25.04.2024 |
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RACING VS CARTAGENA | DOM. 28/5 16:15 H.

El Racing de Santander y su fiesta de despedida

José Alberto condicionó la alineación de Oviedo para que Tienza, Satrústegui, Arturo, Unai Medina e incluso Bobadilla puedan despedirse del racinguismo el domingo en El Sardinero, Todos ellos fueron vitales en el ascenso

La afición del Racing durante el último partido en casa. / LL
La afición del Racing durante el último partido en casa. / LL
El Racing de Santander y su fiesta de despedida

Hay amistades que ni el paso del tiempo ni la distancia estropean. «Amigos que sabes que son para toda la vida», como precisa Kenneth Branagh en los primeros segundos de ‘Los amigos de Peter’, la película que dirigió en 1992. En ella narra el reencuentro de un viejo grupo de incondicionales en el que, a partir de sus diálogos y de las diversas situaciones que se producen, se entrecruzan el pasado y el presente. Como sucederá el domingo en El Sardinero. Se celebrará el punto y final a una temporada que ha cumplido todas sus promesas pero también se hablará del pasado, de aquello que fuimos y de aquello que nos permitió ser lo que somos; del ascenso de hace un año, que estuvo protagonizado por algunos de los jugadores que aprovecharán el último partido del curso para despedirse. Y no son gente que deba macharse de cualquier manera.

El espectador no conoce hasta el último acto de la película de Branagh que, en verdad, la reunión de amigos se debe más a una despedida que a un reencuentro. La cinta reflexiona sobre el pasado, el presente y el futuro de manera nostálgica y por momentos cómica hasta lograr, finalmente, enternecer a todo aquel que la ha disfrutado. Porque Peter quería tener un adiós perfecto y sabía que sólo los suyos se lo podían brindar. Lo mismo saben hombres como Unai Medina, Fausto Tienza, Satrústegui, Arturo o Bobadilla. No van a continuar en el Racing y ellos no son como los demás. Han dejado huella. Fueron parte fundamental del ascenso del curso pasado y de ninguno se puede decir nada malo. Se irán como auténticos profesionales que cada vez que han actuado han rendido a un nivel notable. Como Peter, ellos también merecen una buena despedida.

Que ésta sea más o menos intensa o emotiva no depende tanto de ellos, sino de quienes les rodean. En ‘Las invasiones bárbaras’, el canadiense Dennis Arcand recuperó en el 2003 a los personajes que en 1986 habían protagonizado ‘El declive del imperio americano’ para reunirlos en torno a la próxima despedida de uno de ellos. Rémy se va a morir y quien le acaba brindando la muerte perfecta es su hijo Sébastien, con el que ha estado siempre enfrentado porque defiende valores muy diferentes a los suyos. El padre es hijo de mayo del 68 y su retoño de esa generación de jóvenes pragmáticos de principios de siglo que sabían moverse en un mundo globalizado que fue expulsando a los primeros. Ellos son los bárbaros y los otros los romanos.

Alrededor de quien está a punto de marcharse se reúnen su exmujer, sus examantes y sus viejos amigos. Quien logra volver a juntarlos es Sébastien, que mueve todos los hilos necesarios para que sus últimos días sean felices y placenteros y para que elija cuándo, dónde y cómo morir. De nuevo se evoca constantemente el presente y el pasado en esa última reunión de amigos en forma de despedida que huye de poner la muerte en el centro del debate. 

Al contrario que ‘Million dolar baby’ o ‘Mar adentro’, la obra de Arcand no se convierte en una película sobre la eutanasia en la que todo se orienta a ese momento final. Rémy no se quiere morir, sino que se va a morir. Esa colección de futbolistas del Racing que fueron capitales en el último ascenso e importantes en diferentes fases del presente campeonato tampoco se quieren marchar, pero no les van a ofrecer la renovación. Satrústegui fue titular indiscutible durante la primera vuelta, Fausto Tienza ha aparecido poco pero ha resultado vital a la hora de cerrar partidos, Arturo fue clave en uno de los envites más importantes de la temporada, que fue el de la visita del Albacete a El Sardinero, y Unai Medina jugó cada vez que estuvo disponible en la primera vuelta y ha rayado a gran nivel cada vez que José Alberto ha reclamado sus servicios. Todos ellos están a gusto en el Racing y se sienten valorados, pero se tienen que ir.

En ‘Las invasiones bárbaras’, la muerte de Rémy se presenta como parte de la vida y no como punto y final a la misma, como un proceso que no queda otro remedio que afrontar. Se va él pero los demás se quedan.  Es ley de vida y también de vestuario. Quienes han de marcharse lo hacen con cartel de buenos futbolistas y mejores profesionales que querrán poner la guinda a su trayectoria como racinguistas con una buena actuación final en Los Campos de Sport. No habrá nada en juego pero sí la necesidad de despedirlos a todos ellos como merecen. De hecho, la alineación por la que apostó José Alberto en el Carlos Tartiere ya iba dirigida a propiciar dicha despedida en Los Campos de Sport para que los protagonistas se sientan arropados y para que puedan decir adiós como ellos elijan. 

Medina, Satrústegui, Fausto Tienza y Arturo van a ser titulares el domingo. Bobadilla no porque no está para ello pero no hay duda de que tendrá minutos. Es una nómina de futbolistas que merece una despedida a la altura y quienes han de hacer de Sébastien para que así sea son los propios aficionados. 

Quien, también desde la sombra, consigue que no le falte de nada a la fiesta de despedida que organiza Peter en la película de Branagh es Vera, la ama de llaves del caserón que ha heredado de su padre y donde se desarrolla la reunión de amigos. A menudo recuerda a la de ‘Rebeca’, la película de Hitchcock, por su hieratismo y una mala leche similar a la que pueden mostrar unos hinchas de fútbol si las cosas no marchan bien. Sin embargo, su tierna aparición final es fundamental para propiciar el brindis que da paso a la revelación de Peter. 

Es entonces cuando cada uno deja de lado sus propios problemas y las rencillas que se han ido generando para iniciar, por fin, la verdadera fiesta. La fiesta de despedida.

Al final, ‘Las invasiones bárbaras’ va un poco de eso, de la necesidad de tomar la iniciativa para hacer que la despedida de los seres queridos no sea un momento desagradable de su propia vida; para que el adiós al Racing se convierta en un episodio importante en la trayectoria de esos jugadores que se van y en la de sus propios aficionados. Así, estos últimos días se asemejarán a la primera parte de ‘El cazador’, la gran película de Michael Cimino. 

Ahí también hay unos amigos que se despiden, que cometen la locura de alistarse como voluntarios para ir a Vietnam y que viven esas últimas horas juntos sabiendo que nunca volverán a ser los mismos.

El Racing de Santander y su fiesta de despedida
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