20.04.2024 |
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RACING SANTANDER

Por un puñado de euros

En las dos jornadas que quedan, el Racing se juega terminar entre el 9º y el 18º puesto, lo que la temporada pasada supuso casi 700.000 euros de diferencia en ingresos por televisión

Aficionados racinguistas durante el último partido del equipo contra el Eibar en El Sardinero. / RRC
Aficionados racinguistas durante el último partido del equipo contra el Eibar en El Sardinero. / RRC
Por un puñado de euros

El Racing ha asegurado la permanencia. Ya sabe que la próxima temporada continuará en Segunda División, lo que no quiere decir que sus jugadores estén ya de vacaciones. No deberían porque hay mucho en juego. Hay una buena cantidad de dinero procedente de las televisiones a repartir en función de la posición que cada uno ocupe a final de curso y esto quiere decir que no es lo mismo terminar más arriba o más abajo. Está todo tan apretado en la zona media de la tabla que el conjunto cántabro incluso podría aspirar a quedar entre los diez primeros. Tiene opciones de terminar décimo octavo pero también octavo, lo que el pasado curso supuso una diferencia de algo más de 700.000 euros. No es poca cosa. Con ese dinero se puede atar a una figura de la categoría.

A falta de dos jornadas, el Racing es décimo quinto con 51 puntos, que son cuatro menos de los que tiene el Andorra, que es el noveno clasificado, y cinco menos que el Oviedo, que es el octavo y precisamente a quien se mide el próximo domingo. Así de apretadas están las cosas. Por abajo, el décimo octavo clasificado es el Sporting, que tiene dos puntos menos. Por lo tanto, el conjunto cántabro está en una situación muy líquida y lo mismo puede terminar ocupando una posición de auténtico privilegio teniendo en cuenta sus circunstancias o simplemente habiendo salvado la situación y, lo que es más importante, consiguiendo el objetivo.

Lo que ha empezado a hacer el Racing tras lo sucedido el pasado domingo es pensar en la próxima campaña. Y una buena manera de hacerlo es consiguiendo terminar lo más arriba posible en las dos jornadas que quedan. El domingo se mide a un equipo que no se juega nada y es probable que suceda lo mismo en su último partido, cuando recibe al Cartagena. Si consiguen los seis puntos los hombres de José Alberto, que desde el primer día ha afirmado que es ambicioso y que el día que se consiga la permanencia seguirá peleando e insistiendo por terminar lo más arriba posible, estarán en disposición de culminar el curso cerca de los diez primeros puestos o incluso formando parte de ellos. Y eso es mucho dinero que se invertiría, precisamente, en el equipo de la próxima temporada.

Ese dinero procedería de los ingresos televisivos que se reparten los clubes de Segunda División. Hay una cantidad que reciben todos por igual pero después hay otras dos que varían para cada uno en función de diversos factores. Y el rendimiento deportivo es uno de ellos. De todo el dinero reservado para los clubes de la categoría de plata, que es sólo un 10% del pastel total de La Liga procedente de la televisión, un 70% se reparte por igual entre todos los componentes de la misma. Ahí no hay cambios. Todos lo mismo. Del restante, un 15% se reparte en función de la implantación social y de las audiencias que consigue cada equipo y el otro 15% en función de la clasificación a final de temporada.

Existe una tabla que establece los porcentajes de esa cantidad que recibe cada uno dependiendo del puesto en el que termine. Va del 15,45% que se lleva el campeón al 0,23% que cobra el colista, que corresponde a los más de tres millones que recibió el campeón del curso pasado a los poco más de 55.000 que cobró el último. Las cantidades que se embolsarán los clubes que han participado esta temporada en Segunda División aún no se conocen y por eso la mejor referencia es la del curso pasado. Y, teniendo en cuenta el dinero que se movió entonces, el Racing se podría estar jugando prácticamente 700.000 euros en los dos partidos que tiene por delante, ya que el noveno recaudó en este concepto 930.000 euros y el décimo octavo, quien marcó la permanencia, 275.000.

Es, por lo tanto, mucho dinero lo que hay en juego. Nada despreciable. Más aún cuando, por mucho que Alfredo Pérez afirmara tras el encuentro ante el Eibar que van a intentar ir a por el ascenso, es probable que el límite salarial que maneje el club el próximo curso sea inferior al que han manejado en el que está a punto de acabar. En éste han contado con lo recaudado en el traspaso de Pablo Torre y, en principio, no se prevé una fuente de ingresos similar durante el próximo verano. De ahí que el Racing necesite cuanto más dinero mejor para salir a competir con mayores y mejores garantías.

José Alberto, a quien le gustará tener el mejor equipo posible la próxima temporada, será el primero que quiera ir a por los seis puntos. Le tocará buscar un equilibrio entre esa ambición que quiere mantener hasta última hora y su deseo de dar protagonismo a los que menos lo han tenido en los últimos meses. No es fácil porque tampoco lo es mantener la intensidad competitiva después de haber conseguido el objetivo. Lo sucedido en las dos últimas temporadas es buena muestra de ello.

Hace dos años, en el tramo final de aquella penosa campaña que culminó con Aritz Solabarrieta en el banquillo, el Racing acumuló derrotas y sonrojantes actuaciones una vez que certificó su presencia en Primera Federación para el siguiente curso. Aunque se jugó en los últimos partidos una plaza directa en la siguiente Copa del Rey, se dejó llevar y no lo consiguió. Hace doce meses, tras certificar el ascenso, el Racing firmó muy malas actuaciones a domicilio, sobre todo la de Tudela una semana más tarde. También dio la impresión de dejarse llevar hasta el partido por el título de la categoría, cuando de nuevo mostró su mejor versión.

El conjunto cántabro no quiere que le vuelva a pasar lo mismo. Ayer volvió a los entrenamientos tras haber disfrutado de 72 horas de asueto. Ha sido tiempo de fiesta, celebraciones, cenas y comidas pero José Alberto ya se puso serio para intentar que la maquinaria siga en funcionamiento sólo diez días más. Sabe que la clave puede estar en lo que suceda en Oviedo, en la necesidad de estar allí a la altura para seguir aspirando a terminar en el mejor puesto que haya ocupado en toda la campaña. Después, para terminar la fiesta, quedará un encuentro en Los Campos de Sport contra un Cartagena que posiblemente no se juegue nada y que no se puede escapar. Habrá mucho dinero en juego. Y hoy quizá no se valore en su justa medida, pero dentro de unos meses sí.

Por un puñado de euros
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