente sólido atrás y donde más dudas ha mostrado el conjunto cántabro es en ataque, por lo que es previsible que se pase muchos minutos dándose cabezazos contra la pared. Para evitarlos, el técnico maneja posibles modificaciones pero, a su vez, deja bien claro que no se producirán por haber encajado dos derrotas en otras tantas jornadas, sino tras «analizar el rendimiento y buscar algo más de peso en alguna cosa». También precisa, para que nadie se lleve a engaños, que no va a montar ninguna revolución porque no es «un revolucionario sin razones» y, en su opinión, «no existe ninguna razón para serlo ahora mismo por muchas ganas que tengamos todos de empezar a ganar partidos».

buscando relaciones. Como siempre, el manual de instrucciones de Romo le pide «encontrar las relaciones que, al final, puedan generar cosas no sólo en situaciones organizativas, que el equipo las tiene por identidad, sino también las que hacen daño en la portería contraria». Porque es ahí donde están los problemas. «Tenemos que trabajarlo, entrenarlo e ir viéndolo», resalta. Por eso, sobre todo, pide centrarse en «el corto plazo» para buscar «el mejor once que ayude a rendir el domingo y, si no, ir alterándolo durante el partido con las diferentes opciones que tenemos».

Se quiere ceñir Fernández Romo al «partido a partido pero no como tópico, sino porque, encima, es el momento más importante para hacerlo». «Tenemos que seguir buscándonos», insiste. De hecho, asegura que cuando se detiene en pensamientos que le «separan del presente», mira el calendario y se da cuenta de que todavía está en agosto. «Es una pasada. Este año está yendo muy rápido y de lo que tenemos que ser conscientes ahora es de saber lo que queremos hacer y lo que tenemos que buscar sin ir mucho más allá», recalca. Insiste en centrarse en las labores de «análisis y aprendizajes» porque urge «aprender rápido lo que exige la categoría».

Sigue el club buscando fichajes que refuercen el plantel y descarta Fernández Romo que se estén centrando en jugadores que se adapten al 4-2-3-1 con el que siempre ha jugado él porque asegura que no es «esclavo de la estructura». De hecho, precisa que ese mismo dibujo se puede poner en práctica con diferentes posicionamientos y ha habido partidos que se ha parecido más a un 4-4-2 y otros a un 4-4-1-1. Sí reconoce una «obsesión» por «robar lo más alto posible y en campo contrario para tener menos metros en construcción». Quiere Fernández Romo que Juergen «aparezca en los sitios donde se sienta cómodo y, a su vez, pueda ayudar al equipo». En ese sentido, le ve «más mentalizado a soltarse y a ser más atacante no sólo en los pases, sino también en sus propias acciones».

Su labor como entrenador es ir buscando la tecla adecuada aunque también es consciente de que, «por muchas cábalas que hagas, muchas veces cosiste en acertar el primero». Así, cree que la historia podría ser ahora mismo bien diferente si el cabezazo de Germán o el remate de Camus hubieran ido para dentro, ya que quien se pone por delante tiene mucho ganado. Además, lamenta que en los dos encuentros que ha perdido el Racing hasta la fecha se hayan dado «dos circunstancias», como las lesiones de Unai Medina y el citado central de San Fernando, que coincidieron con los goles clave de las contiendas.

Quien no jugó ni un minuto contra el Granada a pesar de los problemas en ataque que arrastra el conjunto cántabro es Cedric. Tras el encuentro, el técnico aseguró que había preferido esperar porque consideraba que había que cuidarle. Con eso no quiso decir que tuviera algún problema físico. «Hablaba de un tema de cuidados, de lo que uno siente», precisa. «A partir de ahí, es un jugador en el que todos confiamos y del que tenemos que conseguir su mejor versión lo antes posible», añade. Sostiene el técnico madrileño que el ‘nueve’ de su equipo «necesita mucho más a sus compañeros que otros delanteros por su perfil, ya que tiene la capacidad de marcar con pocas situaciones que tenga en el área, pero necesita que le lleven el balón allí». Lo que descarta es que haya una mala relación entre ellos. «Lo que necesitamos es que rinda porque él también quiere traducir todo su esfuerzo diario en rendimiento y en goles», concluye.

«Tenemos que seguir buscándonos», arenga Romo
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