25.04.2024 |
El tiempo

RACING - EIBAR | HOY A LAS 14.00 HORAS

Racing-Eibar. EL DÍA ES HOY

El Racing recibe esta tarde (14 h.) al Eibar con la intención de celebrar sobre el terreno de juego la permanencia matemática | Se mide a un Eibar en una mala racha a quien sólo le vale ganar

Con un cruce hemos topado. El autobús del Eibar queda atrapado

Un aficionado del Racing comiendo pipas durante el partido de ida entre el Eibar y el Racing de Santaner. / A.E.E.
Un aficionado del Racing comiendo pipas durante el partido de ida entre el Eibar y el Racing de Santaner. / A.E.E.
Racing-Eibar. EL DÍA ES HOY

El Racing sabe desde la semana pasada que está salvado, que la próxima temporada jugará de nuevo en Segunda División. Lo que quiere es tener la justificación perfecta para celebrarlo en condiciones y como mejor se celebran los éxitos futbolísticos: en el terreno de juego. Por eso la situación que se vive hoy es similar a la que se vivió el primero de mayo del 2022. Entonces el conjunto cántabro también sabía que iba a ascender y sólo le quedaba saber cuándo. Como la permanencia actual. Y eligió el encuentro ante el Celta B porque era en El Sardinero, en el templo del racinguismo. Por esa misma razón ha puesto la cruz en el día de hoy, cuando será el Eibar quien rinda visita al conjunto cántabro.

A los hombres de José Alberto sólo les faltan las matemáticas. La realidad ya la tiene porque sus rivales sólo dependerían de milagros que nunca suceden. Y el único camino para que hoy a las cuatro salgan las cuentas es ganando al equipo pilotado por Gaizka Garitano. Todo lo demás, obliga a esperar al encuentro de la Ponferradina, que lo tiene imposible pero a quien le quedaría el recurso matemático. Festejar entonces ya no tendría sentido. Y es que, el objetivo que el Racing tiene ya en su mano es tan grande y hay que valorarlo tanto que merece ser festejado de la mejor manera posible.

Lo malo es el animal que habrá delante. Se va a colocar el Eibar, que llega a Los Campos de Sport con la necesidad de quien lleva más de un mes sin probar una gota de agua. Siete semanas acumula sin conseguir la victoria el equipo azulgrana. Es una rareza tan grande que, ni siquiera así, se ha descabalgado de los puestos de ascenso directo. Eso da muestras de lo bien que hizo las cosas antes. De hecho, su anterior racha fue de cinco victorias consecutivas, algo al alcance de muy pocos. Es un equipo con unos argumentos tremendos que llega a Santander con la intención de poner las cosas en su sitio desde el primer momento.

Al Eibar se le ha acabado el margen de error. Se ha quedado sin colchón. Por eso no dudan en calificar el encuentro de auténtica final. Sin ambages. Sólo le vale ganar porque todo lo que no sea irse con todo el botín le condena a no depender de sí mismo en las últimas dos jornadas. Los hombres de Garitano van a llegar, por lo tanto, con una presión tremenda que habrá que ver cómo administran. Para intentar empujarles, llegarán acompañados por más de 1.200 aficionados. Esto, de por sí, ya garantiza un buen ambiente de fútbol. Lo demás deberán ponerlo los de casa, que quieren disfrutar de su propia final.

El conjunto azulgrana llega mal y el Racing llega pletórico, sabiendo que está a punto de cruzar la meta con licencia para levantar los brazos. Además, juega en casa, la cual ha convertido en un verdadero fortín en la segunda vuelta. Era su principal asignatura pendiente y, hasta la fecha, ha sumado veinte de los veintisiete puntos que se han puesto en juego en el coliseo verdiblanco. De nota. Y no quiere parar. Dos de los tres encuentros que le quedan serán ante su afición y los hombres de José Alberto quieren acabar lo más arriba posible. Parece un mero detalle pero en Segunda División importa mucho porque hay dinero en juego en el reparto de las televisiones. Y el Racing siempre necesita dinero.

Sorprendió el entrenador verdiblanco la semana pasada en Miranda poniendo a jugar a su equipo con tres centrales y dos carrileros. No lo va a repetir. Lo utilizó como recurso para contrarrestar ese mismo esquema que utiliza habitualmente el equipo burgalés. Hoy José Alberto, según lo visto durante los entrenamientos de la semana, va a volver al 4-2-3-1 que, habitualmente, ni siquiera negociaba. Sigue teniendo la baja de sus dos centrales titulares y está claro que uno de los que va a jugar será Pol Moreno. La otra plaza se la tendrían que disputar Mantilla y Satrústegui pero todas las flechas apuntan hacia el cántabro.

A partir de ahí, la plaza de defensor que sobra respecto a la alineación de hace siete días pasará a la media punta. Ahí tiene mucho que decir Peque, ya que parece descartada la opción de adelantar a Juergen, que se ha ejercitado todos estos días como medio centro. Jorge Pombo tuvo buenos minutos en Miranda pero ha terminado la semana un tanto renqueante físicamente y eso le podría invitar a esperar. El otro que también ha estado con el freno echado estos últimos días ha sido Baturina, por lo que podría comenzar sentado. No es lo recomendable cuando su equipo juega en El Sardinero porque es donde ha marcado sus cuatro goles. Los dos últimos fueron capitales para conseguir sendas victorias ante Granada e Ibiza que han valido media permanencia.

Porque el Racing sabe que ha conseguido su objetivo. Le falta poner la guinda y hoy tiene delante un pastel de cinco estrellas para ponerla. El guión previo que parece traer el encuentro le puede beneficiar porque le agrada la necesidad con la que va a jugar el Eibar. Éste no puede negociar nada y eso le obliga a ser valiente y a llevar la iniciativa. Y al conjunto cántabro le sienta bien que sea el otro quien más dé la cara para intentar cogerle con el pie cambiado. Eso no quiere decir que deba salir a verlas venir porque cuando mejor le ha ido ha sido cuando ha salido a jugar con el colmillo afilado y a intentar presionar y robar alto al contrario.

Repetir una puesta en escena como la vivida (disfrutada) el día del Granada sería un buen primer paso. El equipo nazarí es tan bueno como el armero y los hombres de José Alberto demostraron no arrugarse ante semejantes galones. Esta tarde, a la hora del enemigo, a la que eligió una persona a la que no le gusta el fútbol ni nada de lo que le rodea, se puede organizar una buena fiesta y no debería faltar nadie. Como mínimo, a buen seguro que disfrutará de un gran partido de fútbol con un tremendo ambiente, que no es poco.

Racing-Eibar. EL DÍA ES HOY
Comentarios